Protesta acaba en vandalismo

Simpatizantes de los padres de los 43 normalistas incendian camión y lo lanzan contra el cuartel

Ciudad de México.- Un grupo de encapuchados simpatizantes de los padres de los 43 normalistas desaparecidos de la Normal Rural de Ayotzinapa utilizó un camión de mercancías para derribar una de las puertas del Campo Militar Número Uno, que incendiaron e incrustaron en la entrada como señal de protesta en contra del Ejército Mexicano.

“Hasta encontrarlos”, “Ayotzinapa vive”, “Luces y sombras +43” y “Hasta encontrar verdad y justicia”, fueron algunas frases que pintaron mientras se desarrollaba un mitin a cargo de padres y normalistas originarios de Guerrero. Posteriormente lanzaron más de 30 petardos y cohetes al Campo Militar y al camión, que fue consumido por las llamas minutos más tarde.

Al asegurar que levantar la voz no es un capricho de los padres de los 43 estudiantes normalistas desaparecidos, sino una exigencia justa que se debe hacer ante la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), los encapuchados también realizaron pintas en las instalaciones castrenses.

Una hora antes, los padres y las madres de los 43 estudiantes de Ayotzinapa desaparecidos se manifestaron en contra de la Sedena, pues señalaron que mantiene en secreto información importante del caso. Así comenzó el mitin que atestiguó 11 años de desgaste, dolor, angustia y tristeza en las familias.

“No nos quieran engañar, estamos aquí porque esta institución tiene cuentas pendientes con el caso Ayotzinapa. Existe información que no ha sido entregada hasta el día de hoy y se las venimos exigiendo en las calles y en las reuniones con la Presidenta [Claudia Sheinbaum]. No vamos a quitar el dedo hasta saber la verdad: dónde se llevaron a nuestros hijos”, recalcó Emiliano Navarrete, padre del normalista José Ángel Navarrete.

Asimismo, encapuchados pegaron los rostros del expresidente Enrique Peña Nieto, Jesús Murillo Karam, Ángel Aguirre y Miguel Ángel Osorio Chong.

En Palacio Nacional, Bellas Artes, estaciones de metrobuses y plazas comerciales, elementos de la Secretaría de Seguridad resguardaron con vallas previo al onceavo aniversario de la desaparición forzada de los jóvenes.

Sin embargo, nunca esperaron un ataque al corazón de la Sedena, algo que los normalistas han repetido a lo largo de los años.