Gobierno Abierto al interior del gobierno 2ª Parte

“Gobierno imperceptible, pueblo feliz; gobierno solícito, pueblo desgraciado” 

Lao-Tsê

Inicio esta colaboración trascribiendo el primer párrafo de mi anterior artículo: “El Gobierno Abierto es un modelo de gestión que incorpora principios, políticas o acciones de transparencia, acceso a la información, rendición de cuentas, participación ciudadana y co-creación gubernamental”.

A lo anterior añadiré que el Gobierno Abierto es un movimiento reciente (no más de 10 o 12 años) en el ámbito internacional y nacional; además, pudiera decirse que se manifiesta como una evolución de lo que fue conocido en la década de los noventas del siglo pasado como la Nueva Gerencia Pública (NGP).

En la base del movimiento del Gobierno Abierto radica un fuerte cuestionamiento a la forma en que se planean, ejecutan y evalúan asuntos públicos de una manera tradicional, y se incorpora la perspectiva de participación ciudadana, poniendo de relieve el uso intensivo de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) y las redes sociales (o Web 2.0). Dicha situación en los últimos años ha venido presionando a los gobiernos e instituciones públicas a presentar información con mayor calidad, veracidad y transparencia.

Se intenta “retomar, o retornar a los principios básicos” del contrato social entre gobernantes y gobernados, donde el ciudadano aporta para el ejercicio del gobierno y la administración pública sus contribuciones producto de su trabajo, y esta última retribuye a la sociedad con bienes y servicios que demanda, con el plus de informar, compartir, comunicar y retroalimentar el que, el dónde y el resultado de las políticas implementadas.

Ante la complejidad y diversidad de la sociedad contemporánea, se convierte en premisa fundamental, ofrecer al ciudadano el acceso a la información que posee el gobierno, bajo la guía de principios éticos y códigos de conducta donde residen las nociones de buen gobierno y apertura a la sociedad.

Dicho de otra manera, hoy presenciamos un cambio paradigmático hacia un modelo emergente que es importante responda oportunamente y esté en sintonía a la configuración de una sociedad en red de la que forma parte. De esto se trata el Gobierno Abierto.

Con las ideas expuestas, retomo los ocho principios que mencioné en mi artículo anterior sobre este tema, y trataré de encuadrarlos con cuestionamientos sobre su aplicación al interior de la administración pública.

Parto de la premisa expuesta en el título de este artículo en el sentido de que, para validar la existencia de un Gobierno Abierto a la sociedad, que observa y práctica razonablemente y de manera regular sus 4 principios (Transparencia, Colaboración y Participación, apoyados en las TIC), habría que iniciar con poner en práctica estos principios al interior de sus propias instituciones, sin simulaciones y con convicción.

Planteo lo anterior a manera de pregunta, ¿las instituciones públicas pueden afirmar o asegurar que realmente ponen en práctica las siguientes 8 premisas a su interior?, Veamos.

Transparencia Proactiva. ¿Se promueven acciones, procesos, decisiones, y los encargados de tomarlas comunican e informan responsable y oportunamente a su equipo de trabajo, para después ejecutar y difundir su resultado al ciudadano? Un elemento básico para alcanzar este principio radica en tener registros administrativos, bases de datos, sistemas y tecnologías que favorezcan y faciliten la ejecución de tareas, análisis de información y toma de decisiones.

Participación. ¿Se promueve y garantiza entre todos los involucrados del equipo de trabajo información y retroalimentación en las decisiones, procesos y acciones, para que la posterior formulación, ejecución de estas decisiones tenga un buen resultado?

Colaboración. ¿Se fomenta para el diseño e implementación de políticas públicas y acciones de gobierno la corresponsabilidad entre el equipo de trabajo, beneficiaros e involucrados en los procesos? ¿Podemos decir que tenemos gobiernos colaborativos donde se involucra y compromete tanto a sus integrantes como beneficiarios de sus políticas públicas?; es decir, ¿se promueve y facilita el trabajo en redes?

Máxima Publicidad. Salvo aquella que exceptúa la normatividad ¿La información generada y en posesión de la administración pública es realmente pública, completa, oportuna y accesible, comenzando por sus usuarios internos (servidores públicos y entre instituciones públicas)?

Usabilidad. ¿Dispone la institución a su interior de todas las herramientas, procesos, procedimientos o interfaces de contacto e interacción intra e interinstitucional, y/o con el ciudadano, ya sea digital o presencial?

Innovación Cívica y Aprovechamiento de la Tecnología. ¿Se promueve y procura la máxima accesibilidad y eficiencia para el uso de las TIC entre los servidores públicos de la institución y entre instituciones a través de acciones de sensibilización, capacitación, implementación, uso y disposición?

Diseño Centrado en el Usuario. ¿Al interior de la administración pública se desarrollan estrategias de planeación y diseño de políticas públicas, programas gubernamentales y servicios públicos bajo criterios que consideren las necesidades, objetivos, comportamiento y capacidades de los beneficiarios a quienes van dirigidas?

Retroalimentación. ¿Al interior de la administración pública y sus instituciones se promueve el intercambio de conocimientos e información entre los servidores públicos de manera intra e interinstitucional, que promueva la mejora continua y la innovación en las acciones y procedimientos gubernamentales?

Para atender la demanda ciudadana de conocer bajo criterios de calidad y transparencia la acción y resultados del ejercicio gubernamental, es indispensable aplicar al menos estas premisas que ayudarán a la implementación y práctica efectiva sin simulación del Gobierno Abierto, iniciando al interior del mismo gobierno.

En la presente coyuntura social y política, un verdadero Gobierno Abierto podrá ser realidad si construye su base en dos sencillas premisas: convicción y compromiso.

Confiamos que la revolución social y tecnológica en la que estamos inmersos, nuestros futuros líderes políticos y cabezas de las instituciones públicas tengan una visión integral y apuesten por un Gobierno Abierto desde adentro; es decir, que tengan la visión y capacidad necesarias para promover la profesionalización del servicio público bajo el paradigma del uso intensivo de las TIC, que se fomente y promueva la colaboración y participación proactiva de sus colaboradores, para de esta manera alcanzar de manera razonable la tan ansiada transparencia y rendición de cuentas que demanda el ciudadano sobre el quehacer gubernamental.

Estamos en vísperas del inicio de un proceso electoral inédito en la historia contemporánea de México y San Luis Potosí. Confiamos que 2021 nos lleve a la y anhelada transformación económica y social, por lo que será de vital importancia consideren estas reflexiones todos aquellos quienes pretenden aspirar a un cargo de representación popular.

El discurso político es importante, pero en su construcción será necesario considerar estrategias de administración y gestión pública como apoyo de las propuestas políticas, a fin de que tengan mayores probabilidades de convertirse en realidad y, eventualmente, sean exitosas.

Para cerrar. Un Gobierno Abierto favorece una mejor toma de decisiones, que evidentemente se traduce en beneficios palpables para el ciudadano, y el propio gobierno.

Todos quienes participamos en esta columna de “Política y Administración Pública” cerramos el ciclo por este año, retomando nuestra colaboración la segunda semana del mes de enero de 2021.

Deseamos de corazón en esta navidad un renacimiento, paz, armonía, esperanza, y amor fraternal y familiar, a todos nuestros lectores y seguidores.

jmanuelrmoreno@gmail.com