CIUDAD DE MÉXICO (AP) — El presidente más popular de México de años recientes arrancó el domingo su último mes en el poder tras seis años de mandato con dos actos que marcan su forma de gobernar: un baño de masas en el Zócalo capitalino, donde presentó su último informe, y el inicio de sesiones del Congreso salido de las urnas en junio que ya está listo para votar sus controvertidas reformas constitucionales.
Y fiel a su estilo, el mandatario Andrés Manuel López Obrador hizo una votación a mano alzada sobre su más criticada iniciativa: la reforma judicial que, según los críticos, eliminaría la independencia de la justicia y ha suscitado paros laborales del sector, protestas y numerosas críticas nacionales e internacionales por los riesgos que puede suponer para el Estado de Derecho, el comercio internacional y las inversiones.
"Que levanten la mano los que piensan que es mejor que a los ministros (de la Corte Suprema) y a los jueces los elijan el presidente y los senadores... pues no veo a nadie", indicó el gobernante. "Que levanten la mano los que consideran que es mejor que los elija el pueblo". Se escucharon gritos y vítores.
"Que lo internalicen nuestros amigos y vecinos de Estados Unidos", agregó, en referencia a que ese país ha sido uno de los grandes críticos a la propuesta.
La Cámara de Diputados tiene esta propuesta, tramitada de manera acelerada y urgente, como la primera para votarse, pero este fin de semana una jueza admitió un amparo que pide la suspensión temporal de la discusión y el voto de la iniciativa para que no pueda realizarse el domingo.
López Obrador dejará su cargo el 30 de septiembre para retirarse por completo de la política. Dijo que se marcha satisfecho con lo conseguido en su sexenio, aunque parte de la sociedad mexicana no coincide en ello.
En el centro del Zócalo, junto a la bandera mexicana, un puñado de familias de los más de 110.000 desparecidos que tiene México y que llevan protestando varios días frente al Palacio Nacional, mantenían un pequeño plantón resguardados por vallas.
A su alrededor decenas de miles de seguidores del presidente llegados de distintos puntos del país lanzaban vítores al mandatario y mensajes de gracias, algunos sin poder controlar el llanto.
"Me siento muy emocionada porque se va uno de los grandes presidentes", dijo Carolina Figueroa entre lágrimas. "Nos dio la dignidad nuevamente".
La gran victoria en las elecciones de junio en las que los mexicanos respaldaron masivamente su proyecto y a su sucesora Claudia Sheinbaum, quien ganó la presidencia con casi el 60% de los votos, borró cualquier oportunidad para la autocrítica.
El principal logro de López Obrador ha sido, según los expertos, los avances en programas sociales, la pensión universal o tener mejores salarios, asuntos que centraron gran parte de un discurso en que el mandatario no tuvo pudor en asegurar que la salud en México, pese a sus numerosos problemas, ya era "mejor que en Dinamarca", o que el país era el segundo con menos desempleo del mundo, aunque más de la mitad de la población sigue trabajando en la informalidad.
México es un país más militarizado, donde no se ha podido controlar la violencia, ni el avance de los cárteles, ni la impunidad pero López Obrador afirma que su estrategia de seguridad ha funcionado al reducirse los delitos pese a que los homicidios se han mantenido en torno a unos 30.000 al año y los grandes cárteles siguen controlando y ensangrentando muchas zonas del país, incluso algunas que, como el sureño estado de Chiapas, antes no tenían este tipo de violencia.
El baño de masas irá seguido el domingo por la tarde por el primer pleno de la Cámara de Diputados salida de las elecciones de junio, donde el partido del presidente, Morena, y sus socios lograron los dos tercios de parlamentarios necesarios para poder cambiar la constitución a su gusto. Estas propuestas deberán ir luego al Senado, donde al oficialismo le falta un senador para tener esa mayoría cualificada pero no duda en conseguirlo.
Además de las críticas de fondo, los académicos han cuestionado duramente la legitimidad de acelerar los procedimientos legislativos con la expectativa de que las reformas salgan antes de que se marche López Obrador.
Las reformas propuestas también incluyen la eliminación de organismos independientes que sirven de contrapeso al gobierno como el de transparencia o que luchan a favor de la libre competencia.