Decepción, conflicto e incertidumbre

El próximo 6 de junio se elegirán 21,368 cargos de elección popular, entre los que destacan 500 diputados federales, 15 gobernadores; congresos locales, ayuntamientos y alcaldías en 30 entidades federativas. El proceso de selección de candidatos inicio desde finales de 2020, cuyo resultado ha sido el enfrentamiento y fragmentación al interior de todos los partidos políticos, la cual será mayor conforme avanza el proceso de selección de candidatos a diputados federales, diputados locales y Ayuntamientos.

Los militantes de cada partido político no han quedado conformes con las decisiones tomadas, en todas las entidades federativas hay manifestaciones, denuncias, amenazas, enfrentamientos y cuestionamientos a quienes has sido elegidos; en la historia política contemporánea no se recuerda procesos de selección de candidatos al interior de cada partido político como el que actualmente se está viviendo; la clase política se siente amenazada en sus intereses, y ha recurrido a estrategias de alianzas pocas veces utilizadas en el pasado reciente.

El gran objetivo de las decisiones políticas tomadas está la defensa o el ataque a un proyecto político nacional que ha puesto en el centro de la acción la gran corrupción que ha predominado en nuestro país por muchos años, que ha exhibido los acuerdos para hacer negocios con dinero público; pero también está la decisión de que tanta responsabilidad tienen el estado y el mercado en las decisiones de política pública y la manera que se definirán los problemas públicos y sus instrumentos de solución.

En búsqueda de equilibrar el poder en el congreso federal y crear contrapesos locales se han generado alianzas políticas que ha repercutido en la selección de candidatos a gobernadores, diputados federales, a congresos locales y ayuntamientos de mayor peso político; el pragmatismo se ha privilegiado sobre la ideología, el poder político sobre la militancia, los antiguos enemigos ahora son aliados, el trabajo y la fidelidad partidista no ha sido reconocida, no se escucha a nadie, todo se hace en una discrecionalidad total.

Una consecuencia del pragmatismo adoptado por las cúpulas de los partidos políticos es la gran decepción de sus militantes, que son las personas que viven la política día a día, que dan la cara por sus partidos políticos, que presumen su playera con los colores de su partido político, aquellos que son los intermediarios entre la clase política y los votantes, los que defienden las fachadas de sus casas por ahí se anuncian sus candidatos, quienes les llaman a sus vecinos para que acudan al mitin político.

El proceso de selección de candidatos también ha puesto en evidencia a quienes buscan el poder al precio que sea; con gran facilidad pasan de un partido político a otro, son aquellos que nunca llegan a entender la ideología del partido político por el que participan en los procesos electorales, se suman al que consideran les dará el triunfo electoral, sin importar pisotear y humillar a quienes son los verdaderos militantes, a quienes fundaron su partido político; quienes a toda costa buscan obtener la candidatura y abrirles espacios políticos solo a sus incondicionales.

Las decisiones políticas han generado enfrentamientos entre quienes tomaron la decisión y los que se sienten afectados; las formas de manifestación han sido diversas, desde la denuncia de la vida personal de los elegidos, las protestas en redes sociales y en las calles, la toma de oficinas y las marchas; de nada ha servido la inconformidad y el conflicto generado, las decisiones se mantienen, por el contrario, se ha generado toda una persecución política y laboral de los inconformes.

La clase política se ha olvidado del electorado, parte del supuesto que su fidelidad no se transforma, no cambia a pesar de ponerle como candidatos a quienes el pasado reciente se enfrentaban entre sí; pero el ciudadano que acudirá a las urnas está informado, está viviendo y sigue de cerca las decisiones políticas que se han tomado, y tiene dos alternativas seguir siendo fiel y acudir a las urnas siguiendo la línea marcada por las cúpulas políticas o ser racionalmente apático y abstenerse de votar.

En síntesis, las decisiones políticas tomadas por la clase política en México han generado decepción de los auténticos militantes de cada partido político, conflicto entre los diversos grupos que componen la estructura de poder e incertidumbre sobre los resultados del proceso electoral de junio de 2021; el electorado sabe lo que sucede, está informado, premiara o castigara a quienes tomaron las decisiones políticas o simplemente será un espectador racional de lo que está sucediendo. Próxima colaboración: 03 de marzo de 2020.

Twitter: @jszslp