Ecología del ajolote

Ajolote significa en Náhuatl:  XOLOTL que significa “monstruo” y ATL que significa “agua” o sea que el significado es MONTRUO DE AGUA y es un típico ejemplo de la importancia de la conservación de la biodiversidad en el planeta y en especial en nuestro país. Y como veremos en este articulo los estudios basados en el ajolote, aprovechando sus millones de años de adaptación no hubieran sido posibles si esta especie se hubiera extinguido. Ahora pensemos cuantas especies se han perdido y cuantas están a punto de extinguirse por causa de nuestro consumismo y que no podrán ser estudiadas.

El ajolote es un anfibio  pariente de la salamandra, y su hábitat natural único en el planeta, se encuentra UNICAMENTE en México en lo que queda del Lago  de Xochimilco en Ciudad de México. Así es, este es el único lugar del planeta en donde este animal tan peculiar y sumamente estudiado por biólogos proviene. Este animal puede alcanzar hasta los 30 cm (sin embargo su tamaño promedio es de 15 cm); su apariencia es negro o marrón con manchas, aunque cuando se encuentran en cautiverio es más común que sean albinos, este anfibio tiene una especie de sonrisa de oreja a oreja y unas especies de plumas rosadas que funcionan como branquias (lo cual lo ha hecho ser considerado como un anfibio cautivador, siendo esta una de sus principales causas de peligro, como veremos más adelante). La alimentación del ajolote es principalmente de moluscos, gusanos, larvas, crustáceas y algún pez. 

Según la página oficial del Smithsonian, el ajolote fue alguna vez venerado por los aztecas; e incluso el muralista Diego Rivera pinto al ajolote nadando cerca de los genitales de una figura masculina en su mural “Agua, origen de la vida”.

Hoy en día, esta considerado como una especie en PELIGRO CRÍTICO de extinción, ya que dentro de los factores que han hecho que pierda su población, se encuentra:

l La demanda de la creciente urbanización de la Ciudad de México, perdiendo su hábitat. 

l Llegada de peces invasores en su hábitat (el ajolote estaba acostumbrado a ser el depredador).

l El constante drenado y contaminación de las aguas de Xochimilco. 

l El comercio de ajolotes para la industria de acuarios y mascotas. Especialmente en Japón.

l Ser considerado como un “manjar” al ser asado tanto en México como en Japón. 

Tan solo en 2009, los expertos estimaron que su población bajo un 90% en solo 4 años. 

Según el artículo científico de la revista Nature de noviembre de 2017 titulado “El amado anfibio de la biología, el ajolote, corre hacia la extinción”, aseguran que en 1998 se realizó el primer gran estudio para contar ajolotes, estimando que había cerca de 6,000 especímenes por kilómetro cuadrado e Xochimilco; mientras que en el año 2000 decreció a 1,000 por kilómetro cuadrado; en 2008 a 100 por kilometro cuadrado y hoy en día se estima que hay 35 por km2, debido a la contaminación y los demás factores enlistados arriba.

Pero ¿qué es lo que hace al ajolote tan especial y codiciado? 

Principalmente es buscado y estudiado por biólogos del mundo entero, ya que el ajolote cuenta con una fisiología única: la CAPACIDAD PARA REGENERAR COMPLETAMENTE EXTREMIDADES CORTADAS, aunque la capacidad de regeneración también puede ser encontrada en otras salamandras. Según los investigadores, aunque lamentablemente estos animalitos son usados para hacerles experimentos, cuando un ajolote pierde su extremidad, puede regenerar su extremidad con una perfección asombrosa; siendo capaces de regenerar por completo la parte perdida en tan solo 40 días a través de células inmunes llamadas macrófagos que acumulan el tejido hasta formar la extremidad. 

Por otro lado, otro rasgo que lo caracteriza es el de ser neoténicos: esto quiere decir que la especie adulta sigue manteniendo rasgos juveniles. 

El ajolote tiene un genoma muy grande (10 veces más grande que el del ser humano), lo que hace más difícil para los científicos poder estudiarlos.

 El ajolote se encuentra en cautiverio en todo el mundo, pero en su estado natural se están perdiendo, uno podría pensar que no pasa nada mientras haya en cautiverio, sin embargo, como dice el artículo científico del Smithsonian: los estudios apuntan a que las poblaciones en cautiverio son más vulnerables a catástrofes y enfermedades, ya que sus genomas son diferentes a los ajolotes silvestres (ajolotes salvajes que cada día se encuentran menos). Recordemos que los animales están hechos para vivir en su forma libre y salvaje, mantenerlos en cautiverio cambia por completo su forma de reproducirse.

Según la revista Nature el estudio de los ajolotes ha ayudado a:

l Principios del siglo XX: comprender como funcionan y desarrollan los órganos en vertebrados; saber la causa de la espina bífida en los humanos. 

l 1920: comprender mucho sobre hormonas en tiroides.

l 1980: desarrollar un modelo que explicara 

como las células toman diferentes formas en los embriones. 

l 2011: parte de un extracto del ajolote se ha utilizado para estudiar el cáncer de mama. 

Dentro del mismo articulo de la revista Nature, aseguran que para salvar al ajolote salvaje primero hay que abordar las dos principales amenazas:

1.- El pescado no nativo: como la carpa común y la tilapia, especies que fueron introducidas en Xochimilco en 1970 y 1980 a través de programas de la ONU para incorporar más proteína a las dietas locales. Según un estudio, se cree que el ajolote es más vulnerable a la carpa cuando están en etapa de huevo, y son más vulnerables a la tilapia cuando están en etapa juvenil. 

2.- Mal alcantarillado: cuando hay tormentas fuertes y el sistema de alcantarillado colapsa en la ciudad, las instalaciones de tratamiento “liberan desechos humanos en Xochimilco, llevando amoniaco, metal pesado y sustancias químicas” mientras que los anfibios respiran a través de su piel altamente permeable y sufren contaminación.

Como vemos el primer paso es salvar Xochimilco. Esperando que los gobiernos locales y las comunidades locales tomen acción, pudiendo ser regresar a las chinampas y un sistema agrícola sustentable como lo fue durante siglos antes de la llegada de los Españoles.