Estamos presenciando el ocaso de los grandes ídolos del rock clásico. Con un Ozzy Osbourne en visible decadencia, unos Rolling Stones que se aferran a la vida con todas sus fuerzas y unos Beatles a los que sólo les sobrevive el 50% del grupo. Las grandes estrellas del rock se apagan una a una. Aparentemente esta ola masiva de extinción de figuras del mainstream estaba arrasando con Kiss también.
La banda neoyorquina anunció que el fin del camino había llegado y su última presentación en vivo sucedió el pasado 2 de diciembre en el Madison Square Garden de Nueva York. Después de medio siglo en activo, veinte álbumes de estudio, seis álbumes grabados en vivo, un MTV Unplugged y una tonelada de recopilaciones de grandes éxitos los cuatro excéntricos músicos dieron un paso que se antojaba lógico y natural: el telón se bajaba.
Los días posteriores al último show de la banda fueron de completa incertidumbre para los fans. Kiss ya había anunciado su retiro en dos ocasiones anteriormente. La primera en los 80´s, después de la garrafal pifia de haber quitado el maquillaje de sus rostros. La segunda en los 90´s, sequía a la que le pusieron fin cuando volvieron con la alineación original para lanzar el épico "Psycho Circus".
A pesar de tener la edad jugando en contra, los fanáticos esperaban que este no fuera un adiós definitivo. Aún quedaba en el aire la esperanza de que Kiss metiera el freno de mano y se arrepintiera de haber dicho adiós. Y así sucedió, una vez más la banda anunció su regreso a tan solo un par de días de haber realizado su último show, aunque esta vez de una forma que sorprendió al mundo entero.
Kiss anunció el inicio de una nueva era, una etapa en la que The Demon, The Starchild, Space Ace y Catman regresarían para jamás irse. Esta vez la banda hizo su triunfal regreso en forma de banda virtual. El grupo ha comunicado que no piensa detenerse, que el fenómeno musical los ha sobrepasado y que Kiss nunca morirá. Algunas bandas ya habían tomado este recurso como medio de inmortalizar su música. Tal fue el caso de Abba, quienes en 2020 lanzaron su álbum "Voyage" y se embarcaron en una gira con sus avatares rejuvenecidos en el escenario.
El caso de Kiss es distinto, estamos ante un parteaguas en la industria del entretenimiento. El Kiss virtual no es un simple trabajo de animación digital como el caso de Abba. El Kiss virtual es un proyecto ambicioso que será alimentado por inteligencia artificial. Lo cual se traduce en posibles nuevos álbumes de estudio desarrollados por los Kiss digitales sin tener que recurrir a los Kiss de carne y hueso para desarrollar las nuevas composiciones. Estamos ante el inicio de una nueva era en la que las estrellas que se extinguían han encontrado el recurso para extender su vida para siempre.
La decisión de Kiss será el precedente para una nueva oleada de estrellas de rock resucitadas por medio de inteligencia artificial. No pasará mucho tiempo para que nuevamente veamos de gira a Hendrix o Cobain. Estamos en el umbral de la era de la inmortalidad artística. ¿Quién en su sano juicio bajaría el telón de un espectáculo que ha generado billones de dólares anualmente? ¿Quién en su sano juicio renunciaría a la vida eterna?