El hidrógeno verde: una alternativa para reducir las emisiones y cuidar nuestro planeta. La descarbonización es uno de los objetivos que se han marcado países de todo el mundo para 2050. Para lograr, el hidrógeno verde, se revela como una de las claves. A continuación, descubriremos cómo se obtiene y cuál será su impacto en las próximas décadas.
Debe señalarse que el sueño de una economía sostenible basada en este elemento químico parecía haberse desvanecido, pero ha recobrado impulso y puede que esta vez llegue para quedarse, por esto analizaremos cómo es que este gas podría ser utilizado en diversos ámbitos.
Visto por muchos como una opción eficaz para “limpiar” el humo de nuestro medio, este se presenta como un aliado para lograr el gran reto de los ambientalistas.
El uso del hidrógeno como combustible no es nuevo: la tecnología existe desde hace años. Se usó, por ejemplo, en naves espaciales de la NASA. De hecho, el primer motor de combustión de la historia funcionó con este gas.
Se ha propuesto para todas las industrias posibles debiendo saber que el punto medular es que cuando el hidrógeno se quema, solo deja tras de sí vapor de agua, en lugar de los gases de efecto invernadero que provienen de los combustibles fósiles.
Casi la totalidad de este elemento se produce a partir de hidrocarburos como el gas natural y el carbón. Como consecuencia, esa actividad es responsable de la emisión de alrededor de 830 millones de toneladas de dióxido de carbono por año.
Sin embargo, existe una alternativa no contaminante, el llamado “hidrógeno verde”. Se trata del obtenido a través de la electrólisis del agua. Para este proceso se requiere electricidad, por lo que, si se utiliza la generación de una fuente renovable, se habrá obtenido hidrógeno sin contaminación en el proceso.
¿Cómo se relaciona este químico en la gestión de las energías renovables? Una de las principales limitaciones que tienen estas fuentes es que su producción depende de variables meteorológicas. La generación eólica se basa en la intensidad del viento en las localizaciones de los parques, que es un factor cambiante. El área fotovoltaica se somete a los perfiles de radiación solar. Eso conduce a que estos surtidores no puedan garantizar cifras exactas, sino que alternan periodos de alta y de baja elaboración dependiendo de las condiciones meteorológicas de cada instante.
Una forma de aprovechar mejor los picos de alta generación de electricidad de estas fuentes, es utilizar el excedente para crear hidrógeno. Luego, este producto podría venderse directamente o emplearse para crear electricidad en el momento en que la fuente renovable sea escasa.
Entonces analicemos cómo se desarrollaría este elemento en la economía, la generación de hidrógeno representaría el elemento regulador del equilibrio en el precio del mercado eléctrico. En un escenario de abundancia, ya sea eólica, fotovoltaica o de otra fuente, el precio mínimo del mercado lo marcaría el valor a partir del cual sería más rentable utilizar la electricidad para crear hidrógeno. Una bajada de precio implicaría la fabricación masiva de hidrógeno, lo cual representaría un incremento en la demanda y finalmente se llegaría a una armonía en los costos.
Otra de las maravillas para mencionar respecto de este, sería que puede ser usado como forma de almacenamiento de energía, siendo uno de los principales retos que enfrentará el sector en los próximos años, pues cuestión de la retención a largo plazo no se resuelve aún. Es este escenario donde el hidrógeno podría ser de gran utilidad. No solo por su capacidad de reservar energía por largos períodos de tiempo, sino también porque será mucho más fácil de manejar, dado que su peso será menor debido a las características de este elemento.
El sector del transporte es probablemente el área donde el hidrógeno podrá imponerse de forma más efectiva. Los coches eléctricos a base de combustible de hidrógeno reducirían la contaminación del aire local porque, al igual que los autos de batería, tienen cero emisiones de gases contaminantes y aunque estos, como lo sabemos, son costosos pero esperemos que en un futuro no muy lejano sean una realidad para todos.
¿Es cosa del futuro? La respuesta sería que el hidrógeno verde es el combustible del futuro. La capacidad de emplearlo ---cuenta con una huella de CO2 nula--- representa una revolución en el sector de la energía y el transporte. La gasolina, el gas, el carbón y todo el resto de combustibles serán desplazados paulatinamente. Desde el uso industrial hasta el doméstico, el camino a seguir es la utilización del hidrógeno como fuente principal. Además, como ya se mencionó, en última instancia será el elemento regulador del mercado.
Pero ¿Cómo actúan nuestras instituciones y la conciencia ecológica? El desarrollo de las tecnologías asociadas a la electrólisis y un esfuerzo de industrialización masivo para esta cadena deberían reducir los costos pero en nuestro país pareciera que nuestro presidente lo que quiere es retroceder, basta echar un vistazo a su reciente resbalón con la Ley de la Industria Eléctrica o la de Hidrocarburos.
En concreto debe destacarse que la fuerza del hidrógeno verde es servir como complemento en el proceso de descarbonización y electrificación que estamos llevando a cabo.
Pero la verdad es que no tendría mucho sentido derrochar recursos privados promoviendo su uso pues es imprescindible entender que para lograr esto debe de actuarse en mancuerna.
Por tanto, es sumamente importante, con vistas a la transición, que las empresas, y sobre todo el Gobierno, adopten políticas para enseñar a los consumidores y usuarios las diferencias entre los varios tipos de hidrógeno, para así empujarlos a utilizar el hidrógeno verde, y poner en marcha en los diferentes países comprometidos con el cambio climático, la producción e inversión y con esto asegurar las cadenas de suministro, reduciendo así la dependencia de las naciones a los combustibles fósiles.
Delírium trémens.- ¿no es momento de que el presidente reflexione si nos llevará a un retroceso total o invertirá por un futuro más prometedor para nuestro medio ambiente?
@luisglozano