Con ayuda de diablitos y algunos en motonetas o bicitaxis, locatarios de plaza Izazaga 89 continuaron este lunes con el retiro de su mercancía, luego de que el inmueble fue cerrado hace más de una semana, durante operativos de las autoridades federales y locales.
La mayoría de quienes sacan sus artículos de ese edificio, son comerciantes de origen asiático, quienes utilizan stickers con el número de su local y con sus nombres, para identificar a los diableros que contratan para realizar esas maniobras.
Este es el tercer día en que los comerciantes llevan a cabo el retiro de sus productos, previamente acreditados como legales, y los trasladan a lugares cercanos a esa zona, aunque al preguntarles no quisieron especificar a dónde llevan la mercancía.
En el recorrido de este lunes se observaron pocos comerciantes mexicanos, principalmente que venden calzado, quienes llevaron su mercancía a bodegas por los rumbos de la Lagunilla, aunque la mayoría de los comerciantes y diableros optaron por no revelar los puntos a donde están llevando los productos.
"Aún no nos dicen dónde podremos vender nuestros productos, y tampoco les vamos a decir a dónde nos vamos, para que no nos echen a las autoridades de nuevo", respondió una vendedora mexicana, mientras salía con su mercancía a bordo de un diablito que deslizó por la rampa del estacionamiento del edificio cerrado, que da a la calle Nezahualcóyotl.
El jueves 28 de noviembre, en la Plaza Izazaga 89, la Secretaría de Economía federal, en conjunto con elementos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC), Secretaría de Marina (Semar) y del Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI), realizaron un operativo en el que decomisaron 262 mil 334 artículos pirata, con un valor aproximado de 7.5 millones de pesos.
El sábado 30 de noviembre, las autoridades capitalinas colocaron sellos de suspensión de actividades por faltas administrativas, y mientras se realizaba el operativo, algunos locatarios pudieron sacar su mercancía.
El lunes 2 de diciembre, al menos 100 comerciantes se manifestaron afuera de la plaza y bloquearon Izazaga, para exigir a las autoridades que les permitan recuperar sus productos y les ofrezcan alternativas para continuar con sus ventas, ya que afirman que el 80% de los locales son de mexicanos.
En respuesta, el Gobierno capitalino les dio una semana para retirar su mercancía, previa acreditación de su legalidad, y el retiro de mercancía comenzó el pasado viernes.