NO ESPERES VER UN CAMBIO,
SI TÚ NO LO HACES.
En estos días ha estado muy claro el planteamiento de la inversión privada en cualquier país y en especial en México. En palabras dichas por el jefe de la oficina de la presidencia en días pasados fueron las siguientes: “la inversión privada es la palanca que falta para la recuperación económica del país y para que esta llegue, se necesita certidumbre. La inversión productiva se lleva acabo con proyectos a mediano y largo plazo”. Primera ocasión que se valora este tema por parte de un funcionario federal, y este discurso fue pronunciado ante la Convención Nacional del Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF) y resaltó una cifra real, donde se señala que la inversión privada representa el 87% de la Inversión Total en México. Insistió que esta, es vital para el crecimiento y sin crear bienestar, se está traicionando el combate a la pobreza. Carlos Salazar, presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), calificó como patéticas las cifras de la inversión e insistió en la urgencia para que el gobierno entienda que la inversión privada es la única opción para otorgar bienestar a todo el país. Curiosamente, Romo enunció que están 30 MMDD disponibles para la inversión y 1.2 billones de la banca. Dinero sí hay, lo que no existe es certidumbre de que se respeten las reglas establecidas cuando ya está hecha la inversión, pues esta política ha sido vista y censurada en todo el mundo y debido a ello, el capital nacional y extranjero no han invertido en todos los proyectos que se tenían a partir del año 2019, la mayor parte del registro de inversión, es reinversión de utilidades que fiscalmente es conveniente a las empresas. La inversión privada contemplada para la generación de energía limpia fue suspendida y emigró al sur de la Unión Americana. El verdadero generador de bienestar es el empleo y el creador del empleo productivo, es la inversión privada. El bienestar de una nación es la verdadera democracia.
El claro crecimiento para lograr igualdad de oportunidades, ya sea de estudios o de trabajo, se otorga con la confianza al generador de oportunidades y este, es el inversionista privado. Tenemos que dar un posicionamiento económico a México igual y mejor que el que teníamos en 2018. Aprovechar nuestros tratados comerciales para vender, comprar, invertir y estimular al sector productivo. Es el momento “único” de aprovechar la coyuntura (económica y política) que existe entre Estados Unidos y China. Urge organizar y apoyar el desarrollo regional en todo el país. Reanudar la promoción internacional en comercio y turismo. Nuevas condiciones para la creación de empresas (negocios) y empleos, y aprovechar el cambio de gobierno en Estados Unidos.
Para conocer la economía de un país, necesitamos registrar y cuantificar variables que nos indican si vamos por el camino de una política acertada o por una vía errónea. Esto es muy importante para la toma de decisiones en proyectos privados o en programas públicos. Hay que conocer la inflación anualizada, el crecimiento o baja en los tres grandes sectores de la economía (sector primario, agropecuario, pesca, silvicultura- sector secundario-industria y minería- y el terciario-servicios, comercio, turismo). Las importaciones y exportaciones (identificando los productos y servicios). La explosión demográfica. Deuda interna y externa del país y su relación con el PIB. Inflación. Monto de capital invertido por el sector productivo. Empleos formales e informales. Número de unidades económicas. Ingreso de dinero del exterior (remesas). Producción petrolera y otras. Estos indicadores y algunos más, son indispensables para saber cómo estamos y que haremos para abatir el desempleo, la pobreza, la inseguridad, la salud (Covid-19), etc. Tienen que ser reales y al tiempo, pues de otra manera no sirven. ¿La verdad, hacia dónde vamos?
P.D. Cuantas cosas perdemos, por miedo a perder.
Consuma lo hecho en México y estará
dando trabajo a los mexicanos.
¡México es primero! Noviembre 2020