I.- Justo a dos años de que asumió el poder el presidente López Obrador, es oportuno hacer una rápida revisión del estado que guarda el país a los ojos de un ciudadano común como el que esto escribe, que examina los acontecimientos públicos, sin interés partidista, pero con ánimo resuelto para buscar los cambios necesarios para ayudar a establecer un auténtico régimen democrático, moderno y plural, que revierta el proyecto de este presidente por instaurar un gobierno unipersonal y autoritario.
La edición de 10 millones de ejemplares que hizo la 4t bajo orden presidencial, de una “Guía Etica para la Transformación de México”, será un engaño más de los que acostumbra el presidente para simular un liderazgo ético, que no se corresponde con la conducta y la retórica enconada que han caracterizado su presidencia.
¡”Vamos bien”! ¡”El pueblo está feliz”! (¿?) El pueblo de México ¿puede estar feliz con los muchos miles de muertes y feminicidios violentos, con el aumento masivo de pobres, con la pérdida de millones de empleos, los más de CIEN MIL muertes por el pésimo manejo de la pandemia y otros tantos miles de muertes por falta de atención médica y medicamentos, y para colmo de males, el despilfarro del dinero público en proyectos descabellados? Claro que no.
El discurso abusivo y carísimo (Transmitir las mañaneras cada mañana le cuestan al país cerca de 140 millones de pesos al día) desde el Palacio Nacional todos los días, para intimidar críticos, la Inseguridad y violencia record, la pandemia descontrolada, una corrupción persistente y creciente, el manejo discrecional del presupuesto, la erosión de las instituciones quitándoles recursos, supresión de fideicomisos para fomentar ciencia, cultura, deporte. La denostación al INE, permanente confrontación con entidades federativas que reclaman nuevo trato fiscal más equitativo, captura vergonzosa del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, nivel de odio en las redes sociales, síndrome de autocomplacencia y responsabilizar de todo al pasado y al neoliberalismo. La confesión expresa de inundación de los pueblos más pobres de Tabasco, eliminación de la presunción de inocencia, feminicidios en ascenso . . .todos, son solo algunos de los hechos que no avalan una dudosa convicción ética del presidente.
Todas las medidas, decisiones, leyes y discursos tóxicos con que ha saturado la vida pública de la nación desde su tribuna matinal, promueven una atmósfera de confrontación entre los mexicanos y estimulan odios y actos de violencia creciente. El presidente marca una ruta de desconfianza y temor hacia el futuro, que nos acercan paso a paso, a un estado peligroso de desestabilización.
A la luz de la falta de resultados palpables y concretos de este gobierno, se puede afirmar que este presidente ha fracasado rotundamente en el cumplimiento de sus principales compromisos de campaña:
Combate frontal a la corrupción y a la impunidad
Disminución de la violencia (muertes, extorsión, secuestro)
Combate a la pobreza y a la desigualdad
Incremento del PIB al 4% desde el primer año
Devolver al ejército a los cuarteles
Etc., etc.
TRÁGICOS RESULTADOS:
Más y más muertes cada día, miles y miles de familias enlutadas, los feminicidios, las extorsiones y los secuestros, siguen afligiendo a gran parte de la población mexicana, que es testigo fiel y vivo de la inmensa impunidad que avergüenza al país, como uno de los que en el mundo más la padecen (algo así como 97 o 98%). Una Guardia Nacional que solo ha servido para HACERLE EL TRABAJO A Trump de detener migrantes, pero no para brindar seguridad a los mexicanos.
Cifras que duelen y provocan indignación colectiva por el número de muertes violentas, más las causadas por la pandemia, que a todas luces no ha sabido manejar este gobierno y que llevó a nuestro país a ser el de mayor letalidad en el mundo (muertes/población). ¿VAMOS MUY BIEN?
II.- Creo que merece un reconocimiento el Dr. Alejandro Javier Zermeño Guerra, por haber tenido el valor de permitir por medio de la transparencia, conocer públicamente los montos de las jubilaciones integradas de los últimos tres rectores de la UASLP, como lo publicó “Pulso” el pasado viernes, con cantidades que resultan ofensivos e injustificables para el común de los ciudadanos, universitarios o no, que han perdido su empleo o tienen ingresos insuficientes para mantener a sus familias. (Respectivamente, 240,369.00, 176,992.00, 189,026.00, el Arq. Villar Rubio, Mario García Valdés e Ing. Jaime Valle Méndez)
Creo que es en verdad muy saludable que, en cualquier tiempo, pero más en los actuales, en virtud de que sus presupuestos y los apoyos del gobierno federal van a la baja, las universidades en general, inauguren una nueva etapa de su desarrollo en la que hagan públicas y transparentes sus finanzas y den a conocer el procedimiento y los criterios para establecer los montos de las jubilaciones a empleados, personal docente y rectores, para evitar abusos y tropelías contra el erario universitario. No es ocioso recordar el tremendo desfalco de miles de millones de pesos de la Estafa Maestra, en el que, durante el gobierno de EPN, se vieron involucradas varias universidades del país (no la UASLP), que se prestaron al desvío masivo de fondos del erario, haciendo pagos “por encargo” a empresas fantasma.
Alfredo Lujambio R.
lujambio06@hotmail.com