Sesiones a distancia: ¿nueva normalidad?

La pandemia por Covid-19 impuso nuevas condiciones en el Congreso de la Unión, que perdió un mes de sesiones ordinarias presenciales y propició que su Comisión Permanente sea precursora del pleno a distancia, pero sin poder votar por impedimento jurídico.

Los 37 integrantes de la Comisión Permanente han llevado a cabo seis sesiones a distancia, en las que han sumado 23 horas con 23 minutos y han tenido que reunirse de manera presencial para poder convocar a periodos extraordinarios en las Cámaras de Diputados y Senadores.

A falta del salón de sesiones habitual, los oradores han hablado ante sus dispositivos y poco a poco se han sentido hábiles para expresarse por medio de plataformas digitales y para utilizar herramientas audiovisuales en apoyo de sus presentaciones.

Son precursores de la modalidad a distancia, en las sesiones de la Comisión Permanente, y que serían un reto en caso de reunir a 128 senadores o 500 diputados, así como tomar votaciones nominales y vía cédula.

Al respecto, la presidenta del Senado y de la Comisión Permanente del Congreso, Mónica Fernández Balboa (Morena), presentó a mediados de junio un paquete de reformas a la Constitución, a la Ley Orgánica del Congreso General y al Reglamento del Senado, que incluye la modalidad a distancia de los actos legislativos.

Desde la instalación de las Cámaras, la apertura en sesión del Congreso General del año parlamentario, la toma de protesta al Presidente de México, sesiones ordinarias y solemnes tendrían la posibilidad de llevarse a cabo en app digitales con nuevas reglas.

La opción de reuniones a distancia estaría disponible para la Junta de Coordinación Política (Jucopo) en ambas Cámaras, así como de sus Mesas Directivas y comisiones ordinarias.

La propuesta de Fernández Balboa adiciona al artículo 68 constitucional la disposición de que "las Cámaras podrán sesionar a distancia por motivos de salud, declaratoria de emergencia o desastre natural, o cualquier otra causa extraordinaria que impida que los legisladores puedan concurrir en un mismo lugar".

Expresa que las sesiones a distancia "deberán tener soporte electrónico, documental o físico".

En la Ley Orgánica del Congreso General introduce la firma electrónica avanzada, personal e intransferible, con la cual cada representante respaldará sus decisiones parlamentarias.

En el proyecto de adiciones al Reglamento del Senado se define la firma electrónica como "el conjunto de datos electrónicos, personal e intransferible que permite autentificar y otorgar validez a documentación que los senadores generen en razón de la celebración de sesiones a distancia".

La iniciativa busca la creación de sesiones a distancia, las cuales el público podrá ver o consultar a través de la página web del Senado. Sesionar en esta modalidad dependerá de la Mesa Directiva.

La vicepresidenta de la Cámara Alta e integrante de la Comisión Permanente, Guadalupe Murguía Gutiérrez (PAN), señala que hay cierta resistencia de la oposición a las votaciones a través de las plataformas electrónicas, y a entablar discusiones y tener intervenciones con el criterio de que quien maneja la sesión pueda interrumpir a un orador.

A lo largo de las sesiones a distancia, Murguía Gutiérrez dijo que ha tomado más confianza en el uso de la plataforma electrónica, ha adquirido la habilidad de operar la computadora, así como solicitar el uso de la palabra. En las sesiones presenciales "se siente cuál es la opinión del pleno, de la mayoría o de un sector", refirió.

En la plataforma ha habido momentos en que se mezclan ruidos de micrófonos abiertos que interfieren intervenciones sin saber de quién es una voz y por qué ocurre, manifestaron algunos legisladores.

La senadora Verónica Camino Farjat (PVEM), secretaria de la Mesa Directiva, coincidió con Guadalupe Murguía al precisar que utilizan la mensajería de texto vía celular para comunicarse con su equipo, con compañeros, sobre asuntos que podían haber sido señalados "en corto" de forma presencial.

Es clave la creación de la firma electrónica para que tenga uso la sesión a distancia, dice Verónica Camino Farjat, primera senadora que utilizó imágenes en una intervención que ocuparon la pantalla mientras exponía.

Desde luego, lo óptimo es la tarea en el salón de sesiones, que, apuntó, "tiene encanto", pero por causa mayor de la pandemia se justifica el trabajo a distancia.

"Al principio, la sesión a distancia se sintió muy rara, porque deja la sensación de no saber si se está entendiendo la exposición", dijo. Con esta modalidad, observó, se sesiona más rápido.

Si por definición en sesiones vía digital no hay espacio a tomas de tribuna, Farjat aseveró que habría abandono de sesión, mientras que Murguía Gutiérrez subrayó: "Quién sabe qué pueda surgir que equivalga a la imposibilidad de dar continuidad a la sesión; nos sorprenden siempre las nuevas formas de creatividad".