El día de ayer se llevó a cabo el Encuentro Nacional para una Agenda de Seguridad y Justicia en México, impulsada por la ministra de la Suprema Corte de Justicia de la Nación Norma Piña. Del cual podemos decir que se trató de un ejercicio novedoso, sobre todo para el actor institucional convocante, empero, valioso como cualquier ejercicio de parlamento abierto.
Desde su arranque la Ministra Piña señaló: “Solo entendiendo de manera integral a la seguridad pública, a la procuración de justicia y al acceso e impartición de justicia, se podrá encaminar a México hacia la paz social y la erradicación de las graves violencias que impiden a millones de personas vivir con tranquilidad y dignidad” (EL Universal, 29-02-2024).
Por ello, la ministra convocó a la construcción de una Agenda Nacional por la Seguridad y la Justicia, con el objetivo de identificar propuestas que permitan fortalecer las instituciones y servicios de justicia y seguridad en el país.
Desde esta tesitura, la finalidad del encuentro nacional se cumplió. Ahora quedará le expectativa de que se logre influir en la formulación de una gran política pública nacional en seguridad pública y justicia. No obstante, genera incredulidad la ausencia del ejecutivo federal, el actor político por excelencia.
Me tocó integrarme en la mesa de diálogo para la atención de las víctimas, siendo las conclusiones llegadas hasta cierto punto evidentes, a saber: falta de empatía institucional, desatención presupuestal al tema, ausencia de un verdadero servicio civil de carrera (como ocurre con los fiscales o los defensores de oficio).
Aunque, las propuestas de solución resultaron -por lo mismo- más específicas: 1- la necesidad de la creación de una política pública de corte inter agencial, es decir, no afrontada de manera aislada por una sola institución, como en este caso son las comisiones de atención a víctimas en México, y 2- el reconocimiento a que la política debe ser formulada, instrumentada y evaluada de manera conjunta con la sociedad civil, y no exclusivamente por el gobierno, como hasta hoy.
Debe decirse que hace seis años ocurrió un ejercicio -aunque esta vez auspiciado por el Poder Ejecutivo recién electo, al que se le denominó “Foros para la pacificación del país”, aquí en San Luis Potosí moderado por Alejandro Encinas, al poster subsecretario de derechos humanos en el gobierno federal.
Bienvenidos los ejercicios de participación social abierta para visibilizar los grandes problemas de la nación, como los son la seguridad pública y la justicia, y en este sentido, hemos visto como la sociedad responde al llamado, y eso es esperanzador, pues demuestra aún confianza en encontrar una respuesta coordinada e institucional.
Refiere el filosofo John Rawls sobre los peligros de que la sociedad deje de serle fiel a la norma jurídica, al estado de derecho, sería tanto como vivir en la ley de la selva. Y, esta preocupación está también presente al ver sucesos como el linchamiento de una mujer por los pobladores de Taxco, o las intenciones de formar guardias comunitarios en Ciudad Valles.
Las y los espero con el gusto de siempre el próximo viernes.
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