Para muchos potosinos, la última semana antes de las elecciones nos va a agarrar fastidiados, sin agua, con mucha basura, y a algunos hasta algo asustados, y con la incertidumbre de cómo y cuándo se va a regresar a clases presenciales o al menos híbridas. Ni las dotes adivinatorias de las astrólogas de moda han dado luz sobre el panorama político para nuestro estado y las encuestas dan el gane a quien las pague, con mínima variación hacia alguno de los dos punteros.
¿Ya decidieron a quién le van? Yo al Cruz Azul, por supuesto. Ojalá ya se les haga y se rompa una (mala) tradición. La aportación del verbo “cruzazulearla” a nuestro léxico se agradece, pero hago votos por su triunfo.
Ayer cerraron las campañas de los partidos políticos con bombo y platillo en las plazas públicas de San Luis Potosí, con miles de asistentes y artistas invitados como Margarita la diosa de la cumbia, Los Acosta y Calibre 50. Autoridades y aspirantes hablan de la pandemia en pasado, y urgen a no exagerar muertes, contagios y riesgos.
Mientras las autoridades brillan por su ausencia, una semana sí y otra también la presa El Realito reporta alguna fuga y miles de usuarios tenemos que estar atentos al paso de las pipas de Interapas. Todos los candidatos y candidatas han prometido acabar con el desabasto del líquido, incluso Interapas proclamó que iban a finiquitar el contrato, pero para variar solo se hizo el anuncio y no pasó nada.
Después de acudir a alguna de las 3 750 casillas que se instalarán la próxima semana, deberíamos ver qué se puede desde la sociedad civil para mejorar las elecciones y sus procesos, más allá de los partidos políticos, que siguen sin entender (o se hacen…) que necesitan cambiar “de a devis”.
Por ejemplo, uno muy simple: la práctica de hacer volantes debería ser prohibida las autoridades electorales. Solo se produce basura que nadie lee. Hace unos días la calle en donde vivo amaneció tapizada de volantes contra Enrique Galindo (“¿Votarías por un asesino?”, decía junto a la palabra “Ayotzinapa”) y contra el Pollo Gallardo (“Un peligro para San Luis”).
Gacetillas y fotos, videos y audios editados circulan en cadenas de Whatsapp sin que nadie les ponga un alto, pues el Ceepac y el INE persisten en su tibieza. En estas campañas fueron “públicos y notorios” el despilfarro, la guerra sucia, el nepotismo y el compadrazgo, el uso político de instituciones y programas, el desdén por los derechos humanos, la minimización de las denuncias en su contra. Hay diferentes raseros para cada político y cada partido y eso no podemos esperar que lo arreglen ellos, pus viven de negociar votos, apoyos y permisos.
Igual podríamos ver que se multe a quienes no acudan a los compromisos pactados, léase debates, a los cuales habrá que seguir mejorándoles el formato para que no sean tan acartonados. Hay que cambiar el discurso político y poner más candados. Hacen tantos compromisos que cuando llegan al poder no faltan Rasputines (“el poder tras el trono) que son los en realidad “palomean” personas y apoyos.
Llegue quien llegue a la gubernatura, urge que se ponga de acuerdo con los otros niveles de gobierno, los otros poderes y los otros partidos para reducir la violencia y la inseguridad en calles y carreteras, más allá de lo abstracto de condenarla. No se trata de una persona, o dos, sino de una estructura paralela. “Hay un riesgo inminente, no lo podemos ocultar”, reconoció apenas el secretario de Gobierno, Daniel Hernández.
Primero fue un supuesto atentado contra José Luis Romero Calzada, el Tecmol, justo el día que presentó su candidatura por Redes Sociales Progresistas. Luego fue Ricardo Gallardo quien denunció en redes una supuesta amenaza de hombres armados a su esposa. Esta semana fueron un supuesto video donde Gallardo es apoyado por la gente de un cártel, una hielera (con una cabeza de puerco) que “alguien” dejó en la casa de campaña de Octavio Pedroza Gaytán, candidato de la coalición Sí por San Luis y cabeza del “maxicombo”, así como un audio donde este último presuntamente tilda de p*nd*j*s a los potosinos.
No nos merecemos esta clase de política. “Todos contra” y “Todos con” son consignas que a un sector creciente de la población ya no le está siendo conveniente. El centralismo y las decisiones cupulares que permitieron tanto circo tienen que ceder ante las necesidades de los municipios y las regiones, con sus propios liderazgos reales, sus peligros y retos.
Llegue quien llegue, que haga algo.
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Posdata: Hoy se realiza el mercadillo de Casa Cinco, en la calle de 5 de Mayo 1045, muy cerca del Jardín Colón de la ciudad de San Luis Potosí. Allí encontrarán el stand de la librería REM y en él, entre otros, los libros El navismo o los motivos de la dignidad, de Tomás Calvillo, y Fuera de mí y La bruja guachichil, de este columnista. Ojalá se den una vuelta, con mascarilla y sana distancia.