BREVES NO TAN BREVES

.- Los plazos se acortan, los riesgos aumentan y las tensiones permanecen, pero aún así sigo pensando que el Gobierno del Estado y la Universidad Autónoma de San Luis Potosí van a resolver su disputa financiera, siempre y cuando ninguna de las partes quiera estirar la liga más allá de los prudente y no incorporen nuevos elementos que nutran el desacuerdo. Un rasgo perturbador que resta sustento al optimismo es la errática conducta que al respecto ha mostrado el gobernador Gallardo Cardona, quien una semana dice que el adeudo con la casa de estudios está saldado y “es un caso cerrado”, añadiendo que lo que quieren es una “ampliación presupuestal”, que deben tramitar con la Secretaría de Finanzas. Días más tarde reconoce el adeudo pero manda decir que lo paga en especie, lo que no está contemplado en el convenio firmado de su puño y letra que da origen al compromiso, y más recientemente dijo que sí debe y que va a pagar, pero que son 120 millones de pesos y nos los 180 que constan en la información de acceso abierto de la Secretaría de Educación Pública, ni siquiera es un dicho de la UASLP. Además, el mandatario se queja de “grilla universitaria”. Tan fácil como verificar quién y cómo inició el diferendo. Así, se dificulta vislumbrar una ruta racional y oportuna.

.- Sobre el mismo tema y a propósito de los riesgos, hoy es un día particularmente peligroso, ya que la conmemoración del 2 de octubre convocada por un grupo autodenominado “Comunidad Estudiantil por la Dignidad”, está citando frente a Palacio de Gobierno y no en Fundadores o frente al Congreso del estado como en años anteriores. No es un grupo universitario estrictamente hablando, pero nada le impide hacer suyas las banderas de nuestra máxima casa de estudios. Algo deben temer las autoridades universitarias que ayer emitieron un cuidadoso comunicado para deslindarse de ese tipo de convocatorias, sin descalificar a sus promotores, pues eso equivaldría a abrir un nuevo frente. Lo que no se puede rebatir es que conforme se dilate la solución del desacuerdo, aumentan las posibilidades de mayores complicaciones y/o la aparición de protagonismos indeseables con su propia agenda. Escribo antes de que el Congreso vote las inconsultas reformas legales para hacer obligatorio que la próxima rectoría de la UASLP quede en manos de una mujer. Habrá que felicitar a los señores diputados por su finísimo sentido de la oportunidad. 

.- El que probablemente sea el mastín más feroz del gallardismo contra la UASLP, el ayuntamiento capitalino y cualquier otro desafecto del régimen, el titular del Instituto de Fiscalización Superior del Estado, Rodrigo Lecourtois, se quedó desnudo en público. Su señora esposa es desde hace un par de semanas una de las tres personas que colegiadamente administrarán el presupuesto del Poder Judicial del Estado, que supera los mil millones de pesos. La fiscalización correspondiente corre a cargo justa y precisamente del propio Lecourtois. Puede ser, como ya ha argumentado, que no sea algo ilegal, pero si inocultablemente poco ético. Huele también a pago por servicios extraordinarios. A partir de ya, cada vez que el susodicho salga a pontificar sobre la correcta vigilancia del uso de los dineros públicos, como dicen en el barrio, sonará a bofo. 

.- Luego de la tremenda derrota política que significó para Sara Rocha que la dirigencia nacional del PRI abriera de par en par las puertas al alcalde Enrique Galindo Ceballos, no logra rescatar restos del naufragio. Cuando apenas salía del marasmo que en sus oficinas le provocó el propio Alito, vino al informe municipal la secretaria general del CEN tricolor, Carolina Viggiano, quien declaró a los medios que la expulsión de EGC había sido resultado de “una comunicación deficiente” entre las dirigencias nacional y local del Revolucionario Institucional. Ojo, mucho ojo: no dijo que hubiera fallado la comunicación entre Sara y Galindo o entre Galindo y el CEN. No, el fallo fue intrapartidista. Habrá resistencias, pataleos y zancadillas, pero poco a poco el mando real del priismo potosino pasará a manos del alcalde, quien confirmará así un acierto estratégico: no renunciar nunca al PRI, ni cuando más duro lo estaban apaleando Sara y Rojo Zavaleta.

.- Por lo que a expectativas electorales se refiere, al que cada vez resulta más difícil seguirle la pista es al gallardismo pintado de verde. Hace pocos meses sostenía que, si se ofrecía, tranquilamente iría solo a las elecciones del 2027; que tenía la fortaleza suficiente para ganar la gubernatura y todo lo demás que le pongan enfrente. Ahora a la distancia parece que hubiera sido una provocación para ver si Morena se asustaba y le rogaba ir juntos. El partido guinda ni se dio por enterado y ahora de súbito el jefe, líder, guía moral y portavoz verdegallarista, sorprende con que querer competir solos sería un acto de soberbia. Y para no dejar dudas, dijo que su partido (prestado, o más bien rentado) se propone ir a las urnas el 2027 en alianza “con tres o cuatro partidos más”. A mí me van a perdonar, pero este tipo de zigzagueos, giros y maromas llevan a sospechar que ya hizo bien cuentas y vio que solito no le alcanza.

.- Por cuanto hace al tamaño de la eventual alianza acaudillada por el Verde, las matemáticas plantean muchas dificultades.  A nivel nacional solamente hay seis partidos con registro: Morena, PAN, PVEM, PRI, PT y MC. A nivel local hay siete, ya que el Partido Nueva Alianza o PANAL conserva su registro estatal y eso le da derecho a participar en cualquier elección que no sea federal. Así las cosas, en el proyecto más ambicioso de armar una coalición de cinco partidos (el Verde y cuatro más), aparentemente los únicos que quedarían fuera sería Morena y el PAN. Eso supondría que el PRI se sumaría (lo que sin duda se pensaba a la hora de concederle la presidencia del Congreso a doña Sara y reponer procedimiento para volver a expulsar a Galindo), lo mismo que el MC. No parece viable. Entre otras cosas porque es improbable que el PT le dé la espalda a Morena y se vaya con el Verde. Abordado con seriedad el asunto, el gallardismo verde podría ir a las elecciones con si acaso otros dos partidos: el PANAL y quien sabe si el MC. Las otras dos alianzas competidoras serían, hipotéticamente, Morena-PT y PAN-PRI. En lo personal no doy por muerta la posibilidad de que vayan juntos PAN-PRI-MC.

.- A poco más de un mes de inaugurada, la nueva Vía Alterna hacía la Zona Industrial volvió a ponerse de moda, pero no por buenas razones. Con tan pocos días de servicio, ha experimentado algunos daños y fallas que conducen a la inevitable conclusión de que por lo menos tiene partes mal hechas. Ya habrá oportunidad de mayores consideraciones técnicas, pero hoy me detengo en otros aspectos: mostrados en los medios, sobre todo en Pulso, los deslaves y desprendimientos de la malla, doña Seduvop tuvo una revelación divina que la proveyó de sólidos argumentos y rauda salió a decretar: “Es cosa de la herencia maldita”. Ojalá pueda aclarar cuál. Los primeros dos kilómetros los construyó el gobierno federal a través de la SICT y los restantes la administración estatal a través justamente de la Seduvop. A lo mejor no se entienden bien las cosas y la dama califica de Herencia Maldita a la de López Obrador. Aclaren, qué les cuesta. Imposible que se den cuenta, pero el estribillo de ese legado maldito cada vez suena más ridículo. Sobre todo, porque su mero cabecilla, El Guerito Carreras, no ha sido molestado ni con el pétalo de un citatorio.

.- Ayer entendí mejor por qué Ricardo Gallardo le tiene tan poca estima (y menos le tendrá) al presidente de la Coparmex potosina, Luis Gerardo Ortuño. Lo de que cada vez se ganará mayor desafecto de esta administración lo digo porque sus cuestionamientos y criticas cada vez se vuelven más certeras. No sé si esté recibiendo buena asesoría o si está capitalizando su experiencia. Leí con atención las declaraciones suyas que publicó ayer Pulso (página 5B), y son de las que calientan. No tardan en responderle, pero también parece que ya hizo callo. Lea y juzgue usted:

.- “Lo primero que se tiene que revisar en la Vía Alterna es la calidad de la obra, que los materiales cumplan con los estándares y que se revise que los recursos se apliquen de forma adecuada”, dijo con claridad meridiana. Y le siguió: “pero además, que la obra haya cumplido con los procesos y certificaciones”. Ya en plan casi sacrílego, Ortuño señaló que para exigir calidad, es importante que la responsabilidad (de la construcción) recaiga en empresas certificadas y de preferencia potosinas. Añadió que ¨por parte del sector empresarial lo que se requiere es que los recursos públicos se apliquen de manera adecuada, responsable, (que se utilicen) materiales de primera calidad”. En estos lares, en estos tiempos y con estas autoridades, pedir calidad, supervisión, costos razonables, transparencia y moches más mesurados, es una grave ofensa. Tampoco hay que pedirle peras al olmo.

.- El martes pasado, durante su comparecencia en el Senado de la República con motivo del informe presidencial, la secretaria de gobernación Rosa Icela Rodríguez hizo una afirmación que ha de haber provocado muchos temblores, angustias y retortijones entre no pocas conocidas familias de estos rumbos. Dijo nuestra paisana que en el caso del Huachicol Fiscal, las indagatorias no estaban cerradas. Que habría “bastantes” personas más consignadas en los próximos días. Las resonancias locales son por aquello de que uno de los operadores relevantes en esa trama delictiva es un treintañero potosino, que a su vez reclutó a varios amigos más jóvenes para utilizarlos como factureros y prestanombres, que luego de andar aquí comprando todo lo que le vendieran (de la que te salvaste, Chato) se esfumó, pero dejó dicho que estaba “bien palanca” y que pronto regresaría. Probablemente sí, pero a Almoloya. A ver a cuántos se lleva entre las patas.

  11.- Con motivo de su cuarto informe, el gobernador Gallardo Cardona concedió varias entrevistas exclusivas. Una de ellas al colega Daniel Ortiz de este medio. En respuesta a una pregunta, defendió extensamente el uso de préstamos quirografarios por parte de su gobierno. Resultaron ser una especie de recurso virtuoso para resolver rápida y eficazmente requerimientos urgentes, en beneficio de amplias capas de población, especialmente de las que menos tienen. Todo de maravilla, salvo por un pequeño detalle que se olvidó mencionar: esos créditos cuestan y son de los más caros. Además, en estricto sentido su frecuente y costoso uso es siempre resultado de una deficiente planeación 

financiera.

Hasta el próximo jueves.