No es la primera vez que López viola la Constitución. Le gustó hacerlo en su gobierno mediante iniciativas de ley que le fueron invalidadas por la Suprema Corte de Justicia de la Nación. Sin embargo y como despedida, ahora vuelve a sus viejas mañas: violar suspensiones de amparo.
Por mucho que le haya sido perdonada políticamente su conducta, hay que recordar que López fue desaforado para posibilitar su encausamiento el dos mil cinco por violar la suspensión otorgada en favor de los propietarios de un predio conocido como “El Encino”.
Hoy lo vuelve a hacer. Con la publicación, el quince de septiembre, de la reforma constitucional sobre el Poder Judicial violó la suspensión decretada por el Juez Segundo de Distrito en el Estado de Colima en el sentido de abstenerse de promulgar dicha reforma.
El artículo 107 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos señala en su fracción XVII que la autoridad responsable que desobedezca un auto de suspensión […] será sancionada penalmente. Por su parte la Ley de Amparo determina en su artículo 262 que se impondrá pena de tres a nueve años de prisión, multa de cincuenta a quinientos días, destitución e inhabilitación de tres a nueve años para desempeñar otro cargo, empleo o comisión públicos, al servidor público que con el carácter de autoridad responsable en el juicio de amparo o en el incidente de suspensión no obedezca un auto de suspensión debidamente notificado, independientemente de cualquier otro delito en que incurra.
Dado que en el juicio de amparo referido tanto la Cámara de Diputados como la de Senadores, las legislaturas estatales y de la Ciudad de México, al igual que el señor López, violaron un auto de suspensión, así que tenemos, de manera evidente la posibilidad (si acaso la Fiscalía General de la República hace su trabajo) que se abra un macro proceso a los trescientos cincuenta y nueve diputados, ochenta y seis senadores, todos los levantadedos locales y al señor López.
Y es que no hay mucho que analizar: un auto suspensional notificado y su desobediencia, así de fácil.
Por cierto, la pena podría aumentarse hasta en una mitad dado que actuaron en pandilla, lo que es definido por el Código Penal Federal como la reunión habitual, ocasional o transitoria, de tres o más personas que sin estar organizadas con fines delictuosos, cometen en común algún delito.
Pero como de seguro la FGR nada hará, nada pasará. Así juegan a quedar impunes los que se autonombran “honestos”.
En la ceremonia de la conmemoración del aniversario de la independencia de México desde el balcón central de Palacio Nacional, en una larga lista de “vivas” que le ha agregado López a los héroes que nos dieron patria, hoy agregó en sus buenos deseos al amor, a los trabajadores, a la justicia, a los migrantes, a los pueblos indígenas, a la grandeza cultural de México, a la cuarta transformación, a los mexicanos y pidió la muerte de la corrupción, la avaricia, el racismo y la discriminación.
Parece que aguantó las ganas de hacer apología del delito, como pudiera haberse previsto a partir de que dijo en días pasados que sería bueno publicar (como lo hizo) la reforma el quince de septiembre (violando un mandato judicial).
Lo que no queda claro es que, si aclamó a los trabajadores, ¿por qué acabaron con la carrera judicial, proyecto de vida de tantos mexicanos? ¿por qué aclama a la justicia si se burla de los mandatos de los jueces? ¿Bajo que enfermiza justificación pide la muerte a la corrupción, con las muestras que ha dado de favorecimiento indebido al quebrantamiento de la Constitución?
¿Convoca a gritar “viva el amor” quién ha dedicado todo su tiempo disponible a fomentar el odio, la división entre hermanos y la confrontación?
¿No es discriminación etiquetar en bandos a los mexicanos y que quien no esté con él, está contra él?
Así, en un acto de gran cinismo se ¿despide? el enterrador de la Constitución, el profesional de su violación.
@jchessal