Familia y escuela Capítulo 297: Educación, sus símbolos y significados

De acuerdo con algunos autores un símbolo es una representación visual, vehículo de una idea o mensaje, simple y reconocible, pero asociado al entorno cultural, un mensaje consensuado socialmente. Sin un conocimiento previo no se puede entender el mensaje.

Para Gustav Jung “Un término o una imagen es simbólico si significa más de lo que describe o expresa. [Los símbolos] poseen un aspecto ‘inconsciente’ integral, que nunca puede definirse con exactitud ni explicarse exhaustivamente”.

En efecto, la convivencia social en determinada región a lo largo de los años ha dejado implantados diferentes símbolos que de manera escrita, auditiva o visual han estado siendo representados, experimentados y difundidos de manera tal que se traducen en acciones que van mucho más allá que un significado directo y sencillo; su alcance trasciende mediante su repetición de generación tras generación.

Simbolismos que, arraigados en la cultura de cada pueblo, región o país se van sucediendo y rebasando su simple traducción literal, representando con ello la ideología, cosmovisión y formas de pensar las situaciones propias de toda comunidad.

Se incluyen algunos rasgos religiosos, costumbres y tradiciones, formas de resolver situaciones entre sus habitantes; elementos de respeto y veneración hacia seres mitológicos o que representan facciones religiosas y que en su apariencia, dibujo, figura o escultura se ven depositadas sus historias y características que los vuelven motivo de múltiples solicitudes de bienestar o de favores que resuelven necesidades personales o comunitarios.

La educación, como ese proceso de formación que es llevado a cabo en familias, escuelas y espacios de interacción social, incluidos los virtuales, se convierten en el medio idóneo para impulsar y reproducir la diversa variedad de símbolos que se utilizan de manera cotidiana y que, de alguna manera fomentan, mediante dichos simbolismos, la identidad entre sus habitantes mostrando y provocando una cohesión social y el sentido de pertenencia hacia la comunidad.

La educación en su sentido ampliado, considerando la transmisión de estos símbolos y su interpretación, se ha vuelto primordial, dadas las consecuencias sociales que se obtienen y la importancia de enseñar algo que provoque la identidad, armonía y desarrollo integral de un pueblo.

El simple hecho de mencionar los términos: familia u hogar, llevan consigo no solamente la definición o concepto de éstos; son el símbolo vivo del primer lugar en donde se comienza una etapa de aprendizajes fundamentales para el desarrollo, tanto de aprender a ser papás como de iniciar en sus hijos el difundir no solo conocimientos básicos como el lenguaje y las diferentes ciencias; va más allá, puesto que ahí se inicia la práctica de acciones con un simbolismo tan profundo como lo son la honestidad, el respeto, la templanza, la resolución de problemas que van surgiendo; la comprensión, apoyo y el cariño entre sus miembros entre muchos otros.

Es importante mencionar que todos estos simbolismos que se fomentan en los hogares, tienen diferentes significados y alcances, dependiendo de la región y su contexto, así como el tipo de familia que ahí se desarrolle y, sobre todo, que no se enseñan ni son parte de una clase magistral; más bien, se practican día con día y los miembros del grupo los van comprendiendo al vivenciarlos de primera mano, para que, a su vez, los reproduzcan al crecer en su propia familia.

En las escuelas se reproducen y se presentan diferentes simbolismos, los cuales se van transformando conforme pasa el tiempo, aunque todavía persisten algunos que se niegan a desaparecer; por principio de cuentas el término: Escuela, lleva ya consigo una connotación que va mucho más allá que un simple edificio con secciones que ocupan alumnos, maestros y el resto del personal que se encarga del proceso educativo.

El mencionar “Escuela” resulta ser un símbolo que se relaciona con el lugar en donde ocurre la transmisión de conocimientos que le son necesarios a los alumnos para desempeñarse académicamente en todas las labores que emprenda.

Además, simboliza el espacio de interacción social en donde se convive con otras personas que no son sus familiares y que mediante este encuentro se dan cuenta de toda la diversidad física, cultural, costumbres, ideas, tipos de familia a las que pertenecen los compañeros y un aprendizaje social que solo se comprendería “in situ”, en el aula y no virtualmente.

Uno de los símbolos más relevantes, sin duda es la presencia del maestro y maestra, los cuales, más allá del título y habilidades docentes digitales o teóricas, representan, primero que nada, a personas con los mismos ideales, costumbres, fortalezas y debilidades que cualquier ser humano, pero con la encomienda de, no solo depositar un montón de conocimientos en sus alumnos y corroborar que dichos conocimientos son capaces de repetirlos, memorizarlos o comprenderlos.

Mediante una jornada académica o una clase en lo particular, el maestro representa el símbolo del equilibrio y la sabiduría para poder conducir y potenciar las habilidades de sus alumnos, desarrollando en ellos no solo la retención tediosa y aburrida de conocimientos, los que aparentemente les da la seguridad del conocimiento; sino de hacer que se desborden sus inquietudes, dudas y la expresión de sus propias ideas y sueños.

El ser docente simboliza también la persona que, recibe a sus alumnos en su segundo hogar y genera un ambiente de confianza y seguridad, tratando con respeto a todos ellos; consistiendo dicho respeto no solamente en seguir y acatar reglas de manera inflexible y aprender memorísticamente, sino respetar a su persona y capacidades, lazándolos a emprender proyectos y autoaprendizajes otorgando la confianza en sus habilidades y la seguridad de que lo pueden lograr.

De manera general existen símbolos que van representando amor por el prójimo y la confianza en que en este mundo todavía existe gente buena, tal es el caso del nacimiento del personaje que ha influido en millones de personas y que si bien, no es el único que representa estas cualidades, en esta fecha se conmemora un símbolo de paz y amor entre quienes profesan el seguimiento cristiano.

Desde esta columna y para todos sus seguidores o quienes el día de hoy estén leyéndola, les auguro que la educación que se desarrolla en hogares, escuelas y espacios de interacción social, son el medio que necesita más que nunca difundir el simbolismo de amor y paz entre los que habitamos este planeta. 

¡Felices fiestas!

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