La semana pasada mal concluyó para el Ayuntamiento capitalino; el corte –por adeudos– del suministro de energía eléctrica al Interapas, que la Comisión Federal de Electricidad ejerció por los adeudos que el organismo tenía pendientes desde el trienio anterior, mostró la realidad de las penurias económicas que enfrenta.
No es nada nuevo, era por todos sabido el saqueo sistemático que la administración gallardista ejerció sobre todo aquello que pudiera ser saqueable. Como siempre, quien pagó fue la ciudadanía, y varias colonias del sur y poniente de la capital se quedaron sin servicio de agua potable, en plena temporada de calores.
Esto no sólo nos lleva a pensar en la situación financiera del Interapas, sino también en el problema de la escasez de agua que en muy pocos años, comenzará a enfrentar de manera constate la ciudad. Infraestructura obsoleta en algunas zonas, presas que nunca –aún en periodos de prolongada sequía–son desazolvadas, perforación excesiva de pozos, colapso del subsuelo por sobre explotación, desaparición de áreas de recarga, taponamientos de viejos cauces.
Absurdo que teniendo una Universidad con posgrados en
materia ambientales, no se le dé una mayor jugada a tan prestigiada institución.
El problema del agua no fue único para el alcalde, se le sumaron los reclamos de algunos panistas, por haber alternado con el presidente López Obrador durante su visita a la capital. Luego, el suspirante a la candidatura de gobernador, Octavio Pedroza, se apareció para decirle cómo se deben –según él– hacer las cosas.
Típico de Octavio, aparecer cuando algo le interesa, y luego desaparecer, para volver a aparecer cuando lo buscan. Es una especie de Socorrito Blanc, que –delegando organizaciones– le daba por organizarse homenajes a la distancia.
Se acercan las calenturas electorales y afloran los verdaderos yo de los interesados.
Quien sigue totalmente desinteresado y sin manifestar preocupación por la mayor parte de lo que ocurre en el entorno potosino, es nuestro gobernador. Pero ahora no sólo fue evidente su desinterés, también proyectó una insensibilidad muy infame al retrasar su reacción frente a la tragedia de lo ocurrido en Matehuala.
La cosa es simple: Juan Manuel Carreras prefirió estar de socialito en el evento de coronación de la reina del ejido, que dirigirse a la zona afectada para evaluar directamente la magnitud de los daños ocurridos la tarde del jueves. A las 21:22 ya cuando era del conocimiento común la magnitud del suceso, de la cuenta de tuiter @ogarrio, se dirigió un mensaje al gobernador: Así está Matehuala ahorita señor gobernador @JMCarrerasGob. Deje esa pinche fiesta en la que anda y vaya a atender la urgencia. Ni respuesta hubo, para él nunca hay urgencia.
Desde luego que se presentó en Matehuala, pero hasta la mañana siguiente. ¿Qué correrá por sus venas?
No sólo son reprobables estas actitudes, son también un indicador de la entropía por la que atraviesa la persona del gobernador, el aparato gubernamental, y su partido.
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Hace varios meses nos escandalizó y horrorizó en todo México, la situación del SEMEFO en Guadalajara, donde la falta de espacio en sus instalaciones, obligaba a un peregrinar permanente de tráileres repletos de cuerpos. Algo parecido ocurre en la Huasteca, sólo que por falta de médicos. El servicio forense de Ciudad Valles se quedó al menos durante dos fines de semana, sin servicio de médicos legistas, lo cual obligaba a trasladar los cadáveres hasta Tamazunchale. Esto ocurre porque los médicos son sindicalizados y andaban de vacaciones, al margen de que descansan sábados y domingos. Y el gober como el Peje: relajado, relajado, relajado…
Quien ya no lo anda tanto es el farsante del diputado Pedro Carrizales, sí, el Mijis; resulta que luego del escándalo que protagonizó al agredir a una actuaria, pretendiendo impedir una diligencia judicial, la afectada presentó una denuncia, y finalmente un juez ordenó al legislador pandillero que él y sus hordas se abstuvieran de acercarse, tener trato, o intimidar, a la trabajadora del poder Judicial. No es por desearle el mal, pero ojalá lo sancionen por abusivo y montonero.
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Resulta que el día de ayer, las redes sociales del Ayuntamiento, señalaban que desde 1656 al ser elevado al rango de ciudad, el pueblo de San Luis, pasó a ser capital. ¿Cómo que capital de qué? El estado –del que es capital– surge después de consumada la independencia. Sería interesante que la dirección de Cultura del H. Ayuntamiento, no diera tantas libertades a los que manejan sus redes sociales, porque luego se las dan de eruditos en algún tema y cometen dislates mayores, que desafortunadamente una gran mayoría se los cree.
Supongo que quien dirige esa dirección es una persona conocedora de la cultura potosina; y si no lo es tampoco pasa nada, la ciudad tiene una cronista que los podrá asesorar acertadamente. Consúltenla por favor y dejen de difundir barbaridades.
Se aprecia, con alegría, que están siendo restauradas las fachadas del edificio del antiguo Banco Ixtlero, en la esquina de las calles de Allende y Carranza. El Mercurio por fin lucirá en todo su esplendor. Esperemos que no retiren –aunque ya lo hicieron–los tensores de los cables del tranvía que pasaba por esas calles; son de los pocos testigos que se conservan de ese medio de transporte. Total, nada cuesta que las autoridades del INAH y Centro Histórico, les pidan que los vuelvan a colocar.
Dicen los que saben, y los que no, repiten, que hoy es sábado social, disfrútenlo, pero no se excedan.