Temen ecocidio en tierras mayas por parque eólico

Construcción se detuvo por las denuncias de los campesinos

Mérida. - Sobre los regios árboles de la costa mexicana de Yucatán -tan antiguos como la civilización maya que antaño pobló esa tierra- y las especies endémicas como los ambarinos pájaros Yuya o el pájaro Thó, se cierne la sombra de un posible ecocidio a raíz de la construcción de parques eólicos.

El comisario del ejido de Sinanché, Severiano Gutiérrez Celis, cuenta a Efe que tanto él como los ejidatarios de los municipios de Motul, Cansahcab y Suma de Hidalgo están asustados por las firmas de energía Aldesa y Aldener, que intentan despojarlos de sus tierras con base en unos arrendamientos de 30 años firmados sin consentimiento de los campesinos y que posibilitan la edificación.

“Esa belleza natural y nuestras milpas podrían desaparecer para siempre con los parques eólicos que pretenden construir en el oriente con contratos irregulares”, expresa Gutiérrez Celis.

Dichos contratos fueron autorizados en 2014 por el comisario anterior del ejido, Santos Nicolás Chunab Celis, y permiten la renta de 1.089 hectáreas en Sinanché.

Sin embargo, los campesinos no tienen certeza de si lo que afirman las empresas es cierto, ya que estas -asegura Gutiérrez Celis- no quieren darles “copia del contrato que firmó en 2014 el comisario anterior”.

Ese año, al descubrir la irregularidad, los campesinos denunciaron los proyectos y se detuvo la construcción de los parques denominados Chacabal I y Chacabal II de acuerdo con una resolución del Tribunal Superior de Justicia Administrativa. El fallo a favor de los pobladores vino a partir del estudio de impacto ambiental que presentaron los empresarios.