El Instituto Nacional Electoral dio un gran paso hacia la materialización del Principio de Paridad, esto lo hizo con su Acuerdo de Consejo General en el que decretó que cada partido nacional y local deberá emitir sus criterios para garantizar la paridad de género en la selección de sus candidaturas a las 15 gubernaturas, entre ellas por supuesto la de San Luis Potosí.
A su vez, este Acuerdo obliga a cada uno de los Organismos Públicos Locales Electorales a informar con toda puntualidad al INE sobre los registros de candidatos, para que ese Instituto Nacional pueda estar en aptitud de dictaminar sobre el cumplimiento o no del Principio de Paridad al que hoy están obligados todos los partidos, pudiendo ordenar la sustitución de candidatos, negar o cancelar registros, o incluso recurrir a la insaculación para decidir las candidaturas que fueran invalidadas.
Este Acuerdo no fue muy bien recibido por algunos partidos políticos, no obstante su disenso, todos han manifestado su disposición por acatarlo; desde luego el ideal sería que el Principio de Paridad estuviera plasmado en nuestra Constitución, -lo que todo parece indicar camina hacia allá-, pero no debemos perder de vista que este Acuerdo histórico emitido por el INE es un primer paso para comenzar a llevar Acciones Afirmativas a nuestra Carta Magna y se conviertan en mandatos indiscutibles.
En mi opinión, considero que ésta es la decisión más importante tomada por el Consejo General del Instituto Nacional Electoral, y no coincido con quien ha señalado que ésta es una decisión injerencista a la vida interna de los partidos, pues ninguna disposición normativa que, en observancia a otro Principio como es el de Progresividad, pretende remediar una situación de desventaja histórica, puede tildarse de injerencista.
Precismente ese es el objeto de las acciones afirmativas, alcanzar una representacio´n o un nivel de participacio´n equilibrada asi´ como establecer las condiciones mi´nimas para que las personas puedan partir de un mismo punto de arranque y desplegar sus atributos y capacidades, tal como lo ha sostenido la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federacio´n. Luego entonces, lo realizado por el Instituto Nacional Electoral en este Acuerdo no merece más que nuestro reconocimiento, pues de manera muy atinada ejerció su Autonomía y estoy cierto que sentó las bases -insisto- de una muy posible gran reforma constitucional que finalmente venga a fijar en nuestra Carta Magna Paridad en Todo, así como se lee Paridad en Todo.
De modo que, en el ya no tan lejano 2021 estoy seguro tendremos más Gobernadoras, Alcaldesas, Regidoras, Secretarias de Estado, Ombudsperson, y la paridad llegará para quedarse, resultado de una lucha histórica de mujeres valientes, que nunca claudicaron en un país, donde quedará pendiente otro gran reto, erradicar las violencias en contra de las mujeres y por supuesto su máxima expresión: los feminicidios.
Y al tiempo que esto sucede en México, precisamente una extraordinaria mujer como lo es Kamala Harris, fórmula de Jon Biden en los Estados Unidos, llegarán a la Presidencia y Vicepresidencia de una nación dividida, polarizada, enfrentada por un liderazgo que apostó al desencuentro y que ambos, Biden y Harris tendrán como primer desafío recuperar la unidad nacional, bajo la lógica de la democracia en donde nadie debería sentirse perdedor, pues en democracia todos ganan y quien resulta derrotado en un proceso electoral debe ser aún más grande en la derrota. Hasta el próximo lunes.
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