(2da. parte)
En el proceso de EVOLUCIÓN DE LAS ESPECIES, un resultado es la EXTINCIÓN de las especies por diferentes motivos basados en la premisa de DARWIN: “ADAPTARSE O MORIR”. Es decir, la especie que se adapta a las condiciones de su entorno natural o cósmico sobrevive y se reproduce; la que NO, simplemente desaparece y se extingue. A este respecto, se calcula que el 98% de todas las especies animales, vegetales, etc. que han habitado nuestro planeta-casa se han extinguido por diferentes causas. En la actualidad se tiene registradas 5 extinciones masivas, la primera hace 440 millones de años y la última hace sólo 65 millones de años conocida como EXTINCIÓN DEL CRETÁCICO-TERCIARIO, y para orgullo de nuestro nacionalismo exacerbado tuvo lugar en YUCATÁN, México, con la caída del asteroide de CHICXULUB, que generó un CAMBIO CLIMÁTICO REPENTINO, que provocó la EXTINCIÓN de 16 familias taxonómicas, entre ellas la de los DINOSAURIOS y que más adelante permitió el desarrollo de los MAMÍFEROS, entre los cuales estamos nosotros HOMO SAPIENS SAPIENS, entre varias causas por nuestra CAPACIDAD DE ADAPTACIÓN al medio ambiente cambiante, especialmente en los cambios entre periodos de GLACIACIONES y periodos TEMPLADOS como el actual que vivimos y estamos modificando con nuestra quema de COMBUSTIBLES FÓSILES, que promueve el GOBIERNO CORPORATIVO MUNDIAL y desprecian o desconocen nuestros gobernantes-políticos y nosotros mismos.
Nuestra aparición como especie en el planeta puede ser rastreada en función de nuestra forma física, en este caso por nuestra altura y peso, y más importante para nuestra especialización evolutiva basada en nuestra capacidad craneal, es decir el tamaño de nuestro cerebro, así que describiremos estas variables en el tiempo: HOMO HABILIS, 2.3-1.4 millones de años antes de nuestra era, ÁFRICA, 1.40 m de altura, 50 kg. de peso y 600 cm3 de volumen de cráneo. Y así sucesivamente: HOMO ERGASTER, 1.9-1.4 millones de años a.C., SUDÁFRICA, 1.90 m de estatura, peso desconocido y 800 cm3 de volumen de cráneo. HOMO ERECTUS, 1.8-0.2 millones de años a. C. ÁFRICA Y EURASIA, 1.80 m de estatura, 60 kg. de peso y 1000 a 1,100 cm3 de volumen craneal. HOMO ANTECESOR, 1.8-0.2 millones de años a.C., ESPAÑA, 1.75 de altura, 90 kg. de peso y 1,100 cm3 de volumen craneal. HOMO HEIDELBERGENSIS, 600 mil a 350 mil años a.C., EUROPA, ÁFRICA y CHINA, 1.80 m de estatura, 90 kg. de peso, 1,100 a 1,400 cm3 de cráneo. HOMO NEANDERTHALIS, 300 mil – 30 mil años a.C., EUROPA y ASIA OCCIDENTAL, 1.70 m de altura, 70 kg. de peso y 1,200 a 1900 cm3 de cráneo. HOMO FLORESIENSIS, 100 mil – 12,000 años a.C., INDONESIA, 1 metro de altura, 25 kg de peso y 400 cm3 de capacidad craneal. HOMO SAPIENS SAPIENS, 200 mil años hasta el día de hoy, TODO EL PLANETA, 1.4 – 1.9 METROS DE ALTURA, 50 – 100 KG. DE PESO y 1,000 – 1980 CM3 DE CAPACIDAD CRANEAL.
Como podemos apreciar, nuestra evolución como especie ha sido muy rápida a niveles de las evoluciones y EXTINCIONES DE OTRAS ESPECIES, y en tan sólo 2.3 millones de años, que no es nada a nivel CÓSMICO, formamos la especie que somos actualmente, y somos una especie que compartimos 99.9% de nuestro ADN genético, es decir que sólo el 0.1% de nuestros genes es diferente y forma la diversidad de razas humanas que somos con nuestros cambios de COLOR DE PIEL, ESTATURA, PESOS, COLOR DE OJOS, HABILIDADES FÍSICAS E INTELECTUALES etc. O sea que los SUPREMACISTAS Y RACISTAS tienen el 99.9% de su genética idéntica a la de los humanos que menosprecian. QUÉ IRONÍA!!
Ahora, en función de la línea evolutiva de nuestro género HOMO aquí descrita, nos centraremos en la COEXISTENCIA de dos especies: HOMO SAPIENS SAPIENS Y HOMO NEANDERTHALIS conocido como NEANDERTAL, los cuales coincidieron en TIEMPO Y ESPACIO en EUROPA Y ASIA OCCIDENTAL, y que es el ejemplo de DARWIN de “ADAPTARSE O MORIR”, y en este caso fuimos más adaptables al medio ambiente nosotros HOMO SAPIENS SAPIENS y sobrevivimos mejor a los cambios climáticos y de diferentes maneras nos impusimos a los NEANDERTALES en la carrera evolutiva, para lo cual existen varias teorías, de las cuales sobresalen la de un enfrentamiento a largo plazo entre ambas especies, es decir una guerra de exterminio o GENOCIDIO (como la que están realizando los judíos en Palestina exterminando a los propios palestinos, mientras los medios de comunicación callan). En dicha guerra ganamos los HOMO SAPIENS SAPIENS y extinguimos a los NEANDERTALES. Y la otra teoría más amable sostiene que fuimos hibridizando con los Neandertales, al grado que actualmente las poblaciones descendientes de EUROPEOS y ASIÁTICOS como muchos de nosotros en MÉXICO, tenemos entre 1 y 2 % de genes de NEANDERTAL.
Como vemos, actualmente somos la especie dominante del planeta y nos extendimos por todos sus ECOSISTEMAS. Pero el hecho de ser los dominantes no nos hace menos vulnerables al riesgo de la EXTINCIÓN y es algo que parece que no hemos comprendido y estamos contribuyendo a pasos agigantados a fomentar un proceso de extinción por dos medios principales que son LA CONTAMINACIÓN y LAS GUERRAS, estas últimas tal vez como remanentes muy antiguas de nuestro proceso evolutivo como GUERREROS-CAZADORES-RECOLECTORES y que nos hacen tender a apropiarnos de lo existente para sobrevivir, sin importar los medios para lograrlo.