“La mejor seguridad se
encuentra en el miedo”.
William Shakespeare.
Nos enfrentamos a un impacto sanitario, social, económico y de inseguridad. Hay quienes no lo quieren ver así. Pero hacer una declaración de “Alarma” en todo el territorio mexicano o en algunas partes de él, supone graves alteraciones al orden público y a la normalidad de la vida mexicana tan cotidiana. El asunto va para largo…
Es complicado proteger la seguridad de los ciudadanos, súmele ahora la protección de la salud para tratar de medio contener la progresión de la pandemia.
¿Una declaración de Estado de Emergencia Nacional tipo el 29 constitucional, sin suspensión de los Derechos fundamentales del ciudadano es factible en México? la función gubernativa no es ilimitada, sino que se encuentra delimitada y encauzada por los derechos fundamentales consagrados en la norma creadora del Estado y legislativa del gobierno. Por otro lado, se debió convocar a una reunión extraordinaria al Consejo Nacional de Seguridad desde hace un mes para puntualizar en paralelo con el sector salud, el A, B, C de lo que se tenía que hacer y qué no.
Primero, que autoridades serían las competentes. Por razón de Estado la Ministra de Gobernación, es una cuestión de gobernabilidad, la Secretaría de Salud por lógica, las Fuerzas armadas, debe ser una perspectiva de seguridad nacional y la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, con el despliegue de la Guardia Nacional, la Secretaria de Comunicaciones y Transportes, para los efectos de la asistencia eficaz de la vías terrestres, marítimas y aéreas. Todas, con facultades para dictar órdenes, resoluciones, disposiciones e instrucciones en cada una de sus esferas de competencia, para prevenir y generar respuestas de acciones rápidas y efectivas. Los Gobernadores, por su parte debieron tomar el control total de todas las policías de su territorio, incluyendo a la seguridad privada y protección civil. De igual manera, los Gobernadores bajo la política y óptica de coordinación de la Ministra de Gobernación en materia de seguridad y gobernabilidad de sus territorios, así como control y prevención de hacer lo que en otras latitudes, órdenes y prohibiciones de limitación obligatoria de circulación, exclusivamente para:
Adquisición de alimentos, productos farmacéuticos y de primera necesidad; Asistencia a centros, servicios y establecimientos de salud; Desplazamiento al lugar de trabajo para efectuar su prestación laboral, profesional o empresarial; Retorno al lugar de residencia habitual; Asistencia y cuidado a mayores, menores, dependientes, personas con discapacidad o personas especialmente vulnerables; Desplazamiento a instituciones bancarias y de seguros y Por causa de fuerza mayor o situación de extrema necesidad.
Y lo más peligroso viene, si hay recesión económica. Solo el 0.89% del PIB el año pasado se invirtió en seguridad, para este año fue el 0.97%, nada, comparado con cualquier país de la OCDE que invierten entre el 3% y 5% de su PIB. Estamos situados en el número 72 con un bajo nivel de vida, en relación a los 196 países del ranking del PIB per cápita, así que tenemos el salario medio más bajo del mundo. Se estima que el costo del impacto de la delincuencia en la economía mexicana es del 24% del PIB, cinco billones de pesos.
TAPANCO: Se ha preguntado estimado lector, ¿Cuánto tardaran en encontrar la vacuna? Los expertos dicen que ante una pandemia, lo ideal es no salir a la calle hasta que haya una vacuna. Me desagrada pensar que algún día llegue la humanidad a tener que contar con “pasaportes de salud”, pero al ritmo predatorio que vamos, no lo dudo. Se avecinan tiempos y vientos ennegrecidos de “controles de semilibertad”, restricción ambulatoria y vigilancia de la autoridad a los débiles y vulnerables a la inoculación.
Francisco.soni@uaslp.mx twitter: @franciscosoni