I.-...A México, solo los mexicanos II.- TRUMP O BIDEN, ¿CUÁL ES LA DIFERENCIA?

I.- Solo un gobernante de espíritu autoritario o abusivo o lleno de soberbia, puede referirse a sus                                              críticos como malquerientes o pertenecientes a la mafia del poder o conservadores o minoría rapaz. Estaría en un error garrafal, porque en lugar de descalificar, más le valdría escuchar la crítica, su razonabilidad, que mucho le ayudaría a corregir el rumbo, antes de que sea muy tarde y el barco se le hunda. Solo señalamos las acciones del gobierno que nos parecen claramente equivocadas, al igual que lo hicimos con los gobiernos anteriores, sin excepción. Debería de seguir el presidente López el ejemplo de la canciller alemana Merkel, quien afirma que un gobernante democrático, no solo acepta la crítica, sino que la agradece. 

En México, millones de ciudadanos estamos viendo que este gobierno está totalmente cerrado a la crítica, que no se puede entablar diálogo constructivo y por eso estamos hoy en pie de lucha pacífica y cívica, para rescatar en junio del 2021 la mayoría en la cámara de diputados, y arrancarla de las manos y  del control total de López Obrador, para restablecer el equilibrio constitucional de poderes, frente a un presidente del estilo obsoleto, y corrupto, como los que solían gobernar este país en la 2ª mitad del siglo pasado. 

Hemos estado observando y cuestionando cómo avanza día con día en México, el avasallamiento de los poderes legislativo y judicial y el derroche de nuestros recursos en programas y dádivas electoreras y proyectos sin soporte técnico adecuado, el apoderamiento del presupuesto nacional en manos de un solo hombre, -el presidente-, del control o cooptación de los organismos autónomos, (Fideicomisos, CNDH, INE, INAI, CRE, CENACE, etc., etc.). 

Por lo tanto, sería ingenuo esperar que otros países nos vengan a salvar de una dictadura como la que está en vías de implantar AMLO. Sabemos que a México tenemos que salvarlo los mexicanos de cualquier régimen que atente contra nuestras libertades y derechos, sin esperar que otros vengan de fuera a salvarnos.  Para México, el único camino posible es el de la participación activa y decidida de la ciudadanía, para darse un régimen genuinamente democrático y un sólido estado de Derecho que preserve sus libertades y su dignidad de hombres y mujeres libres.

II.- Al iniciar esta columna, ayer tarde, aún no terminaban los conteos de votos en EUA que habrían de definir quién será el próximo presidente de aquel país a partir del 20 de enero del 2021, pero quienquiera que resulte, creo que no hará gran diferencia para la vida de los mexicanos. Persiste o persistía la duda sobre el resultado final del conteo, por los cuestionamientos que interponía el presidente Trump, alegando fraude, sin aportar pruebas, causando turbulencia entretanto en los centros financieros del mundo, en espera de que en pocos días queden zanjados y el perdedor reconozca al triunfador.

Son tantos los vínculos y las relaciones históricas entre los dos países, que gane quien gane creo que van a seguir siendo más o menos iguales. Son también muchos los millones de personas de origen mexicano que han nacido allá, y muchos más los que han ido llegando a lo largo de dos siglos, cuando los enormes territorios de Texas, Nuevo México, Arizona y California, aún eran parte integrante del territorio nacional de México, que se han integrado y han contribuido al desarrollo y prosperidad de esa gran democracia que, a pesar de sus problemas sociales, tantos querrían habitar. También, la frontera entre los dos países es una de las que tienen más comercio y más cruces de personas en el mundo, con más de mil millones de dólares diariamente, es decir, más de 400 mil millones al año.

No obstante, la personalidad y modo de ser de Donald Trump, su actual presidente, que ha merecido tantas críticas en todo el mundo, esta gran nación conserva su fuerza y su poderío, por lo arraigado de sus prácticas democráticas, la vigencia de su estado de Derecho y la potencia de sus instituciones. Sigue siendo muy atractiva para millones de latinoamericanos (y mexicanos, por supuesto), que buscan salir de la pobreza y falta de estado de Derecho en sus países y están dispuestos a pasar grandes dificultades con tal de llegar a territorio norteamericano, en espera de una visa temporal o permanente de trabajo, para salir de pobres y mejorar su calidad de vida. 

Millones y millones de ciudadanos de tantos países, estarían dispuestos a cualquier esfuerzo con tal de obtener la residencia o el permiso de aquél gobierno para vivir y trabajar. Empezando por México, que por su vecindad mantiene un mayor contacto con la nación del Norte. Quienes quieren emigrar desde sus países de origen, fíjese que curioso, nadie, absolutamente, quiere ir a los paraísos populistas como Norcorea, Cuba o Venezuela. ¡Vamos!, ni siquiera les pasaría por la cabeza China para ir a vivir, a pesar de sus recientes avances económicos y tecnológicos, ni tampoco a un México, como este, el de la 4T, porque todos ellos tienen un denominador común: Falta de libertades y nulo Estado de Derecho y de vigencia de los Derechos Humanos.

lujambio06@hotmail.com