DIRECTRICES Y LINEAMIENTOS

En este oficio hay veces que uno atrapa el tema, pero hay otras en que el tema lo atrapa a uno. El miércoles de la semana pasada, concluida la escritura de la columna del jueves 24, decidí que la siguiente estaría dedicada a alguno de otros asuntos que tengo en el tintero, para dejar reposar lo de la reforma legal que suprimirá el nepotismo en los cargos de elección popular y sus repercusiones en nuestro estado. No pude, el tema se impone.

   Para empezar, ese mismo jueves 24, hace justo una semana, la presidenta Claudia Sheinbaum anunció que la propia Presidencia de la República enviará el próximo año una iniciativa de reformas constitucionales con el doble objetivo de cancelar la reelección e impedir el nepotismo en los cargos de elección popular. Esto, no obstante que una semana antes, el jueves 17, la diputada regiomontana Clara Luz Flores presentó una propuesta similar. 

En tanto no se conozca la iniciativa presidencial, es imposible saber si complementa, modifica, refuerza o matiza la de la legisladora. En todo caso, lo interesante del anuncio presidencial de referencia es que establece un marco temporal. Dijo la doctora Sheinbaum que la iniciativa será enviada para el siguiente período ordinario de sesiones del Congreso de la Unión, que inicia el primero de febrero y concluye el 30 de abril. O sea, nada de que estos trámites se van hasta el 2030. Salvo situaciones imprevistas, las reformas constitucionales estarán vigentes aproximadamente dos años antes de que los potosinos tengamos nuevas elecciones de gobernador, de alcaldes y de diputados.

Este horizonte temporal es importante para nuestro caso, porque la primera reacción gallardista, ante esta adversidad para su proyecto caciquil vía nepotismo, fue asumir que en todo caso se trataba de un cambio que entraría en vigor en el 2030, tres años más tarde de la próxima elección local del 2027. Dicho de manera concreta: Las modificaciones legales para combatir el nepotismo estarán vigentes en la sucesión del gobernador Ricardo Gallardo Cardona.

Vayamos ahora a lo que quizá sea la parte más importante de todo esto para nosotros los potosinos. Al mismo tiempo que se tuvo claro que la repulsa legal al nepotismo iba en serio y llegaría a tiempo para imposibilitar el cacicazgo gallardisto por esa vía, fue notable que Gallardo Cardona no se contuvo, no se amilanó. Más bien optó por lo que aquí hemos calificado de huida hacia adelante. Refiriéndonos con esto a la decisión de persistir en el camino que se lleva no obstante el aviso de que adelante hay obstáculos insalvables.

En un primer momento parecía que esa insistencia en la misma ruta, intensificada con múltiples apariciones en eventos públicos de la señora Ruth, un reforzado operativo de promoción publicitaria y el establecimiento de una estrategia para que todo beneficio a la población se le atribuya a ella, sea cierto o no, obedecía a la confianza en que las previsiones legales antinepotismo se dilataran hasta después del 2027.

Pero no, no parece ser así. Si hemos de dar crédito a lo que se menciona sotto voce en el entorno gallardista, sus cabezas principales están considerando muy seriamente una maniobra, sólo en apariencia astuta, para darle la vuelta al impedimento: optar por el divorcio. Esto quiere decir que en el momento oportuno el matrimonio Gallardo-González quedaría disuelto para salvar cualquier impedimento por razones nepóticas.

En lo personal me cuesta trabajo creer que efectivamente se esté pensando en una ruta de salida tan descabellada, por lo frágil y desafiante que resulta.

Por principio de cuentas, en el aspecto formal, nada impide que las reformas constitucionales y legales incluyan una simple previsión que además de entre parientes de primero y segundo grado por consanguinidad y afinidad, queden impedidos de traspasarse cargos “los cónyuges que se hayan divorciado menos de tres o seis años antes, según sea el caso”. Jurídicamente, nos dicen los expertos, es perfectamente viable, máxime si la norma se inserta en la Carta Magna.

Pero hay algo más. Comentado el tema con un morenista enterado y pensante, nos hizo un planteamiento interesante. Palabras más palabras menos nos dijo que aún sin reformas ad-hoc, la práctica del nepotismo ya puede darse por desterrada “en Morena y uno pensaría también que entre sus aliados”. 

Se explicó: Desde el momento en que la presidenta Sheinbaum se pronunció públicamente en contra del nepotismo, para su partido se convirtió en una directriz política y en un lineamiento ético. Si los demás partidos que la apoyan -Verde y PT- se hacen los desentendidos, allá ellos. Solo no olvidemos que una vez aprobadas y promulgadas las reformas pertinentes, van a ser obligatorias para todos los partidos.

Quizá esto explique que luego de un par de semanas de presencia de la señora Ruth en las diferentes regiones del estado, estos últimos días se haya concentrado más en la capital. Esto, nos dice gente con acceso, es una primera y tácita aceptación de que el proyecto caciquil vía nepotismo ya hizo agua, y ahora se está poniendo la mira en el Ayuntamiento de la Capital. O sea, que de cara al futuro, por lo pronto el gallardismo va por la alcaldía capitalina para doña Ruth, plan aparentemente sin impedimento legal. ¿Y la directriz política y el lineamiento ético? Sabrá Dios.

A reserva de volver pronto sobre el tema, con mayores datos y algunos testimonios relevantes, en nuestro intento de esclarecer en la mayor medida posible los términos actuales y reales de la relación entre el gallardismo y la cúpula nacional del Partido Verde, nos encontramos con un comentario y una reflexión interesante, provenientes de personas que conocen bien la manta. Uno nos dijo que esas relaciones “no están en su mejor momento”, porque RGC comienza a excederse en su autoasumido papel de “dueño” del PVEM en San Luis Potosí. La otra expresión recabada es muy densa y coincide con algo que ya alguna vez mencionamos aquí: Para el Verde, San Luis Potosí es perfectamente intercambiable. A la hora que le pongan a su alcance otro estado que le sirva de caja chica, sobre todo si tiene un peso más de presupuesto, lo agarra y los verdes potosinos ahí se las arreglan.

También, hay que tener presente el factor tiempo. El acceso del Niño Verde y secuaces a las arcas potosinas tiene fecha de caducidad: el 25 de septiembre del 2027. Pero incluso puede ser antes, si el sucesor o sucesora no son de la propia corriente que garantice impunidad, puede incluso desde junio que tenga su constancia de mayoría solicitar acceso discreto a los manejos financieros que está por heredar.

Bien dice el analista político Javier Tello: “El Verde no es un partido, es un negocio”. Ya lo constataremos.

Los Comprimidos de hoy serán algo más extensos que de costumbre, porque hay asuntos que están por perder su valor de la oportunidad.

COMPRIMIDOS

Si el fatal accidente registrado hace una semana en la Arena Potosí ocurrió en un inmueble con menos de un mes de inaugurado, es imposible que se haya debido a desgaste, fatiga del metal o falta de mantenimiento. Sin duda alguna, el portón que se desplomó y mató a un vigilante e hirió a otro está mal construido, con materiales inapropiados, con una técnica defectuosa y con chambonería. ¿Quién es el contratista, cuánto cobró, cumplió especificaciones? Y más importante aún: ¿Quién tiene responsabilidad, sea administrativa o penal? ¿Quién desde la Seduvop supervisó la obra?

En condiciones normales esté tipo de interrogantes se plantearían a la primera responsable de investigar los hechos y establecer qué ocurrió realmente: la Fiscalía General del Estado, pero muy lamentablemente desde su primera aparición derrotó cualquier esperanza de profesionalismo y legalidad. Lo que con urgencia se puso a hacer fueron boletines para hablar primero de “un centro de espectáculos” y luego de un lugar “en la colonia Satélite”, para tratar de suprimir cualquier referencia a la Arena Potosí, que fue donde ocurrió la tragedia. Si como ha trascendido, tales comunicados los hizo y distribuyó el área de comunicación del Ejecutivo sin tomar en cuenta a la Fiscalía, le tengo una mala noticia a Manuelita: no la respetan. Piensan que usted en ese cargo es una monigotita sin voluntad ni dignidad. ¿Qué está haciendo ahí, Manuelita?

Por cierto, como a todos nos consta, cada vez que algo no le sale bien, o por lo menos a su mero gusto, el gobernador Gallardo Cardona tiende de inmediato a lanzar cortinas de humo; distractores de la opinión pública. El problema es que la falta de imaginación comienza a pasar factura, y ya aburre con la Herencia Maldita y el Fraude del Siglo. La vertiente más explotada de este último es la amenaza de encarcelar exgobernadores por sinvergüenzas. Le tengo una noticia: lleva tres años y puro cuento, pura saliva. Se me hace que ni les va a hacer nada, pero el cuento era pegador. Digo era porque ya nadie se la cree.

Hace cosa de dos semanas, el colega Daniel Ortiz de Pulso le hizo una buena entrevista al director general de Pensiones, quien me parece dijo cuatro cosas ciertas y pertinentes: que se debe revisar el porcentaje de las aportaciones obrero-patronales; que se debe incrementar la edad para jubilarse, que se debe establecer un monto máximo de las pensiones y que debe prohibirse que un mismo extrabajador reciba dos o más pagos por ese concepto. Aquí la pregunta obligada es por qué él en el año que lleva en el cargo y, peor aún, la administración gallardista que rebasa los tres años, no han iniciado ni siquiera con una mesa de negociación el difícil camino para alcanzar esos objetivos. ¿El que venga atrás que arrée? ¿Si se tiene claro el diagnóstico, porqué no aplicar el remedio? Sospecho que por güevones. 

Me cuelgo del comentario de Jaime Hernández aparecido en su columna del domingo pasado: ¿Qué carajos tenía que andar haciendo el charro más fregón del equipo de la familia Gallardo, el famoso Chiringas, acompañando al gobernador en una gira de promoción de inversiones en Qatar y otros países? La respuesta todos la conocemos: fue a asesorar a su jefe en materia de caballos (ojalá no le haya aconsejado comprar el que lo hizo quedar en ridículo en su debut en el Campeonato Nacional Charro). ¿En un viaje oficial para promover inversiones? Pero lo importante sería saber si pagó sus gastos de su bolsillo o si hubo peculado en Finanzas para pagárselos ilegalmente.

Dentro de lo terriblemente sombrío que se ve el panorama para los partidos políticos de oposición, quizá el menos tenebroso sea el de Movimiento Ciudadano, sobre todo ya que resolvió su dirigencia para los próximo tres años sin fracturas ni pleitos.

Hasta el próximo jueves.