La rifa del tigre

Tratando de encontrar el origen de esta expresión tan pero tan mexicana, hay varias historias detrás, una de ellas habla de un rey que puso a prueba la inteligencia de un prisionero para salvar su vida, debía abrir cinco puertas, en cuatro estaba su libertad pero en una estaba un tigre hambriento, el preso abrió la segunda y fue devorado. Así, sea o no cierta esa historia, esta expresión tan conocida se compone esencialmente de dos vocablos, rifa que consiste en una competencia que implica realizar un sorteo entre un grupo de personas, aquel que sale sorteado, resulta ganador de la rifa y, por lo tanto, se hace acreedor del premio estipulado; el tigre en este caso es el premio, es decir que el ganador se lleva a casa ni más ni menos que un predador carnívoro, que de la especie de los félidos es el más grande del mundo, por lo que el tigre se convierte en el anti premio, ese que nadie quiere sacarse. Traigo esta popular frase a colación a propósito de como se percibe la realidad de nuestro país en materias como la seguridad pública, procuración de justicia, las crisis sanitaria y económica, en un país como México donde además ha iniciado formalmente la “rifa”, el proceso electoral más grande en la historia reciente, donde en muchos casos el premio estoy seguro será un tigre. Y es que en el marco de las campañas políticas que se avecinan que estoy cierto también serán encarnizadas y despiadadas batallas donde rodarán prestigios y reputaciones, quien al final logre obtener la victoria y llevarse el tan anhelado premio, corre el alto riesgo de llevarse un auténtico tigre a casa, cito como ejemplo los casos de las Presidencias Municipales, para nadie es un secreto que de los 2446 municipios que tiene el país, salvo aquellos que son capitales o forman parte de zonas metropolitanas, la gran mayoría del resto tienen severos problemas en todos los aspectos, carecen por ejemplo de policías municipales sólidas donde hay muestras de infiltración por el crimen organizado, economías en bancarrota por deudas o laudos, infraestructura deteriorada, en pocas palabras Ayuntamientos en ruinas. La crisis económica sumada a la pandemia que aún nos azota, vendrá a reducir al mínimo las participaciones municipales, incluso para las Entidades Federativas, para ser claros, se tendrán disponibles menos recursos y los problemas a resolver serán aún mayores que los actuales. Así, que desde un análisis muy serio, quienes resulten elect@s tendrán que enfrentar un verdadero reto, en la analogía de la rifa, su premio el tigre les espera hambriento, violento, agresivo y muy enojado; se podrían tildar de pesimistas estas líneas, pero la realidad es cruda y no se puede negar, en 2021 quienes dejan sus cargos pasarán una estafeta complicada, una granada sin espolón, no hay precedentes en la historia reciente de nuestro país con un binomio tan adverso en materia sanitaria y económica, por eso quienes sean las y los valientes que deseen competir y posteriormente ganen las elecciones, deberán partir de la premisa que al primer minuto de recibir su nueva encomienda no habrá luna de miel post electoral, ni tregua, ni posibilidad alguna de descanso, en un escenario tan complejo se requerirá inteligencia, sagacidad, imaginación, altura de miras y mucha energía vital, atender uno por uno los problemas que les serán heredados, con la esperanza de que, para septiembre de 2021 el mundo tenga ya una vacuna y la economía comience de a poco a recuperar, pero si esto no sucede, quienes hoy aspiren a un cargo de elección popular están obligados a prever en sus proyectos esa posibilidad. Ánimo se puede domar el tigre y no morir en el intento. 

Hasta la próxima.

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