La magia se refiere a dos conceptos principales: el arte del ilusionismo, que utiliza trucos y destreza para crear efectos asombrosos para el entretenimiento, y la creencia en fuerzas sobrenaturales que pueden producir resultados más allá de las leyes naturales (IA).
Toda proporción guardada y todo acto de imaginación comparativa utilizada, las acciones formativas y educativas que se realizan en todo momento, espacio y circunstancia, incluidas las acciones escolares formales, debieran tener siempre algo de esa magia que transforma a las personas.
Las acciones de enseñanza que los padres de familia utilizan para mostrar, educar y formar a sus hijos, además de que cumplen con las funciones y roles que la sociedad les ha asignado, existen aquellos que lo hacen de tal manera que, con actos de ilusión, trucos y esa destreza para crear efectos asombrosos, logran manifestar en sus hogares un ambiente idóneo para ejecutar esa magia.
Me refiero a ese ambiente de hogar en donde todos los conocimientos, habilidades, costumbres, valores y en general todo lo acontecido se lleva a cabo como lecciones tan naturales y con esos actos mágicos que envuelven a todos sus integrantes, funcionando de manera congruente y al unísono, sin necesidad de violentar y, cierto, existen siempre elementos y actitudes de discordancia, como en toda familia, pero que son resueltos de la misma manera, con actitudes que permiten construir encima de lo que se destruye o por arriba de los problemas que se presentaron y ahora se aprende de ello.
Palabras claras y firmes, que convierten una comunicación cualquiera en una forma de apoyo, protección y hasta de reto hacia el fomento de descubrir y potenciar las habilidades de cada persona; incluso tonos fuertes y de regaño cuando se considera necesario el evidenciar que las acciones y rutas tomadas por cada miembro no son adecuadas y se convierte en un factor de riesgo y es necesario enmendar el camino.
Rituales diferentes en cada grupo familiar, lenguajes y formas de comunicación, así como ceremonias especiales que muestran “In situ” la difusión y apropiación de valores y costumbres para las actividades cotidianas y para ocasiones especiales convertidos en momentos mágicos los cuales quedan grabados en la memoria de todos los integrantes y que pasado el tiempo sus recuerdos son tan valorados y recordados como una película inolvidable.
La magia de la educación y formación en las familias se manifiesta cuando esos pequeños, a medida que van creciendo y desarrollando todas las habilidades y características de su personalidad, se transforman cual ser que emerge de una crisálida y de manera impresionante se muestran como alguien que está listo a emprender el vuelo, ahora como ese joven que puede manifestar sus inquietudes, sueños, retos y desafíos mostrando, cual acto mágico, en lo que se ha convertido.
En las escuelas se presenta un proceso similar, al ingresar los alumnos a un salón de clases y se encuentran entre otros que de igual manera manifiestan esa curiosidad y experiencia de convivir con compañeros, todos ellos diferentes y provenientes de culturas y familias con distintas costumbres; para estar de frente con ese docente a quien corresponde convertirse simplemente en un instructor o en ese mago que tiene toda clase de sortilegios, trucos y malabares para transformar su clase en algo verdaderamente mágico.
La educación no resulta en solamente declarar exitoso el terminar de “vaciar” íntegramente un programa de estudios en la mente de sus alumnos y corroborarlo mediante una acreditación numérica; porque lo que ocurre en esa aula son procesos tan diversos y asombrosos, como si fuera una caja para actos de aparición y transformación de lo que está dentro mediante un acto de maravillosa magia, haciendo emerger de ella sujetos transformados en alguien diferente.
Existen docentes que, de manera fría, desempeñan su profesión con una certeza técnica y didáctica perfecta, utilizando todos los medios de apoyo, materiales y los elementos que, de manera actualizada brindan todas las plataformas, aplicaciones y aparatos cibernéticos a su alcance para estar a la vanguardia con el desarrollo tecnológico, actuando como verdaderas máquinas y tratando a sus alumnos en el mismo sentido, como si programaran a autómatas que están listos para actuar siempre de manera predecible y repitiendo las mismas ideas, voces, fórmulas y maneras de pensar y actuar; lo anterior no es necesariamente negativo, porque se está “educando” tal cual los formatos que están preestablecidos.
Por otro lado, encontramos maestros y maestras verdaderamente mágicos; convertidos y dueños de su espacio áulico, creando con artilugios y mundos imaginarios maravillosos un ambiente en donde se manifiestan situaciones propias de un ser humano integral; claro, con conocimientos técnicos y teóricos pero, además, dándole cabida a las inquietudes, dudas, sueños, esperanzas y aportes envueltas en una capa de innovación y creatividad, que otorga un sentido de respeto a lo que piensa cada alumno y algo más importante: otorgando sentido a todo lo que se expresa y se aprende en una clase, lo que dista mucho de solamente aprender y repetir lo aprendido.
El momento maravillosamente mágico de todo acto educativo escolarizado resulta de abrir el telón y mostrar a esos alumnos transformados en seres enteramente distintos de como fueron recibidos; con sus propias ideas y con la libertad de pensamiento, manifestando que fueron impulsados a generar su propia personalidad con acciones y habilidades que tienen un sustento y argumento que las fundamenta y que, además, son capaces de dirigir su camino con plena conciencia de la ruta que elegirán.
Toda educación y formación que se imparte bien sea en escuelas, hogares y espacios virtuales, debiera tener siempre esos momentos mágicos que integran el acervo de experiencias y recuerdos que hacen de este proceso algo verdaderamente maravilloso y que provoca la motivación de asistir a las escuelas y no de considerarlas como un martirio, tedio y aburrimiento en los alumnos, incluso también para algunos maestros.
Como quiera que sea, la educación siempre tiene esa característica de ser mágica.
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