Double life

“Dead fly”

Mosquita muerta: Persona hipócrita que 

oculta sus verdaderas intenciones tras 

una fachada de zalamería y falsa bondad. 

Mire Usted, a través de los años que llevo inmerso en los ámbitos de la seguridad en general, entiendo por lo que el Juez Brian Cogan acusó a Genaro García Luna de llevar una doble vida, una, como zar de la lucha contra el crimen organizado y otra, como miembro del Cartel de Sinaloa, e inclusive comparándolo con el Chapo Guzmán. 

No tiene Usted idea de la cantidad de jefes de policía de todos los niveles que llevan una doble vida, de ley y orden/crimen y dinero. Por supuesto, incluyendo a Gobernadores y Alcaldes, que al fin y al cabo son sus jefes inmediatos jerárquicos. 

Y como dice un viejo amigo policía de la vieja guardia, de aquellos que todavía tenían remanentes de ética y dignidad profesional: “no se puede andar por la vida montando a horcajadas, cuando se está del lado de la ley, hay que montar a la amazona”. 

El escritor Robert Stevenson quien escribió “El extraño caso del doctor Jekyll y el señor Hyde”, es algo parecido, si bien el libro de Stevenson es un caso de psiquiatría, no está por demás entender la doble vida desde esa perspectiva, a los psicópatas de hoy con uniforme policial o militar que juegan a cumplir y hacer cumplir las leyes, con un trastorno psicopático de conducta y pues no siguen un patrón moral o correcto dentro de las instituciones de seguridad y justicia.

O lo que seria infame, siempre fueron bandidos, y hoy están del “lado” de la ley. La doble vida juega en ambos sentidos, bandidos y policías, fraternos por intereses comunes, y como dice Frank Costello (Jack Nicholson, en la película Los Infiltrados), -de pequeño nos decían, pueden ser policías o bandidos. Cundo tienes delante un arma de verdad ¿Cuál es la diferencia? -. 

TAPANCO: Jefes de policía con doble vida, los hay, unos que trabajan con y para bandidos y otros que son “políticos pseudopolicías”, o sea, inútiles. Ambos, socavan las pocas instituciones de seguridad civiles que aún existen.

Lo interesante del dicho del Juez Cogan a García Luna de su doble vida, es que era un hombre certificado “APTO” en los mal llamados Control de Confianza por tres instancias federales distintas y una norteamericana. Cabe la pregunta ¿Sirven para maldita la cosa los exámenes de control de confianza para “descubrir” a bandidos y políticos pseudopolicías, en las instituciones de seguridad y justicia? 

Lo bueno, es que aún subsisten buenos y profesionales policías con mística de servicio. Y como decimos los revertianos (Pérez-Reverte), “Nadie debería irse sin dejar una Troya ardiendo a sus espaldas”.   

@franciscosoni