En 2020 México tuvo una población de 126 millones de habitantes, con una tasa de crecimiento anual promedio de 1.2 %, la menor desde 1960 – 1970 que fue de 3.4 %; este dato muestra que la política pública de control de natalidad va logrando sus objetivos, sin embargo esta ya debería ser menor al uno por ciento; la diferencia entre lo ideal y el crecimiento real de la población es muy importante, ya que ello se verá reflejada en el futuro en la demanda en los servicios de educación, salud, empleo y vivienda.
Otro dato relevante del Censo 2020 para las políticas públicas es el incremento de la edad promedio de los mexicanos, en 2000 fue de 22 años, en 2010 de 26 años y para 2020 de 29 años, esto significa que la población está envejeciendo, lo cual se reflejara en una mayor demanda de pensiones e incremento de personas dependientes económicamente y la disminución de la población económicamente activa; ante esta situación es necesario diseñar políticas públicas orientadas a fortalecer el fondo de ahorro para el retiro de los mexicanos.
Las entidades federativas con mayor número de habitantes son: Estado de México, Ciudad de México, Jalisco, Veracruz, Puebla y Guanajuato, lo que implica mayor demanda de servicios públicos, educación, salud, empleo, vivienda e infraestructura. Los Estados que requieren fortalecer su política pública de control de natalidad son Quintana Roo, Querétaro y Baja California Sur, cuya tasa de crecimiento es superior al dos por ciento; las entidades que más han avanzado son: CDMX, Guerrero, Veracruz, con un crecimiento igual o menos a 0.5 %.
Un área crítica para el diseño de políticas públicas es la dispersión de la población, para 2020, 145 localidades tenían 100,00 y más habitantes, mientras 185,243 localidades tienen menos de 2,500 habitantes; esta situación sin duda genera altos costos para dotar de servicios públicos básicos a estas localidades, por lo que su calidad de vida será menor al promedio nacional y con ello ser susceptibles de vivir en condiciones de pobreza, marginación y con ello prolongar el gran problema de México, la desigualdad.
Una situación social que debe ser atendida con políticas públicas que modifiquen el comportamiento es la fecundidad, principalmente en el sur del país, en estados como Guerrero, Oaxaca y Chiapas donde el promedio de hijos por pareja es de 2.4 o más; hay evidencia científica que a menor número de hijos la calidad de vida de las familias se incrementa; como decía una política pública de los años 70 del siglo pasado, la familia pequeña vive mejor, ya que se generan la condiciones para una mejor educación, salud y empleo.
Un problema invisible para la agenda de gobernabilidad en México es la población en situación de discapacidad, la cual asciende al 16.5 % de la población total, es decir que más de 20 millones de mexicanos tienen una limitación en la actividad cotidiana de su vida o con algún problema o condición mental que le impide llevar a cabo una vida normal; las discapacidades más comunes están vinculadas con dificultades para caminar, ver, oír, bañarse, vestirse o comer; recordar o concentrarse y hablar o comunicarse.
En educación hay avances y pendientes, la asistencia escolar paso del 91.3 % en 2000 al 94.1 % en 2020, lo que significa que 6 de cada 100 niños de entre 6 a 14 años no va a la escuela; el problema más grave se presenta en la población de entre 15 a 24 años, en este grupo de edad la asistencia escolar paso de 45.3 % en 2000 a 46 % en 2020; es decir, que de cada 100 jóvenes 54 no asiste a la escuela, lo cual sin duda se ve reflejado en su calidad de vida, ya que la mayoría de estos jóvenes encuentra empleos precarios e inestables.
La tasa de participación económica paso de 49.3 % en 2000 a 62 % en 2020, esto significa que el país requiere de políticas públicas en coordinación con el sector empresarial para impulsar el empleo, principalmente en el sur del país donde existe mayor rezago; también es necesario una mayor equidad de género, ya que solo el 49 % de las mujeres participa en actividades económicas; además se requiere generar las condiciones para incrementar la productividad y calidad de vida de los trabajadores.
En síntesis, los datos proporcionados por el Censo 2020 son muy importantes para convertirlos en información que permita tomar mejores decisiones de política políticas públicas, en este artículo no se abordaron todos, solo se puso énfasis en la importancia que tiene diseñar intervenciones gubernamentales para el control de la natalidad, hacer frente al envejecimiento de la población, la dispersión de la población, discapacidad y el déficit en el mercado laboral. Próxima colaboración: 17 de febrero de 2020.
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