Una de las instituciones, o quizá la única que merece –o merecía– mayor respeto y confianza en el entorno potosino, es la UASLP, característica que en los últimos días se encuentra en entredicho.
Un reportaje realizado por el equipo de Carmen Aristegui, puso en evidencia cómo el gobierno del estado de Jalisco, y la Universidad Autónoma de San Luis Potosí, ocultaron un estudio –realizado por nuestra Universidad –que evidenciaba los niveles de contaminación de la presa Arcediano, en aquel estado, y el grave daño que generaba en la población establecida en sus alrededores y en las márgenes del Río Santiago (de aquel estado).
Este problema de salud pública (que en su momento reveló graves enfermedades, como problemas renales y cáncer), ha alcanzado niveles alarmantes, pero resulta que en dicho de una investigadora de la institución, y del propio rector, no podía darse a conocer, “por acuerdo de confidencialidad” con la institución que pagó el estudio referido. Aquí el vínculo electrónico del reportaje: https://aristeguinoticias.com/3001/mexico/jalisco-oculto-por-10-anos-estudio-sobre-contaminacion-del-rio-santiago-las-muertes-una-constante-en-la-zona/
Creo que los investigadores de una institución pública, que se prestan a eso, son cómplices de un acto criminal, que por un lado evidencian su falta de ética, y por el otro su nulo compromiso social. Pero, en el caso de un rector que responde así, no hace otra cosa que demostrar el bajo nivel que ha alcanzado nuestra máxima casa de estudios.
Queda claro que esto no se realizó durante su periodo como rector, sino en el de su antecesor; sí, el que después fue alcalde de la capital, pero del que el actual rector, fue secretario general. Esa es una realidad, aunque ignoro si también será una realidad la carga de conciencia.
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Otra más de la UASLP. Hace diez años una persona prestó algo a un área de esta institución; el trato se realizó con la persona encargada de esa área. Hace un mes, quien efectuó el préstamo, se presentó en el área correspondiente, para verificar el estado de lo prestado, pero se encontró con la sorpresa que ya no estaba, donde se suponía debería encontrarse.
Al solicitar su devolución, le indicaron que era un poco difícil, ya que no sabían dónde había quedado aquello, sin embargo, lo turnaron a la dirección general de esa área. Cuando fue recibido por quien encabeza esa dirección general (que dicho sea de paso, no es especialista en el asunto, pero por encontrarse casi de manera perpetua en esa dirección, algo debe conocer ya), con mucha cortesía, pero con el cinismo propio de los burócratas universitarios que se saben intocables, se le indicó que no se le podía devolver algo que la Universidad ya no tenía, pero que no se preocupara, que cuando gustara se le podía enseñar cómo entrar a una computadora, para que ingresando a internet, pudiera ver objetos como los que en su momento prestó.
Algo más le aclararon, la Universidad no recibe nada en préstamo, por tanto, sí esa persona prestó, fue por estúpida. La UASLP, no tenía ningún compromiso, ni ninguna obligación de devolver lo que se solicitaba.
La persona que pedía la devolución, con la misma cortesía que le demostró quien dirige esa área, señaló que recurriría a la instancia jurídica (según entendí a una demanda), para lograr la devolución del bien, a lo que le respondieron que si así lo deseaba, así lo hiciera. Queda claro que no le incomoda en absoluto a quien dirige, porque no serán sus recursos los que se utilicen para responder un asunto legal, ni sus abogados, sino los de la propia Universidad.
Muchos ejemplos más les podría referir, pero no más, por ahora; ya en otra ocasión les contaré qué es ese “algo”, quién es la persona “que dirige”, y en qué va la demanda.
Mientras tanto apareció otro aspirante a la carrera por la rectoría: el actual director de la facultad de Humanidades; una especie de Porfirio Díaz, que lleva enquistado 20 años en el cargo; queda claro que no le interesa la rectoría por aprecio a la institución, sino para poderse jubilar como Dios manda, y como las saqueables instituciones lo permiten. Sólo recordemos algo, muchas de las quejas por acoso sexual que emergieron de la UASLP, tuvieron como epicentro la facultad de Humanidades, los señalados ahí continúan, y el director nada hizo.
Si yo les contara…
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Paso al campo de lo municipal. Queda claro que nuestras autoridades aparte de evidenciar una profunda escasez maternal, muestran una carencia total de sensibilidad social. Continúan con la clausura de ladrilleras y ahora han iniciado la demolición de hornos para cocción de ladrillos. Lo escribí en alguna columna anterior: es necesario resolver el problema de contaminación generado por las ladrilleras, pero ésta no es la manera.
No sólo se está privando de una fuente de ingresos a una o varias familias, también se está creando un problema de resentimiento social y se evidencia nuevamente la incapacidad del Ayuntamiento, o sus titulares, pues, para enfrentar problemas con inteligencia y compromiso. Son unos incapaces, en casi todos los aspectos.
Ya que hablamos de incapaces, resulta que el diputado Rolando Hervert señala que es una “pendejada” la ocurrencia de la rifa del avión presidencial (y lo es), pero pareciera que el señor no se da cuenta que en esas circunstancias se puede aplicar el mismo calificativo a todo lo que piensan, dicen y hacen en el Congreso. Nadie le preguntó, por cierto, qué opinión le merece el dicho del gobernador panista de Aguascalientes, quien señaló que mandaría “a la chingada” a todos los que sin ser de aquel estado, solicitaran atención en sus hospitales.
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El pasado fin de semana, mi hijo y su madre fueron de paseo a Cerro de San Pedro, yo no porque no fui requerido; muy entre nos, supongo que ni ellos me soportan. La cosa es que me comentan, elementos de la policía municipal se apersonan en el acceso a la cabecera municipal y solicitan a quienes pretenden visitarla, “una cooperación voluntaria”, de la que no se da ningún recibo.
De entra resulta absurdo el merecer solicitudes de ese tipo, pareciera más bien una extorsión carretera propia de sicarios; pero por otro lado, al no existir un recibo oficial de lo recaudado entre los donantes, alguien puede decir que ingresó equis cantidad, y embolsarse otra similar o mayor. ¿Existirá una norma autorizada por el Congreso, que permita ejercer labores recaudatorias de esa manera?
Bueno, es San Luis Potosí, todo se puede, más con las actuales autoridades; y si así andan las cosas en la UASLP, no podemos esperar más de otras instancias.
A ver qué surge para el próximo sábado; disfrute su fin de semana.