La semana pasada el título de esta columna hizo alusión al poema de un potosino pero también a una columna al gran Monsi, el de los gatos. Carlos Monsiváis tituló a una sección de su columna “Para documentar nuestro optimismo”, y así pensé en titular la de esta semana: por donde quiera salen políticos emitiendo lugares comunes, chistes y proclamas como si fueran piezas de oratoria únicas y originales.
Pero como además de las perlas discursivas están los hechos de los que no se habla, al menos no en voz alta (el chisme está buenísimo en las redes) opté por el que está aquí arriba. Los daños son estructurales y (como en el caso de la línea 12 del Metro o el monumento a los voladores de Papantla) no basta con “rebachear” o apretar unos tornillos. Ahora resulta que la empresa nunca entregó el manual. Igualito que en el Realito, supongo.
“Aunque somos de partidos diferentes, el gobierno de la capital y el gobierno estatal mantienen hoy una excelente relación, que no se veía hace muchos años […] porque en el trabajo tenemos un solo partido: San Luis Potosí”, afirmó el presidente municipal de “la capital del sí”, Enrique Galindo Ceballos. Esto durante el arranque de la rehabilitación de la av. Carranza, en una zona pudiente de la capital a la que no le urgía esta obra. Por mi casa, que es su casa, hay calles y avenidas no tan visibles pero que piden a gritos una buena remodelación para bien de adultos mayores y ciudadanía en general.
La justicia es una de esas zonas institucionales donde solo hay nuevos nombres y no se revisa el fondo. Basta ver las noticias recientes sobre el caso Debanhi o el sacerdote Eduardo Córdoba. También lo dijo Monsi: “Todo cambia, todo se transforma: todo sigue igual”.
Si alguien cae en la cárcel (o centro de reinserción social, para que no me regañen) una reacción muy posible es enfermarse. Lo malo es que parece que solo pueden gozar de “detención hospitalaria” los que tienen más dinero o mejores abogados, que viene a ser lo mismo.
La exfuncionaria y excandidata Monimorena “N” sigue detenida en el hospital y ya de ahí podría irse a su casa, junto a otros dos exfuncionarios de la administración anterior. Aunque según la organización Ciudadanos Observando el desvío fue por más de mil millones, fueron acusados solo por 52 millones.
Antes “los metían a la cárcel, pero por jurisprudencia salían a los dos o tres meses y nunca regresaban nada; no queremos gente en prisión, solo que regresen lo que se llevaron”, dijo el gobernador Ricardo Gallardo. «Estamos cuantificando la reparación del daño y se les proporcionó una cuenta con la finalidad de que realizaran el reintegro de la reparación del daño. Tenemos aproximadamente 30 millones de pesos”, añadió el fiscal, José Luis Ruiz Contreras. ¿Los que se roban unos calzones o unas cervezas en el súper también saldrán en cuanto los paguen? ¿O los que se roban carteras en el transporte público? No es lo mismo resarcir el daño que pagar una multa o cumplir con la ley.
Por un lado, me llega un mensaje de texto que dice “ULTIMA HORA: gobernador de SLP Ricardo Gallardo aprobación al doble en primeros 6 meses de gobierno. Clic para ver más” (y una liga que mi bendito cel marcó como spam) y por otro leo que ese dato es de una encuesta de la empresa Rubrum, donde si bien el gobierno potosino está en primer lugar por “desempeño”, obtuvo apenas 3.9 por ciento de aprobación en “seguridad pública”.
El domingo pasado hubo un ataque armado contra los habitantes de una vivienda en Lomas de Satélite. En el video viralizado, de minuto y medio, se ve que los delincuentes llegan en una camioneta de reparto de papitas fritas, de esas que no puedes comer solo una, y se soltó la balacera. Las personas que estaban en la escena se meten a la vivienda y otro se tira al piso, parapetándose tras un carro. Dos personas, con armas largas y chaleco antibalas, bajan de la camioneta y disparan directo a puertas y ventanas, con aparente respuesta también a fuego desde el interior de la casa.
El otro caso, actual y muy triste, por mostrar tantas debilidades de nuestro sistema, es el de Martha Guadalupe (15 años) y Heidy (16 años), dos adolescentes indígenas de Coromohom, que no eran localizadas desde el 18 de abril. Querían ir “a México” para mejorar su situación económica y “agarraron monte” como pudieron. Coromohom es una comunidad de la huasteca potosina, a kilómetro y medio de Tanlajás, con unos 650 habitantes. Los familiares de las adolescentes denunciaron que las autoridades nunca los apoyaron realmente en la búsqueda. La mañana del jueves 18 de mayo, luego de más de 20 días en la sierra de Tanchipa, Heidy llegó sola, deshidratada y asustada, a Los Sabinos, donde en una primera versión dijo que su prima habría fallecido y la enterró en la sierra. Luego se desdijo, y la búsqueda de la menor continúa. La interrogaron sin la presencia de familiares y abogado. Ojalá haya justicia, no solo para ellas sino para la comunidad de Coromohom y todas las otras comunidades indígenas.
Ya para irme esta semana, ¡felicidades a todo el personal docente de todos los niveles! Con dos o tres chambas, o ganando lo que se puede por reducción de horas, es un gremio que en su mayoría lucha contra incomprensiones, adversidades y hasta grillas. También hay fallas estructurales. Sin contrato a veces, sin prestaciones o un mínimo de certeza laboral, muchos seguimos por el gusto de compartir, de aprender.
Me escribió un querido asistente al taller literario: “He renacido gracias a estos talleres”. Yo también renazco cada vez. Gracias.
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