Justicia Ciudadana

“El modelo de justicia penal 

es fiel reflejo del sistema 

político en el que se vive” 

Ferrajoli 

Hace unas semanas decía el presidente de la Comisión de Seguridad Pública del Ayuntamiento SLP, Christian Azuara, que el Gobierno Federal socializaba con las municipalidades del país, un nuevo modelo administrador del conflicto social denominado “justicia cívica”, el cual, procuraba investir al policía municipal de funciones catalizadoras de roces comunitarios, no delictivos. 

De suyo parece una idea interesante, en cuanto a su finalidad (catalizar el conflicto social no delictivo), no tanto así, del medio o instrumento del que pretende valerse, ósea, el policía municipal. Interesante, porque tiene la valía de entender, que toda conducta antisocial o socialmente cuestionable, no necesariamente es delictiva, parafraseando al jurista italiano Luigi Ferrajoli, podemos hablar de delitos formales y de delitos informales, éstos últimos ya no son objeto del derecho penal.

Me explico, ciertamente escuchar música fuerte a muy altos decibeles, es una conducta abusiva al entorno social, pero definitivamente no delictiva, si fuera así imputaríamos ante el juez penal a todas las botargas del “dr. simi”, o a cuanto comercio que posea la falaz idea: “a más ruido más venta”, efectivamente, alguien tiene que decirle bájale dos rayitas a tu volumen, sin que genere una rebeldía del comerciante, por citar tan sólo un ejemplo. 

Antecedentes de esta justicia cívica ya los existía, prueba de ello es la figura del juez auxiliar, la cual está comprendida en la organización del Poder Judicial en S.L.P, con sus reservas, esta figura auxiliar no tiene funciones jurisdiccionales, ni tampoco sueldo público, no se le exige un nivel de estudios propios, pero lo más interesante para el análisis social, es que esta figura es designada democráticamente por el voto de la comunidad, ahí descansa su legitimidad y su fuerza. 

Pensar que nunca fue lo suficientemente explotada la figura auxiliar, yo diría desaprovechada en su totalidad, fue a partir del conocimiento que como abogado y como académico tuve dentro del llamado “Caso Jair”, que, me di cuenta de su potencialidad, precisamente en comunidades irresponsablemente olvidadas por las autoridades políticas y policíacas, observé maravillado que la sociedad tiende a organizarse para dirimir sus conflictos internos, por vías convencionales, esto es, la praxis misma de los postulados de Locke y Hobbes juntos. 

Por lo que respecta al medio propuesto, me parece, aquí está lo debatible, ya que la justicia ciudadana parte de la premisa de nuevas formas de organización social para catalizar el conflicto, de manera paralela o coordinada al poder público, toda vez, que se reconoce la imposibilidad de tener un Estado omnipresente, siendo sensatos en términos de recursos financieros y humanos disponibles, sin que, por ello, la sociedad caiga en lo que Ferrajoli calificaba como un “sistema de control salvaje” (reacción a la ofensa y/o venganza individual), todo lo contrario, una sociedad que encuentra vehículos legítimos en la solución del conflicto. 

Es por lo anterior, que pensar que el medio sean las policías municipales, no es idóneo, ya que, si de algo se padece es un déficit, el gobierno estatal ha aceptado que tiene una carencia de 1500 elementos, para estar en el mínimo aceptable, con una fuerza real de 3500 uniformados; además, no todos hacen funciones de prevención al delito, muchos de ellos hacen otras “tareas”, pensemos en el poli en la entrada de la dependencia pública sentado en un escritorio con un libro de registro de visitantes, que ni siquiera él llena a mano. 

También es verdad, que sumados todos los elementos de las fuerzas municipales en el Estado de SLP alcanzarían otros 3500 efectivos, inclusive, pensemos que hay municipios cuya corporación policíaca no rebasa los 5 policías. Bienvenidas las nuevas miradas de la política criminológica, pero si algo distingue a esta disciplina científica, es que, no peca de ingenua, entiende que el problema de la criminalidad vendrá de la sociedad, más que limitativamente del Estado. 

Las y los espero con el gusto de siempre el próximo viernes. 

carloshernandezyabogados@hotmail.com