Laboratorio

Pareciera que el Comité Nacional de Morena se empeña en utilizar a San Luis Potosí como matraz de laboratorio ruso, pero no consideran, quizá por desconocer el terreno, que ese matraz puede explotarles junto con todo el laboratorio, sin alcanzar la fórmula buscada. 

Las pruebas del proceso iniciado desde mediados del año pasado, buscaron en todo momento lograr un candidato que empatara con los intereses de la dirigencia nacional de ese partido y las necesidades del gobernador saliente.  Finalmente ocurrió lo que era esperado: pasando por alto a la militancia local, se logró imponer entre las candidatas a la candidatura a gobernador a una de las tantas fórmulas promovidas por Juan Manuel Carreras, la doctora Mónica Liliana Rangel.  

Después de una serie de controversias que todos conocemos, al inicio de esta semana les explotó el tubo de ensaye que buscaba presentar a la impresentable doctora, como ganadora del proceso de elección. La imposición fue frenada en primera instancia por doña Francisca Reséndiz, quien logró reventar la reunión en que se pretendía hacer la imposición, y captar la atención de la militancia potosina;  esto obligó a los electores a tratar de paliar las iras de los potosinos. Luego se añadió, pensando que los destinatarios son limitados de entendimiento, que sólo referían a las mejor posicionadas “según la encuesta”; la flama del mechero alcanzó el alcohol y los morenos potosinos llamaron a la resistencia. Ayer fue tomada la sede estatal de Morena y (en clara alusión a la imposición) como en el madrileño julio de 1936, la advertencia fue precisa: “¡No pasarán!” 

Quien se encuentra acostumbrada a hacer arder las oficinas por donde pasa, para ocultar así sus malos manejos, no contó con que su posible designación generara que la militancia morenista y sus simpatizantes, lo hicieran antes de que se consumara el hecho. Si lo consideramos, es mejor que arda esa sede ahora, a que en dos o tres años veamos las llamas en palacio. 

En esta ocasión, la doctora, no  puede argumentar violencia de género; los morenistas potosinos están convencidos de que quien aparezca en la boleta será una mujer. Tiene al menos ya en su currículum el  mérito de haber logrado unificar en su contra, a las dispersas huestes que existen al interior de  ese partido.

La confusión desde luego, no pasa desapercibida por los vivales; mientras la cosa se estabiliza al interior de Morena, los Servidores de la Nación son ofertados a Ricardo Gallardo como estructura operativa para su campaña. Evidentemente nada es de gollete, hay centavitos de por medio; si se les llega al precio, los operadores del superdelegado son capaces de vender en paquete a toda su familia, con salón de fiesta incluido.       

En estos terrenos, los del Verde, se afirma que la ¿todavía panista? Sonia Mendoza anda en acuerdos para ir por una diputación federal; mientras, por si sí, o por si no, la diputada ya comenzó a desterrar de sus redes sociales los textos que evidenciaban lo blanquizaul de su corazón. 

Vale también la pena preguntarnos quién será el candidato de este partido a la alcaldía capitalina. Si Gallardo es inteligente como lo ha demostrado, seguro presentará –para darle el toque fifí al asunto– a algún personaje que apoyado en su propia trayectoria política, conocimiento del tema, relaciones sociales y fineza en formas,  tenga aceptación no sólo en los sectores populares, sino también entre el electorado tradicionalmente panista. Buena será esta jugada, si se considera que cualquiera de los dos posibles candidatos de extracción priísta, impulsados por la coalición, no convencen del todo a los panistas. 

Es muy posible que Xavier Nava sea el tercero en discordia, buscando la reelección por el membrete de Movimiento Ciudadano. Parece ser que ha sabido acomodarse por ahí, mientras el PAN declara improcedente su queja contra el proceso interno en el que Octavio Pedroza resultó triunfador, y la encuestadora Consulta Mitofsky clasifica su desempeño en la alcaldía como muy regular, con un 36.1 % de aceptación. Vaya decepción para las ínfulas con las que se ofrece, oferta y vende, si consideramos que entre los alcaldes de capitales estatales del país, ocupa el lugar 23, de 30.

Una voz coherente dentro del PAN, la del senador con licencia, Marco Gama, señala la importancia de que Octavio, en su papel de  posible futuro gobernador, se sume a las designaciones de candidatos panistas. Si bien, el comentario es puntual, al parecer es tardío, si consideramos que hoy se definirán las diputaciones locales.

También, quizá hoy después de la hora de la comida, para acelerar la digestión en algunos, y provocar entripado a otros, saldrá el comunicado en el que se presenta a Octavio Pedroza como el candidato de la Coalición Sí por San Luis. 

El nihil obstat evidentemente viene de Palacio, lo cual nos puede hacer suponer, que ante la feroz resistencia de los morenistas a la imposición de Mónica Liliana, Carreras ve reducidas las posibilidades de tener dos cartas, y acabará inclinándose por el panista. Quizá la fórmula le falló a Carreras, pero no a Delgado: si no es paloma, pollo será.  

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Entre los ya comunes manejos extraños en el Ayuntamiento, se sabe que una restauradora profesional fue contratada por esa instancia para intervenir las fuentes de San Francisco, y La Conchita, en la Calzada de Guadalupe, pero una vez realizado el estudio, presentada la propuesta, obtenida la licencia que otorga el INAH, y liberado el recurso federal para la obra, el Ayuntamiento la hizo a un lado, asignando las obras a un constructor que ninguna experiencia tiene en el área. Algo raro hay en esto, considerando que ella no recibirá pago alguno, ni se le permitirá supervisar la obra; mientras tanto, la jurídico del Centro INAH-SLP, indica que ningún problema hay en que ella tenga el permiso, y sin su consentimiento ni supervisión, otro sea el ejecutor. Sin pensar en el cuestionable manejo de administrativo, en el supuesto que la obra presentara daños por mala intervención ¿quién sería el responsable?    

Gracias por la lectura, y asosiéguense, no anden de mitoteros.