«Felices 80, Batman», fue el ciclo de conferencias al que tuve la oportunidad de asistir la primera semana de abril. Esto, como parte de la cátedra extraordinaria José Emilio Pacheco de la Universidad Nacional Autónoma de México, en un programa promovido por el maestro Roberto Coria Monter. Así es, además de un ciclo de cine, Batman, sus historias, adaptaciones, amigos y enemigos fueron motivo de discusiones de alto nivel en la UNAM.
Y es que la realidad copia a la ficción, así sea una ficción de “monitos” (o cómic, tebeo, historieta o (como dicen los más cultos) novela gráfica. Por algo Batman es quizá el único superhéroe a la altura del arte, o del mito y así fue abordado, desde ópticas como la criminalística, la literatura, la psicología y el diseño.
Hacer “monitos” es cosa seria. La realidad es un género literario.
Batman es la personalidad que asume Bruce Wayne (o Bruno Díaz, para quienes lo conocimos en la década de 1970) tras la muerte de sus padres. Su superpoder es el dinero, pero no tiene la fuerza o las mutaciones de sus superamigos. A lo largo de estos 80 años se ha ido haciendo más complejo, más oscuro, a diferencia de los héroes tradicionales, como Supermán. Vigilante, vengador anónimo, creador de supervillanos, trastornado o el mejor detective del mundo, pero es, como su logotipo, una de las imágenes más representativas de buena parte del siglo XX, y al parecer de lo que siga del siglo XX.
La némesis de la oscuridad de Batman es el colorido Joker o Guasón, quien ya va por su enésima película como personaje principal, le encanta robar protagonismo. A pesar o a consecuencia de Batman los supervillanos han aumentado en su ciudad, y hasta un manicomio especial tuvieron que hacer para encerrar a buena parte de los que se enfrentan al encapotado: Acertijo, Dos Caras, Señor Frío, Gatúbela, Pingüino, Bane, Sombrerero, Hiedra, Cocodrilo y otros.
En La broma mortal, a mi gusto uno de los mejores cómics del hombre murciélago, el Guasón le espeta:
«Todo es una broma! Todo, y todos, lo que siempre hemos valorado o luchado por ello… ¡Es un monstruoso y demente chiste! ¿Así que por qué no puedes ver el lado cómico? ¿Por qué no te estás riendo?»
Vicente Quirarte, Benito Taibo, Ricardo Peláez, Luisa Iglesias, Silvia Piñera, Mario Conde, Miguel Ángel Gallo, Aurea Xaidé, Guadalupe Gutiérrez, Armando Casas, Francisco Haghenbeck, Liliana Blum, José Luis Zárate, Víctor Carrancá, Erick Gómez Tagle y Bef, entre otros, discutieron sobre muchos aspectos de un héroe cuyas aventuras y enfrentamientos abarcan todos los medios de comunicación, del radio al cine y del cómic a la televisión.
Van algunos apuntes que tomé o hice, y los comparto casi al azar, pero muchos están relacionados con una frase de la película El caballero nocturno (2008), de Christopher Nolan. Es la que dice el comisionado Gordon: “Él es el héroe que se merece la ciudad, pero no el que necesitamos ahora”.
Batman es parte mesías y parte Dr. Jekyll y Mr. Hyde. Es Gilgamesh (con todo y Enkidu, Robin), parte Conde de Montecristo y parte (la más conocida) Sherlock Holmes. No busca venganza para sí, pero tampoco busca cambiar el establishment. Combate la locura pero se refleja en ella.
La sabiduría popular ha acuñado la frase “Hay héroes que no usan capa”. ¿Qué tipo de héroes necesitamos y cuáles nos merecemos?
Benito Taibo: en México el único que podría ser Batman es Carlos Slim.
Hoy hay tantos que se visten de héroes, tantos villanos encubiertos (dos caras), tantos vengadores anónimos. Todos creemos ser de “los buenos”.
Bruce Wayne es la máscara del hombre murciélago. ¿Cuál máscara es la “verdadera” en otros personajes? ¿Se puede vivir sin máscara?
“En estos tiempos a Don Quijote le hubieran quemado sus cómics”.
Carrancá: La ley del talión sólo aplicaba cuando el demandante y el demandado eran de la misma clase social. Cuando no, el de clase más alta procedía como le convenía. Como hasta hoy, pareciera. La ciencia criminal busca “sustraer al hombre de la tiranía ajena y ayudarlo a librarse de la tiranía de sí mismo y la de sus propias pasiones” (Carrara).
“Mueres siendo un héroe o vives lo suficiente para volverte un villano”, comenta Batman en la película ya citada. El poder puede enloquecer, o al menos frustrar al confrontarte con lo que no se puede cambiar, como le sucede al personaje de Fantomas contra los vampiros multinacionales, la incursión de Julio Cortázar en la novela gráfica.
Aurea: de lo sexualizado a lo masculinizado, ¿hacia dónde va la representación de los personajes femeninos en los cómics, en la literatura en general? Silvia: Muchas mujeres dejaron de consumir cómics porque de venderse en el puesto de revistas en la calle pasaron a ser productos de lugares no siempre amigables para ellas. Luisa: dejar de lado la idea de “eres niña, no puedes”.
Gotham (o Gótica) reinventa su espacio urbano. Acostumbrada a las gárgolas, adopta la batiseñal como identidad nocturna y a la locura como señal de su modernidad.
Gómez: en 1939, año de nacimiento de Batman, se graduó el primer criminólogo mexicano, Alfonso Quiroz Cuarón, colaborador luego en La Castañeda y en el Palacio Negro de Lecumberri. La criminalística tomó su lugar entre las ciencias. La sociedad mexicana de criminalística tiene un murciélago por emblema.
BEF: los superhéroes son un producto típico de Estados Unidos, y aunque últimamente han optado por inclusión de géneros, países y razas, el cómic es una industria que finalmente vive de sus ventas y cambia con los tiempos. Haghenbeck: los villanos de batman son miedos (gringos) personificados: el terrorismo (Joker), el ecoterrorismo (Hiedra), la pederastia (Sombrerero), la corrupción (Dos Caras), la usura (el pingüino)...
Posdata a manera de posible guión: Batman murió hace tiempo, pero su patrocinador, Bruce Wayne, no ha querido que nadie se entere, mediante un equipo de luces que produce teatro de sombras por toda la ciudad. Padece alzheimer y para escribir la biografía del héroe oye una y otra vez los audios que aún conserva. A veces, sin querer, suelta una carcajada que lo asusta. (Continuará…)
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