Fifílismo ramplón

“Las quejas de policías federales sobre sus condiciones 

laborales, porque desean 

continuar su vida como fifís”. 

El tocayo Garduño.

Las instituciones de seguridad que deberían ser de las más importantes en un Estado moderno y democrático, son despreciadas y desconocidas, por no querer autoreconocerse y reconocérseles. Pocos en verdad, saben la enmarañada realidad de la policía mexicana en lo general, a pesar de ser la cara más vista de la sociedad, la primera línea de batalla, rostros escupidos y vilipendiados, hoy por hoy, está destinada al olvido. (Dentro de un plazo no mayor de 18 meses deberá concluirse la transferencia a la Guardia Nacional de todas las divisiones y unidades administrativas de la Policía Federal).

¿Desde cuándo? A ver, desde cuándo ser funcionario de seguridad en México ha tenido la conceptualización de ser una profesión anhelada, aspiracional, de proyecto de vida, de modo trascendental para tener una mejor calidad de vida, adónde una gran mayoría de hombres y mujeres jóvenes se atropellan para inscribirse en la convocatorias publicadas para pertenecer a las filas de una de las más de las mil seiscientas corporaciones que existen en nuestro país. Le pregunto estimado lector, al día de hoy, ¿Estaría de acuerdo que su hija o hijo trabajara en el ámbito de la seguridad?

Hace ya muchos años quien esto escribe, le dijo a su papá que quería ser un Policía Federal de Caminos PFC y me contestó a bote pronto, ¡Ah chinga, que no piensas estudiar una carrera! 

Tristemente, los policías mexicanos siempre han sido vistos y considerados como de quinta, es por eso que tenemos una inseguridad de cinco velocidades. La imagen policial, el uniforme azul, ha sido por años despreciado, primero por algunos que lo portan (el peor enemigo de un policía es otro policía) y segundo por la politización a la que fue sometida por pésimos políticos en beneficio propio. Asociado a que la línea entre hampón y policía siempre fue percibida cómo casi intangible, lo que terminó en la condenación generalizada y en una inminente marginación social.

Desde lacayos, hasta cuida críos, pasando por lava coches, albañiles y decoradores de interiores, mandaderos, ejecutores, torturadores, testaferros, guarros y un sinfín de actividades que nunca corresponderían a un policía en cualquier parte del mundo civilizado, han sido forzados a realizar por una lealtad retorcida y en algunos casos por la poca autoestima y carácter personal. 

El Índice de Desarrollo Policial INDEPOL de “Causa en Común” (https://causaencomun.org.mx/beta/wp-content/uploads/2018/12/INDEPOL-2018-1.pdf), ofrece datos de miedo del año pasado de las corporaciones Estatales, no imagino a las Municipales: Carrera Policial, una falacia.19 corporaciones no cumplen con la escala jerárquica definida en la Ley. 16 corporaciones no han realizado convocatorias de ascensos en 2015, 2016 y 2017. 17 corporaciones no enviaron un catálogo que describa adecuadamente los requisitos, funciones y capacitaciones necesarias para cada cargo. En 14 corporaciones no sesionó ninguna vez la Comisión del Servicio Profesional de Carrera en 2015, 2016 y 2017.

La mentada Profesionalización por el estilo. 11corporaciones no les dan ningún tipo de arma incapacitante (taser o tolete) a sus policías. 24 corporaciones tienen mandos que no cuentan con bachillerato, requisito de ley. 21 corporaciones no cuentan con Academias que tengan todas las instalaciones necesarias para la formación y capacitación de los policías.

La Seguridad Social, un cuento. Solamente Chiapas, Ciudad de México, Guerrero, Michoacán y Morelos cuentan con normatividad sobre el régimen complementario de seguridad social. 20 corporaciones no establecen las prestaciones mínimas de ley para los policías como servidores públicos.

En Régimen Disciplinario anárquico: 30 corporaciones suspenden el sueldo a los elementos cuando son sujetos a una investigación, sin que se haya determinado su culpabilidad. 18 corporaciones no cuentan con un catálogo de faltas y sanciones. 18 corporaciones no les brindan defensoría pública a los elementos que están sujetos a una investigación o proceso disciplinario. Sólo 8 corporaciones cuentan con un código de ética y conducta específico para policías.

La mentada Certificación: Todas las corporaciones incumplen con la ley porque tienen elementos operativos sin control de confianza vigente. Únicamente Campeche, Hidalgo, Puebla y Querétaro tienen a todos sus mandos con la evaluación vigente. 12 corporaciones no tienen las instalaciones y equipamiento necesario para realizar la evaluación de competencias básicas. Guerrero, Jalisco, Nayarit y Oaxaca no realizaron evaluaciones de desempeño en 2015, 2016 y 2017. 

Conclusiones generales: Ninguna corporación policial del país cuenta con los mecanismos institucionales para cumplir plenamente con los requisitos mínimos de ley. Las corporaciones policiales en el país subsisten precariamente, no se desarrollan.

TAPANCO: ¿Fifís? Por Dios, las instituciones de seguridad y justicia, así como los hombres y mujeres que las integran, son prototipo de la sociedad para la que trabajan. Lo irónico de la actividad policial, es que a pesar de ser todavía un oficio, desdeñado por quienes deberían ser los primeros en empoderarla, todavía coexisten hombres y mujeres que día a día ejercen su función constitucional con pasión y lealtad a México, a pesar de todo.  

Francisco.soni@uaslp.mx 

twitter: @franciscosoni