San Judas Tadeo, conocido como el santo patrono de las causas difíciles y desesperadas, ocupa un lugar especial en el corazón de muchos mexicanos.
Los devotos de este santo, en su mayoría, pertenecen a comunidades profundamente religiosas que encuentran en él un símbolo de esperanza y fe inquebrantable.
San Judas Tadeo, también conocido como "San Juditas", es particularmente venerado en varios países de América Latina, como México, donde su figura ha adquirido gran relevancia como símbolo de perseverancia y fe en la intervención divina.
La devoción a este santo se manifiesta en diversas prácticas, que incluyen oraciones dedicadas, misas en su honor y peregrinaciones a sus santuarios.
Debido a la devoción que existe en el país, por primera vez, este 29 de julio llegará una de sus reliquias a México.
¿Cuándo y dónde ver las reliquias de Roma en el Templo de San Hipólito en CDMX?
Las reliquias de San Judas Tadeo han salido de Roma para arribar a la Ciudad de México (CDMX), ofreciendo a los fieles la oportunidad de contemplarlas durante una exhibición gratuita autorizada por el Vaticano.
La reliquia es un fragmento del brazo del santo, el cual estaba custodiado en la iglesia de San Pietro in Lauro. Este fragmento fue encontrado en una caja situada debajo del altar de una iglesia vecina dedicada a San Juditas y San Simón.
Según el seminario 'Desde la fe', la reliquia de San Judas Tadeo recorrerá diversos templos de la Ciudad de México como parte de una gira especial, dado el profundo fervor que suscita en el país.
Los días 1 y 2 de agosto, los devotos tendrán la oportunidad de ver esta reliquia en el Templo de San Hipólito, en la Ciudad de México. La exhibición estará abierta de 8 de la mañana a 8 de la noche, momento en el cual el templo cerrará al público.
Antes de comenzar su viaje a México, la reliquia recibió una misa especial en la basílica de San Pedro, con el objetivo de bendecir la peregrinación y asegurar el éxito de su visita a tierras mexicanas.
Esta visita constituye una ocasión excepcional para los fieles, quienes tendrán la posibilidad de venerar de cerca una pieza significativa de la historia religiosa.