La Ley Silla es una reforma a la Ley Federal del Trabajo en México y que entró en vigor el 17 de junio de 2025. Uno de sus principales objetivos es prevenir los diversos riesgos asociados con realizar actividades de pie por tiempos prolongados. Esta ley establece nuevas obligaciones para los empleadores y busca proteger la salud y el bienestar de los trabajadores, garantizando que tengan un asiento disponible para descansar durante su jornada laboral cuando la naturaleza de sus funciones lo permita.
Esta reforma modifica los artículos 132,133, 422 y 423 de la Ley Federal del Trabajo, que establecen respectivamente lo siguiente: artículo 132 XXIX Bis: proporcionar a las personas sillas o asientos con respaldo para el desempeño de sus funciones; artículo 133 fracción XV Bis: se prohíbe impedir que los trabajadores se sienten cuando la naturaleza de sus labores lo permita; artículo 422: aunque no se modifica, reafirma que las condiciones generales de trabajo deben hacerse constar por escrito; y artículo 423, fracción X Bis: las Comisiones Mixtas de Seguridad e Higiene deberán vigilar que los lugares de trabajo cuenten con asientos o sillas suficientes y adecuadas conforme a los establecido en el artículo 132. Estas disposiciones aplican a quienes laboran en tiendas, supermercados y farmacias; restaurantes, bares o cafeterías; call centers o servicios al cliente, y oficinas o fábricas donde se permanece de pie por periodos largos de tiempo.
El objetivo principal de esta reforma es prevenir los riesgos a la salud asociados a la bipedestación prolongada, que es cuando una persona pasa más de 2 horas seguidas o 4 horas acumuladas al día de pie sin descansar, causando fatiga y tensiones musculares en piernas, espalda y cuello; problemas en articulaciones de columna; caderas, rodillas y pies; daños en tendones y ligamentos; trastornos reumáticos; y fatiga general y bajo rendimiento. Las implicaciones de la Ley Silla para el sector empresarial se pueden abordar desde dos aspectos. Por un lado, la Secretaría del Trabajo y Previsión Social podrá inspeccionar físicamente los centros laborales, y en caso de no cumplir, podrá imponer multas que van desde 50 hasta 5,000 UMAs, es decir, aproximadamente entre $ 5,400 a $ 540,000 pesos, según la gravedad y número de trabajadores afectados. Por otro lado, es necesario que las empresas adapten sus políticas, reglamentos y espacios de trabajo; capacitación y comunicación, para promover una cultura laboral más humana y saludable; realizar un análisis detallado de las condiciones de trabajo y que se incluya un programa de seguridad y salud en el trabajo; registrar riesgos y medidas preventivas, a través de la Comisión de Seguridad e Higiene, así como documentar en sus actas de recorrido, los riesgos detectados para cada empleado que trabaja de pie, especificando las medidas preventivas y correctivas a ser implementadas para proteger su salud. Finalmente, es importante evaluar el nivel de riesgo para cada trabajador, lo que permite priorizar acciones para mitigar los peligros y asegurar un entorno laboral seguro.
El panorama laboral ha evolucionado hacia un entorno más seguro para los trabajadores, al reconocer que las condiciones ergonómicas influyen directamente en el bienestar físico y mental de las personas, por lo que su cumplimiento con un enfoque de prevención e implementación de acciones concretas para la empresa, puedan reflejarse en mayor productividad, reducción del ausentismo y mejora en el ambiente laboral. La Ley Silla promueve la dignidad y respeto hacia los trabajadores, por lo que también es una oportunidad para fortalecer la responsabilidad social empresarial a través de la promoción de entornos de trabajo más humanos, saludables y eficientes.
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