El pasado 28 de septiembre, se conmemoró el Día Internacional del Acceso Universal a la Información. ¿Qué significado tiene este día? Sencillamente hablamos de celebrar el “derecho humano a saber”.
El origen de esta conmemoración se remonta a la Conferencia General de la UNESCO, que en noviembre de 2015 proclamó el 28 de septiembre como el Día Internacional del Derecho de Acceso Universal a la Información. Desde entonces, esta fecha se celebra anualmente, subrayando la necesidad de garantizar que todas las personas, sin excepción, puedan ejercer su derecho a recibir y difundir información sin limitaciones.
Este tema es relevante ya que “acceder a información” y “saber” contribuyen a alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la ONU en específico el objetivo #16 que implica “Promover sociedades justas, pacíficas e inclusivas”.
Los Objetivos de Desarrollo Sostenible establecidos en 2015 (Agenda 2030) constituyen un compromiso de los lideres del mundo de hacer un llamamiento universal para proteger al planeta, luchar contra la pobreza y mejorar las vidas y perspectivas de las personas en todo el mundo, buscando sociedades más prósperas, justas y sostenibles para las generaciones futuras.
En octubre de 2019, la 74ª Asamblea General de las Naciones Unidas proclamó este día como una oportunidad para reforzar y reafirmar el compromiso global con el “derecho a saber” y el “acceso a la información”. Destacando que se trata de un derecho humano que por su naturaleza debe ser progresivo, es decir, que se debe cumplir y fortalecer de forma gradual hasta que se logre su continua efectividad; y por ende, nunca retroceder ni escatimar en capacidades y recursos institucionales, pero, sobre todo, no dar un solo paso atrás en su verdadera garantía (autónoma).
La base de este derecho se encuentra en el artículo 19 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, que establece que todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y de expresión; incluyendo la libertad de investigar, recibir y difundir información e ideas por cualquier medio de expresión, sin restricciones ni fronteras. Es, en esencia, un derecho que sustenta el principio fundamental de una sociedad abierta y democrática que otorga una llave a la sociedad empoderándola para participar de manera informada y crítica en los asuntos públicos de su comunidad.
En México, el derecho de acceso a la información está plasmado en la Constitución (artículos 6° y 7°) y garantizado por la Ley General de Transparencia y Acceso a la Información Pública. Y en suma establecen que:
“El derecho a la información será garantizado por el Estado. Toda persona tiene derecho al libre acceso a información plural y oportuna, así como a buscar, recibir y difundir información e ideas de toda índole por cualquier medio de expresión. El Estado garantizará el derecho de acceso a las tecnologías de la información y comunicación, así como a los servicios de radiodifusión y telecomunicaciones, incluido el de banda ancha e internet”;
“El Estado garantizará el efectivo acceso de toda persona a la información en posesión de cualquier entidad, autoridad, órgano y organismo de los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial, órganos autónomos, partidos políticos, fideicomisos y fondos públicos; así como de cualquier persona física, moral o sindicato que reciba y ejerza recursos públicos o realice actos de autoridad en el ámbito de la Federación, de las Entidades Federativas y los municipios.”
El derecho al acceso universal a la información es un pilar fundamental para la democracia y la transparencia.
Este derecho es la base para muchos otros derechos civiles y universales, puesto que no solo garantiza que los seres humanos estén en pleno conocimiento de la verdad, sino que, exige la transparencia y la rendición de cuentas en las gestiones de los gobiernos para evitar crímenes de lesa humanidad y actos de corrupción, por mencionar dos ejemplos básicos.
En el caso de los gobiernos y sus instituciones, estos están obligados por ley a entregar y difundir su información. Por tanto, este “derecho del ciudadano a saber”, se trata pues, de un mecanismo poderoso que permite exigir cuentas a las autoridades sobre cómo gastan los recursos del Estado y bajo qué argumentos y toma de decisiones lo hacen.
El derecho a la información es un derecho humano, que resulta ser el componente clave para el derecho a la libertad de pensamiento, la libre expresión y el derecho a la libertad de prensa. Ya que por un lado, está el ciudadano que demanda del Estado y los medios de comunicación información objetiva, veraz, oportuna, plural y diversa como derecho humano que tiene a saber la verdad. Y por el otro lado, están los gobiernos, los medios de comunicación y los periodistas de investigación quienes juegan un papel crucial en informar al público sobre temas de interés de acuerdo con su capacidad de generar, buscar y recibir información.
Esta fecha subraya la importancia de que todos los ciudadanos puedan acceder a información pública como parte de su derecho a la libertad de expresión y tiene como objetivo promover políticas que fomenten la transparencia y permitan a los ciudadanos tener acceso a la información relevante sobre las actividades gubernamentales y los servicios públicos de su comunidad.
Además de promover el acceso a la información en países con sistemas democráticos consolidados, esta conmemoración sirve para sensibilizar y concientizar sobre los desafíos que enfrentan naciones con regímenes autoritarios, donde el derecho a la información está severamente restringido. En estos contextos, el acceso a la información se convierte en un tema de derechos humanos más amplio, ya que limita la capacidad de los ciudadanos para ejercer su derecho a la participación política y a la defensa de otros derechos fundamentales.
Maestra en Asuntos Políticos y Políticas Públicas
anacristinales@gmail.com