“Te celo porque te amo”, el grave error que fomenta la violencia en las relaciones

La Comisión Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia Contra las Mujeres (Conavim) expuso que la falsa idea del amor “romántico”, obliga o compromete a las personas a soportar situaciones o aceptar comportamientos de su pareja a costa de su bienestar e integridad.

Ello, incide de manera directa en la violencia contra las mujeres, porque en el mito del amor romántico por lo general son ellas las que deben sacrificarse, renunciar a sus sueños y aspiraciones, a "darlo todo por amor”, destacó la Conavim en un comunicado.

Durante las relaciones de pareja, es común escuchar frases como la de “te celo porque te amo”. Esto refuerza la idea de que sin celos no hay amor, un recurso dañino que se usa para justificar los comportamientos controladores que restringen la libertad y la autonomía de la pareja.

Refirió que los celos surgen del temor que se tiene a perder aquello que se percibe como una posesión, es decir, son un ejercicio de pertenencia y, por lo tanto, son tóxicos, pues pensar que su pareja les pertenece es un error que conduce a actos de violencia que escalan de intensidad con el paso del tiempo.

Así, la idealización del amor o el romanticismo conducen a pensar que el amor lo puede todo, al punto de decir “te quiero más que a mi vida”.

Esto pone a la pareja en completa sumisión y la “obliga” a aceptar situaciones o conductas no deseadas en nombre del “amor”.

La realidad es que el amor no va a cambiar la conducta de la otra persona, ni es un pretexto para justificar o aceptar conductas violentas, maltratos, abusos o explotación, destacó.

Por ello, resaltó la importancia de entender que el romanticismo es un mito que convence a las personas de que en el amor hay que sufrir, sacrificarse, aguantar, renunciar y pasarlo mal.

De igual forma, añadió que es necesario reconocer que la pareja no es nuestra única fuente de bienestar y felicidad.

De ahí que el amor sin romanticismos se basa en la autonomía de cada uno, sin el miedo de perder a la persona amada, sin obligarla a que se ajuste a nuestro modelo de hombre o mujer ideal.

Romper con el mito que enseñan los cuentos de princesas, permite construir relaciones igualitarias y libres de violencia, señaló.