“Resulta iluso predecir el comportamiento de un futurible cargo electo, cuando probablemente ni él mismo atisbe los límites de su conducta.”
Ibiza Melian.
¿Qué van a encontrar en materia de seguridad aquellos hombres y mujeres que logren ganar en las próximas elecciones una Gubernatura o una Presidencia Municipal? Depende, depende de lo que quieran ver.
Incremento de la incidencia delictiva en general invariable, tasas de homicidios dolosos por cada cien mil habitantes y delitos patrimoniales en crecida sostenible, realidad numérica y de percepción de inseguridad que deja en los ciudadanos un mal augurio de lo que está por venir en seguridad pública. Sin añadir la cifra negra de delitos que es de más del 90%.
Habrá algunos pragmáticos que piensen que es un asunto desagradable, que es complejo, no lo van a enderezar en su mandato y se van a “desgastar” políticamente. Y sencillamente patearan el bote otros seis o tres años. Otros, curtidos en su lenguaje de comunicación y seducción harán “como que hacen y no hacen”, mucho bla, bla, bla y poca sustancia. Habrá unos perversos, que dejaran el tema en manos de delincuentes profesionales que manipularán a su antojo las instituciones de seguridad en beneficio de grupos criminales, esto es, que negociaran con un grupo hegemónico para que “controle” a los otros.
Habrá algunos, los menos (tristemente), que sí tendrán voluntad política y le entienden al tema, se rodearán de gente profesional para abordarlo desde una óptica de política criminal local, con sus recursos y limitaciones, sabedores que es un tema que bien manejado dejará “frutos políticos” a su administración. Y con estos últimos me detengo, para tratar de dibujar un horizonte probable a ejecutar por el bien de todos.
La tasa de impunidad en México llega al 99% o más. Treinta y tres millones de delitos se cometen anualmente en todo el territorio mexicano. Solo se denuncian el 10.4%. Se inician investigaciones de delitos en el 6.76%, se ponen a disposición del juez únicamente al 0.44% (ENVIPE 2018). San Luis Potosí tiene niveles de impunidad generalizada en el sistema acusatorio del 95.7%, e impunidad en homicidios dolosos 94.5% (México Evalúa Hallazgos 2017).
¿Qué “Estado de Fuerza” encontrarán en SLP? 2 mil 693 policías estatales (viejos) o sea, un policía por cada mil habitantes. 2 mil 323 policías municipales (sin capacidades), en total 5 mil 16 policías. Ministerios Públicos y policías ministeriales con tasas por debajo de la media nacional, ocho MP por cada 100 mil habitantes y poco menos de 800 agentes investigadores.
Con lo anterior, se deben actualizar y hacer una serie de funciones de seguridad que deben estar ligadas entre el gobierno estatal y el municipal: a nivel Estado, una policía de proximidad orientada a solución de problemas (de forma subsidiaria), policía de seguridad y custodia penitenciaria, policía procesal, policía de reacción, policía de investigación y análisis y una policía estatal de caminos. Por el lado Municipal, se debe contar con una policía de reacción, una policía de investigación y análisis y una policía de proximidad orientada a la solución de problemas con vigilancia y patrullajes estratégicos, atención a víctimas y recepción de denuncias.
TAPANCO: De colofón se deberá de una vez por todas, asumir que las policías estatales y municipales tengan capacidades de investigación, capacidades de procesar y de recepción de denuncias. Seguridad es el reto para los futuros gobernantes, no tienen otra salida.
Continuará…
Francisco.soni@uaslp.mx twitter: @franciscosoni