“Siempre autónoma por mi patria educaré”. UASLP
En abril pasado, la Universidad Autónoma de San Luis Potosí celebró la renovación del máximo responsable en su conducción, fue una elección ejemplar, de la cual la universidad salió fortalecida, a través, de la designación del Dr. Zermeño, quien genera grandes expectativas a favor de la institución, (de igual manera, los primeros altos nombramientos han sido bien vistos por la comunidad universitaria).
Sin embargo, debemos recordar que se trata de una organización educativa grande, no solamente, en el número de sus comunitarios sino en el liderazgo que ha forjado entre las otras instituciones nacionales (actualmente es ubicada como la 3ª universidad pública de mayor nivel en el país). Es referente obligado dentro de la sociedad potosina. Gran parte de su prestigio opera, y se desarrolla, diariamente en sus escuelas y facultades.
He aquí, que se presenta un nuevo punto de inflexión en el próximo mes de junio, que vendrá la designación de las próximas Directoras y Directores para el ejercicio 2020-2024. Como comprenderemos, para la correcta vida universitaria se trata de una decisión tan trascendental, como la misma tomada en abril.
La atinada designación de las nuevas directoras y directores, o la ratificación de proyectos que vienen siendo ya desarrollados (pues muchos directivos se presentarán para una eventual reelección), resulta fundamental para seguir manteniendo y creciendo ese prestigio y liderazgo educativo. La UASLP posee posgrados de excelencia, centros de investigación científica del más alto nivel (piénsese en el CICSaB, que hoy auxilia a las autoridades sanitarias en el diagnóstico del Covid 19), licenciaturas certificadas a nivel nacional, más un largo etcétera.
De lo anterior son responsables, en gran parte, los Directores y las Directoras de las facultades, por ejemplo, la Facultad de Medicina, quizá la mejor del país (esta era la mejor carta de presentación de nuestro Rector, pues era el Director de la misma).
Empero, la universidad como cualquier otra organización no se encuentra ajena a los cambios sociales y medio ambientales, la actual crisis sanitaria mundial, nos ha hecho ver nuevas realidades, y con ello nuevos retos, desde luego, que estamos entrando a una nueva normalidad y muchas situaciones sociales sufrirán impactos, por lo que, hay que adaptarse rápidamente, de ahí, el perfil y plan de trabajo de las candidatas a Directoras y candidatos a Directores será fundamental.
La mejor garantía del perfil es su compromiso institucional, sin duda, la universidad es una “camiseta” que pesa y se siente en el corazón, sin embargo, no lo es todo, de poco serviría una eminencia sin compromiso institucional, o incluso, sin un plan de trabajo serio, (en la universidad no se improvisa se da resultados).
Es decir, un plan de trabajo debe tomar en cuenta los nuevos retos, desafíos sociales y adversidades; por ejemplo, la crisis sanitaria nos hizo ver lo importante que resulta la educación a distancia, poseer las tecnologías y programas al respecto.
Además, es necesario poseer profesores bilingües y desarrollar esta habilidad en el estudiantado (la interconectividad con otras regiones es innegable). Desde luego, ver a una universidad más amplia e incluyente (derivado de su liderazgo, debe de incrustarse en la educación continua de los egresados, colaborar activamente en la actualización de los profesionistas, colegios y asociaciones).
De la misma manera, ver alternativas a la educación presencial, ofrecer posgrados en línea, como otras grandes instituciones privadas en el país. Los directores próximamente electos, deben de adecuar los objetivos institucionales a la misión universitaria, ósea, el desarrollo de las ciencias, lo que conlleva a invertir en profesores de tiempo completo, y en centros de investigación (respetando la equidad de género).
Mejorar las vías de comunicación con el sector privado, no se puede ignorar la vocación industrial de la ciudad. Así mismo, desarrollar el factor humano, el estudiantado en su mayoría son jóvenes, tienen el derecho a participar en un desarrollo integral, lo que incluye la cultura el deporte y las artes; acompañarlos a través de tutorías, mitigando el fantasma de la deserción escolar.
Sin duda, será una decisión muy importante y responsable la que habrá de tomarse, pero los cuadros los tienen, definitivamente, hay gente que ha dado toda su vida al engrandecimiento de nuestra universidad, que siente la camiseta, porque siempre les importó y se involucraron, desde que eran estudiantes, muchas de nuestras autoridades universitarias, empezaron desde las representaciones o consejerías estudiantiles.
Las y los espero con el gusto de siempre, por esta mi casa editora, el próximo viernes, así mismo, los invito a escucharme en el 89.3 de la FM, junto a la comunicadora Fanny Omaña.
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