Camino a Belén

El sábado empezó el invierno con su solsticio y el martes llega la Navidad y con ella muchos nos ponemos melancólicos. Lo que se pueda posponer, habrá de esperar al otro año, al que entra. No sé si es solo un déjà vu, pero parece que fue ayer cuando quitamos apenas el pino y el nacimiento.

Y sin embargo nadie pone el árbol de Navidad dos veces: una esfera puede hacer la diferencia. La colocación de las luces, pero también quién las coloca. No somos los mismos ni están los mismos. Cada año nos trae nuevas ausencias, quizá otras compañías. La cena del martes ha de variar, como la disposición de las sillas. 

En muchos lugares de México la Navidad es más familiar y el fin de año es de destrampe. Suele reunirse la familia y cantar letanías y arrullar la figura del Niño Dios para entronizarla en el nacimiento (pesebre o belén). En los pueblos se va de casa en casa y se entregan bolos o boloches. 

Camino a Belén se llamaba el programa decembrino del padre [Joaquín Antonio] Peñalosa en Televisora Potosina (ambos fallecidos, monseñor y el Canal 13), una especie de precursor de teletones y juguetones, donde se buscaba la colaboración del público para ayudar a niños, niñas y sus familias, que exponían su caso ante las cámaras.

Cada quien habla de la feria según le va en ella, pero a todos se nos aparecen los tres fantasmas de los que dice Charles Dickens se le aparecieron al señor Scrooge. Aunque sea poquito todos pensamos en las navidades presentes, planeamos la presente y esperamos estar en las futuras. ¿Quién sería el chamuco en una pastorela actual? Es una pregunta retórica, claro. Los pastorcillos de zapatos rotos enfrentarían narcobloqueos y tendrían que dar mordida a los guardias; el rey Herodes prohibiría los regalos al recién nacido y no faltaría el pastor que hace “envivos” a cada rato. Los peces en el río seguirían bebiendo. 

A veces falta tiempo para los buenos deseos. Gracias a quienes escriben y han confiado en mi trabajo editorial; gracias a quienes han compartido textos geniales en mis talleres; gracias a quienes han platicado y me han dedicado tiempo; gracias a quienes me han invitado a sus eventos, como espectador o participante. Un ejemplo: hace una semana estuvimos en el penal de La Pila presentando el libro colectivo Hotel Juárez, con historias basadas en la anterios penitenciaría, hoy Centro de las Artes, y fue una experiencia maravillosa. Igual el reciente encuentro de poetas de Baja California Sur y San Luis Potosí, al que nos convocaron Margarita Díaz de León y Luis Budar: una red creativa y propositiva. Allá desde La Villa del Poeta, acá en un colectivo en formación y ampliación. 

A todos y todas que hacen un mundo mejor para todas y todos, gracias.

Comparto un fragmento del (sombrío) poema “La Noche Buena” de Manuel José Othón: “Repican a vuelo / todas las campanas. / Ha nacido el Niño, y el mundo y los hombres / se alegran y cantan. // Sus himnos benditos / al cielo levantan / los pobres, los ricos, los siervos, los reyes / que a su Dios alaban. // La misa de gallo / por fin ya se acaba, / y salen corriendo muchachos alegres / que gritan y saltan...” (pueden leerlo completo en mi blog).

Vamos a Belén, burlemos al diablo, a Herodes y a todos los que se interpongan en el camino. Vaya una oración por quienes padecen alguna enfermedad o sufren ausencias y carencias. Que la fe de cada cual no se interponga en los buenos deseos, que al fin solo estamos un rato por estos rumbos. 

Que sea una gran Navidad, en lo posible. Que haya algo para compartir y muchos abrazos. Nos leemos, si Dios quiere, antes de que termine el año. 

https://alexandroroque.blogspot.com

Correo: debajodelagua@gmail.com

Twitter: @corazontodito 

Posdata 1: Debido a que varios de los cuentos del libro navideño en proceso están participando en el concurso convocado por la Secretaría de Cultura de San Luis Potosí, hemos ampliado la recepción de textos hasta el 2 de enero. Será nuestro primer libro colectivo de 2025. Y hay otros proyectos, manden mensaje.

Posdata 2: ¿Ya vieron la película Pedro Páramo y la serie Cien años de soledad? La adaptación es un género literario que es tan difícil como los demás, y los fandoms contribuyen a que todo se discuta. Ojalá las podamos debatir, que no es lo mismo. Hace falta escuchar, hacen falta crítica y autocrítica en todos los niveles sociales, empezando por “los de arriba”.