Altura de miras

Hay una frase inmortalizada por Enrique Peña Nieto, quien expresó en un mes octubre pero de 2016, la cual retomo en esta columna para contextualizar las ideas que a continuación expondré, decía Peña: “Un presidente no creo que se levante, ni creo que se haya levantado pensando, y perdón que lo diga, cómo joder a México”. Me parece que, en efecto no hay ni creo que haya una sóla persona que ostente o haya ostentado el cargo de Presidente de la República, Gobernador o Alcalde, que acuda cada mañana al servicio público a pejuidicar “joder” a su país, por el contrario, todos ellos se juegan o se jugaron su paso por la historia y sólo por eso me parece, a priori, válida la frase esbozada por Peña Nieto. 

Sin embargo, no debemos olvidar que, aquellos quienes han (hemos) tenido el privilegio de servir al país desde algún cargo público no estan exentos de errores y desaciertos propios de la naturaleza humana, finalmente seres imperfectos lejos de ser dioses. En esta misma lógica, cuando jugamos el rol de gobernados, en esta relación de supra subornidación, por supuesto que el ciudadano solicita el mayor de los esfuerzos a quienes nos gobiernan en los tres niveles y órdenes, para que a todos nos y les vaya bien. 

Bajo esta lógica, como potosino y habitante de la zona metropolitana de San Luis Potosí, revisé a detalle los mensajes y contenido de los informes que respectivamente presentaron a la ciudadanía tanto el Gobernador como el Alcalde de la Capital: Don José Ricardo y Don Enrique Francisco, ambos, en el ámbito de sus competencias, con sus estilos, sus posturas y los partidos que abanderan sus gobiernos. Y más allá de filias y fobias, como habitante común, simple potosino promedio que recorre todos los días calles y colonias de esta metropolí, quisiera enumerar algunos de los logros palpables en obras de ambos gobiernos, pero además, que en su conjunto le han cambiado el rostro a la zona metropolitana de San Luis Potosí. Verbi gracia: los nuevos puentes del gobierno estatal, el de carretera Rioverde el terminado y el que está en contrucción que será imponente, en periférico el cruce de Coronel Romero y el de Avenida Juárez; por su parte el municipio capitalino sin duda se lució con el paso a desnivel Himalaya sumado a su obra integral con el primer elevador para personas con discapacidad; el circuito que va desde atrás del centro de convenciones, pasando por chapultepec hasta Plaza San Luis y seguramente, con la tenacidad del Alcalde pronto será realidad el de Saucito. 

Si de acciones de gran calado hablamos, no se puede dejar de mencionar la Arena Potosí, indiscutiblemente una gran obra de arquitectura e ingenieria, que luce majestuosa iluminando las noches potosinas, si bien, esta magna obra no estuvo exenta de críticas, recuerde Usted cuanto no se criticó en su tiempo a Don Carlos Jonguitud Barrios por sus Parques Tangamangas o a Don Marcelo de los Santos por el Centro de Convenciones, finalmente obras son amores y esas quedarán siempre para la posteridad. Ambos gobiernos estatal y municipal le han dado un nuevo rostro a la seguridad pública, se renovó el parque vehicular de las dos Secretarías de Seguridad y Protección Ciudadana, hoy circulan por las calles metropolitanas modernas patrullas de última generación que, creamelo, son la envidia de cualquier gran urbe del país. 

En el rescate de los espacios públicos también hay coincidencia en ambos gobiernos, por ejemplo los parques lineales en Soledad y que decir del alumbrado táctico en calles y avenidas de nuestra Capital. Cultura y recreación gratuita para las familias, el Festival San Luis en Primavera y la Feria Nacional Potosina, ya son referentes internacionales. Podríamos seguir enumerando logros (que todavía hay muchos) de ambos gobiernos y, estoy cierto que no faltará el lector al que no le guste este ejercicio de buena fe, desde luego como en todo existen áreas de oportunidad, pero en ocasiones reconocer lo bueno que sucede también resulta necesario, de modo que, luego de haber escuchado con detenimiento el último de los cuatro informes de los también llamados “Hombres G”, para el que escribe resulta evidente que a los dos mandatarios les mueve un genuino amor por San Luis y, aunque generacionalmente los separa más de una década, los dos son producto de la cultura del esfuerzo, como potosino, dio gusto verlos compartir con altura de miras en sus respectivos eventos, y recuerde estimado lector, a dos años de que concluyan sus administraciones, si a nuestros gobiernos estatal y municipal les va bien, a nuestro San Luis de la Patria siempre le irá mejor. 

Los sigo leyendo en el correo: 

jorgeandres7826@hotmail.com