LA VISITA

Sucede siempre, pero algunas veces de manera más acentuada. Así ocurrió con la más reciente visita presidencial. Me refiero al fenómeno de que ante un acontecimiento determinado, cada quien ve lo que quiere ver. Unos, probablemente la mayoría, vio un predestape de la secretaria de Gobernación Rosa Icela Rodríguez, para la elección de gobernador(a) en el 2027; otros vieron una mejoría en la relación de la presidenta Sheinbaum con el gobernador Gallardo Cardona -por aquello de que fue menos distante y seca que las anteriores- y hubo también quienes vieron con la mayor atención la ausencia de la senadora Ruth González Silva.

     No faltaron quienes centraron su atención en un hecho, inusitado si nos atenemos a las ocasiones anteriores: la invitación y ubicación en primera fila del alcalde Galindo Ceballos, del rector de la UASLP Alejandro Zermeño Guerra, del director del Instituto Tecnológico José Diego Bárcenas Torres (cuya remoción está pidiendo el gobierno gallardista); los dirigentes de los organismos empresariales, varios de los cuales no cuentan con ninguna simpatía de RGC, al contrario; de los dirigentes sindicales del magisterio potosino y de otros personajes desafectos de la autoridad estatal. Solo faltó el arzobispo, para confirmar el carácter ecuménico del evento.

¿Cómo entonces llegaron a la primera fila los liderazgos menos apreciados del Ejecutivo estatal? La respuesta es tan simple como reveladora: la lista de invitados y su ubicación fue determinada por la dirigente estatal de Morena, Rita Ozalia Rodríguez, quien mantiene comunicación casi cotidiana con su hermana.

Los observadores más acuciosos registraron que cuando el maestro de ceremonias comenzaba a anunciar la presencia de la secretaria de Gobernación, la presidenta Sheinbaum llamó la atención de doña Rosa Icela y con un toque en el oído le indicó que escuchara lo que seguía. Lo que siguió fue una ovación estruendosa que parece haber incluido a una porción de los verdes. Minutos después, la titular del Ejecutivo federal abrazó fuerte y cariñosamente a su jefa de gabinete. Si no se trató de un mensaje para los potosinos, mucho se le pareció.

La visita presidencial del sábado pasado no fue una gira de trabajo; fue un evento político para impulsar la difusión del primer informe de gobierno de la doctora Sheinbaum. Con todo, el ofrecimiento de apoyar con recursos económicos federales al gobierno potosino para que pague los pendientes con los maestros, principalmente los de telesecundarias, debe haber caído como agua de lluvia para el gobernador. Poco importa si se trató de una salida improvisada para evitar que los combativos tichers reventaran la concentración.  

En materia de compromisos de obras y proyectos, con la pena, pero es lo mismo de siempre desde hace un año: carretera Valles-Tampico, carretera Tamazunchale-Huejutla; aeropuerto de Tamuín y tramos de tren de pasajeros que tocan esta ciudad, pero no necesariamente para arrancar en 2026. Una vez muerto y sepultado el proyecto de la presa Las Escobas, fuentes oficiales filtraron la versión de que en esta visita la Presidenta anunciaría un novedoso proyecto hídrico, para garantizar el abasto de agua a la ciudad. Ni sus luces.

Perdón, porque como dice Catón (el de Saltillo) ya me estoy apartando del hilo de mi relato.

¿Qué vi yo? El predestape. Sin que esté convencido de que se trata de una decisión inalterable, a la que le faltan unos 16 meses para tener que anunciarse oficialmente y llevarse a registrar ante las autoridades electorales. Sea como sea, me quedo con la idea de que doña Claudia sí está pensando seriamente en que la abanderada de su partido para las elecciones del 2027 en estas tierras sea su buena amiga Rosa Icela Rodríguez. Si cualquier imponderable descarrilara este aparente proyecto, yo no daría por muerta la posibilidad de doña Rita Ozalia.

¿Y por qué no habrá asistido al evento la senadora Ruth? No lo sé. Si alguien sabe, no sean feos y pasen corriente.

Finalmente, no hay que perder de vista cualquier trascendido acerca de las negociaciones que han emprendido Morena y el PVEM para ver qué tan aliados van en el 2027; en cuántos y cuáles estados sí y en cuántos y cuáles no. Incluso, hay una nueva pieza en el tablero: Morena ha iniciado pláticas también con Movimiento Ciudadano, al parecer en ánimo de abandonar la asociación con el Verde, que cada vez le sale más cara.

NADA TRANQUILIZADOR

La elección del Poder Judicial del estado, en mi opinión, nos dejó una lección muy clara; poco edificante, más bien deprimente, pero clara: no importa tanto lo que dice la ley sino cómo lo interpretan los magistrados y ministros de las últimas instancias. Véalo, usted. 

Con estricto apego a lo que dicen nuestras leyes, Constituciones incluidas, debieron ser declarados inelegibles por lo menos media docena de candidatos a magistrados, tanto del Supremo Tribunal de Justicia como del Tribunal de Disciplina Judicial. Unos, como Ángel Santiago Hernández y Mónica Kemp, porque el pase automático contemplado en la legislación no les permitía aspirar a un cargo diferente al que ostentaban: eran jueces con licencia y compitieron para magistrados. 

En cuanto a la presidenta del nuevo TDJ, Zelandia Bórquez, la ley dice que no podría participar en ningún proceso de elección popular dentro de los dos años siguientes a la conclusión de su encargo como consejera electoral en el Ceepac, responsabilidad que concluyó hace menos de un año. 

      ¿Qué ocurrió? Que los tribunales especializados, desde el local hasta el del Poder Judicial de la Federación, echaron mano de interpretaciones muy sofisticadas y disfrazadas de sabiduría, para decidir, por ejemplo, que en el caso de Zelandia la norma que le impedía ser candidata habría sido válida si en la elección judicial hubieran intervenido partidos políticos, cosa que no ocurrió. La ley no dice nada al respecto -solo habla de elecciones populares- pero los magistrados del TEPJF concluyeron que, según su interpretación, debía decirlo.

Muy al estilo de las célebres entrevistas telepáticas del Dandy, los legisladores podrían decir “yo no decreté eso” y los magistrados responderles, “pero lo pensaste”.

Con otros aspirantes rescatados por los tribunales, se invocó el principio de que exigirles los ocho puntos de calificaciones académicas o condicionarles el pase automático “vulneraría su derecho superior a votar y ser votado”. La verdad es que con la misma ley, el mismo artículo, la misma fracción, el mismo inciso y el mismo párrafo, un juzgador dice esto es negro y luego llega otro y con el mismo fundamento dice, negros traes los lentes, esto es blanco.

   El único que tronó como sapo atropellado fue José Luis El Honestísimo Ruiz Contreras, porque a diferencia de los demás impugnados por dos motivos (calificaciones y pase automático), el cargaba con tres: esos dos más el de no haberse separado un año antes del cargo de Fiscal. Su caso es distinto del de Zelandia, porque ella tenía la restricción de participar en elecciones populares, y en el caso del exfiscal el impedimento era específicamente para ser magistrado del Supremo Tribunal de Justicia del Estado.

Lo que no es fácil de entender es por qué con tantos factores en contra, El Honestísimo buscó, pidió y consiguió ser candidato a magistrado. No lo sé a ciencia cierta, pero creo que fue por dos razones: una buena dosis de soberbia y confiar en que el poder de sus patrocinadores era superior al que realmente tienen. Y que no haya confusiones: no era gallo de Lupe.

   Ojalá que ya en funciones, los nuevos integrantes de la judicatura potosina no hagan bueno el pronóstico del comentarista Carlos Bravo Regidor, quien refiriéndose a la nueva integración del Poder Judicial Federal está convencido de que en el futuro los asuntos jurídicos se van a resolver cabildeando y no litigando.

COMPRIMIDOS

Esta segunda quincena de septiembre será clave para que en el conflicto Gobierno-UASLP la sangre no llegue al rio. Si nos amanece octubre y la administración gallardista no paga lo que debe o por lo menos abona la mayor parte y compromete un plan de pagos razonable para el resto, las cosas se van a poner muy difíciles. A finales de agosto, según lo revela la excelente nota informativa publicada en la portada de Pulso el lunes, el adeudo era de 180 millones de pesos, en número cerrados. Dependiendo de lo que abone o no, septiembre cerrara con 200 millones o más. Personalmente creo que el gobierno va a pagar antes de que estalle la crisis. Salvo, como diría Juan Villoro, que de repente haya amanecido con ambición de ruina.

Y para que luego no vayan a salir con que nadie les dijo nada, les informó que hacía el interior de la Universidad, en estos momentos el riesgo mayor es que el rector Zermeño sea rebasado por otro u otros integrantes de la comunidad universitaria, sean los estudiantes, los maestros, el personal administrativo o egresados. No es algo improbable, pues cada día hay más malestar en la casa de estudios. Zermeño parece ser de la idea de que si saca a los muchachos a la calle después es muy difícil regresarlos a las aulas. Le tengo una mala noticia: es peor si se salen por cuenta propia.

La presidencia de la mesa directiva del Congreso entregada a Sara Rocha parece tener una explicación: es una ofrenda de amistad e invitación a aliarse del gallardismo; lo que a su vez sería una extraña muestra de nerviosismo de este último, dispuesto a pagar caro por unos pocos puntos porcentuales de votación. Por el otro lado, el desplante de Sara de no asistir a la primera sesión que le tocaba presidir, más que antipolítico o trasnochado es de muy mal gusto. La legislatura potosina ha tocado fondo.

Una (doble) reflexión final: A una Presidenta que mandó encarcelar vice y contraalmirantes por lo del huachicol ¿le temblaría la mano para aplicar la ley a un exgobernador que se pase de lanza con el dinero público? Y luego: el actual gobernador de Tabasco, Javier May, es del mismo establo que su antecesor Adán Augusto López. Ambos crecieron a la sombra de López Obrador. Pues con todo y eso, May encontró tal cochinero que no tuvo más remedio que ir contra su compañero de partido.

Independientemente de su contenido exacto, sería un grave error para Ejecutivo y Legislativo locales aprobar reformas en materia electoral a la constitución y leyes secundarias, antes de que la federación haga lo propio con la Constitución General de la República. Se correría el riesgo de disposiciones contradictorias, para resolver las cuáles aquí habría que reformar lo reformado. Es decir, sería una pérdida de tiempo.

Hasta el próximo jueves.