Eran las semanas previas a la Marcha del sábado 15 de noviembre, y las laberínticas protecciones del amurallado Palacio Nacional me recordaban unos párrafos que conocí por primera vez hace décadas, cuando a un grupo de sus estudiantes nos los leyó, con lágrimas en los ojos, un genial maestro de Economía Agrícola a sus alumnos.
Ese mismo año supe que habría una conferencia del autor del libro compartido y traté de conseguirlo para que me lo firmara. Está agotado y no se ha reeditado, me decían, por lo que sólo pude comprarlo en inglés, The Labyrinth of Solitude. El mero día, en un auditorio de la UNAM, Octavio Paz se sorprendió un poco al ver esa edición. Apenado, le mencioné que no había podido encontrarlo en español. Sólo lo autografió y me dijo “es una buena traducción”.
Es un ensayo magistral sobre los rasgos distintivos del mexicano (hombres y mujeres, claro). Así, destacó que nuestra soledad “se afirma y se niega en la melancolía y el júbilo, en el silencio y el alarido, en el crimen gratuito y el fervor religioso”. Hay “palabras… para expresar las más sutiles de nuestras emociones o reacciones. Palabras o frases que no dicen nada y dicen todo”, como La Chingada o ¡hijos de la chingada! En México, incluso más que en otros países, este término tiene muchísimos significados. Hay incluso chingos de “chingones” que chingan a los demás.
Bueno, ante el creciente descontento y la Marcha que tanto la perturbó, Sheinbaum se angustió y reaccionó pésimamente con insultos, descalificaciones, burlas, incongruencias, desafíos, mentiras, soberanas estupideces y torpes acusaciones, además de amenazas y creíbles provocaciones. Todo ello mostraba angustia y desesperación ante riesgos de perder el poder, frente al hartazgo y la desesperación de muchos mexicanos (jóvenes y mujeres, sobre todo) al darse cuenta de que se les va el país.
¿Quién es la Chingada? El ganador del Premio Nobel de Literatura (1989) nos dice en su libro que, ante todo es la Madre: una de las representaciones de la Maternidad, como la Llorona o la sufrida madre mexicana. Es la mujer que ha sido chingada por el hombre, por el macho mexicano… la mujer rota, violada, abierta en “el triunfo” de lo cerrado, del macho fuerte. “Por contraposición a Guadalupe que es la Madre virgen, la Chingada es la Madre violada”.
A su vez, el padre es allí quien encarna el poder, el origen de la vida, y el dominio sobre ella.
Pero, ojo, las mexicanas y los mexicanos hemos cambiado mucho en más de siete décadas desde que se publicó la primera edición de la magistral obra El laberinto de la soledad, en 1950. Desde entonces Muchas mujeres han vencido la sumisión y de pasivas no tienen ya nada: hoy estudian, luchan, trabajan, cumplen… y marchan. Muchos hombres se han “globalizado” para bien y para mal: esperemos que cada vez sean menos los que se dejan engañar y manipular por demagogos corruptos. Que sean más chingones, pues, en el mejor sentido de la palabra.
Convocada por la generación Z (jóvenes que hoy tienen de 13 a 28 años y representan el 24% de la población), esta Marcha fue alentada por diversas generaciones y llegó a simbolizar un repudio a un NARCOESTADO criminal, tal como se pintó en las enormes vallas metálicas que protegen al degradado palacio y sus ocupantes. De hecho, les generó una gran angustia a estos populistas corruptos, ineficaces, cobardes y mentirosos.
Aunque trataron de descalificarla y desalentarla, esta manifestación nunca fue la gran amenaza ideológica y golpista que pintó un gobierno alarmado e inseguro. Sí, se observó irritación y rechazo a esa mafia que ha fracasado en múltiples frentes, sobre todo en cuanto a seguridad, salud, justicia y oportunidades para los jóvenes. Entre tantos reclamos, resaltaron “Nos prometieron paz, y abrazaron a los narcos”, “Carlos no murió, el gobierno lo mató”, “Queremos salud, educación, justicia” o “No quiero una beca, quiero un empleo”, que para nada parecen de derecha conservadora.
Tampoco sería oposición injustificada o sin fundamento. Ni odio gratuito.
En fin, tras lo mucho o poco que sucedió ayer, eso sí: ¡Que la presidenta y los morenistas vayan entendiendo que ella no se podrá sostener como simple marioneta y protectora de un criminal que continúa de presidente y este primero de diciembre va a iniciar su octavo año de gobierno!
Paz dice también que los pueblos rompen sus máscaras cuando sienten amenazada su dignidad. Entonces salen a la calle… Y no están solos.
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