(1ª parte)
Recordaremos que RESPIRAMOS en promedio 29,000 VECES POR DÍA, es decir, en nuestra vida respiraremos 250 millones de litros de aire equivalentes a 300,000 kilos del propio aire. También seamos conscientes de que un humano puede vivir 3 semanas sin alimento, 3 días sin agua y solo 3 minutos sin respirar. El 90% de la población mundial respiramos y estamos expuestos al aire contaminado por diferentes elementos; normalmente pensamos en el CO2, pero existen muchos más elementos contaminantes que generamos nosotros los HOMO SAPIENS que analizaremos por separado.
OZONO
En el mundo morimos prematuramente 4.5 millones de personas tan sólo por contaminación del aire por OZONO, que dividido entre 8,000 millones de habitantes, es una cantidad muy pequeña (mientras no seamos nosotros mismos). El problema del Ozono se divide en dos partes: el Agujero de Ozono en la Estratósfera y el Ozono que respiramos a nivel de suelo donde vivimos y se desarrolla nuestra vida cotidiana. El primer problema de Ozono parece ser el primer caso de éxito ecológico, ya que al cambiar el uso de refrigerantes y bajar el uso de aerosoles, 35 años después del Protocolo de Montreal en 1987 cesó el decrecimiento de la capa de Ozono e incluso en las últimas mediciones satelitales se ha notado un aumento del espesor de la misma en el agujero que se encuentra en el hemisferio sur de nuestro planeta.
Contrariamente, el ozono que respiramos a nuestro nivel en las ciudades ha ido en aumento, afectando nuestras vías respiratorias a pesar de los cambios aplicados desde 1987. La primera advertencia de este problema fue en la ciudad de Los Ángeles en 1943 en plena 2ª Guerra Mundial, y se llegó a pensar que era un ataque por parte de los japoneses con gases venenosos. Sin embargo, estudios muy posteriores demostraron que dicha contaminación procede de los motores de combustión interna. Además, buena parte del Ozono se genera en las reacciones químicas de la gasolina que se evapora, la cual puede ser hasta el 3% de la gasolina producida; imaginemos lo que sucede todo el día en las personas que viven al lado de gasolineras que tienen tubos de escape de evaporación.
El mayor estudio de afectación por aire contaminado por Ozono se terminó en 2017, con 61 millones de americanos que tiene acceso a MEDICARE. Y la conclusión es que la mayoría está teniendo muerte prematura por la contaminación de OZONO.
Los países de Sudeste de Asia y Brasil han aumentado sus niveles de Ozono en un 7% de 1990 a 2015. Son los países con más selvas tropicales y mayor deforestación. Y el Ozono a nivel mundial causa disminución en la producción de arroz, soya y maíz.
Partículas PM 2.5 y PM 10
En nuestra economía consumista, desde el punto de vista ecológico se dice que: “PROBLEMA ECOLÓGICO DE UN MILLÓN DE DÓLARES ES IGUAL A SOLUCIÓN DE UN BILLÓN DE DÓLARES”. Es mil veces más barato prever que solucionar. Hemos confirmado que los fines de semana bajan los índices de contaminación de todos los elementos que contaminan el aire: CO2, Ozono, Azufre, Dióxido de Azufre, Dióxido de Nitrógeno y Partículas PM 2.5 y 10.
Con los nuevos aparatos de medición de contaminación del aire de los años 90s, se estudió más profundamente el tema, llegando al punto de medir las partículas suspendidas además de sus características químicas. Se estandarizaron los tamaños en micras, es decir la milésima parte de un milímetro. Las PM 10 se acumulan en los pulmones y las PM 2.5 pueden pasar al torrente sanguíneo y a todo el cuerpo, al ser cuatro veces más chicas. Por las temperaturas, estas micropartículas son más abundantes en primavera. Pueden ser desde POLEN -que provoca alergias solamente- hasta partículas de varios de los contaminantes del aire que reaccionan con la luz y el calor haciéndose más pequeñas. Parte del origen de las micropartículas viene de la AMONIA de las granjas de animales, y las concentraciones mayores provienen de INCENDIOS FORESTALES. Hoy tenemos una concentración mayor de micropartículas en nuestra atmósfera y las respiramos todos sin distinción.
Como apreciamos en este análisis de tan sólo dos contaminantes del aire, cada uno de nosotros sin distinción somos culpables directos o indirectos de la producción de los mismos y en un círculo perverso somos víctimas de lo mismo que producimos, con una inmediatez de la que no somos conscientes, ya que respiramos inconscientemente entre 15 y 20 veces por minuto.