Ciudad de México.- Los nuevos ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), emanados del Plan C de Andrés Manuel López Obrador y de la elección judicial del pasado 1 de junio, rindieron protesta ante el pleno del Senado en la que fue para Morena una sesión con sabor a triunfo sobre el modelo neoliberal.
Posteriormente, en el pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, los ministros sesionaron y se instalaron formalmente para arrancar sus trabajos al frente del Máximo Tribunal del país.
En la sede del órgano legislativo, cercada con vallas metálicas en un fuerte operativo policiaco-militar, rindieron protesta 881 juzgadores electos, entre ellos los nueve ministros de la SCJN, incluido Arístides Guerrero, quien sufrió un accidente automovilístico y se presentó en silla de ruedas y con tanque de oxígeno.
La sesión solemne comenzó con más de una hora de retraso y contó con la presencia, como invitadas especiales, de la secretaria de Gobernación, Rosa Icela Rodríguez; la consejera jurídica de la Presidencia, Ernestina Godoy, y la presidenta del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), Mónica Soto.
La oposición, reducida a las bancadas del PAN y Movimiento Ciudadano (MC), ya que el PRI se ausentó “para no legitimar esta gran farsa”, expresó críticas al proceso de elección judicial y la “captura” del Poder Judicial por parte del régimen de Morena.
El panista Ricardo Anaya advirtió: “Nosotros no venimos a denostar, a insultar ni mucho menos a descalificar de manera generalizada a más de 800 personas juzgadoras. Sería equivocado y sería injusto, pero tampoco venimos a callar respecto a lo que podemos decir con firmeza y respetuosamente. No tiene legitimidad de origen la autoridad que surge de un proceso plagado de irregularidades”.