Son las redes sociales un indicador de los tiempos. Mediante ellas nos enteramos –por ejemplo–que gracias al gobernador de San Luis Potosí una persona encarcelada obtuvo su libertad, que las lluvias (seguro por él provocadas) llenaron la presa El Peaje (también por él reparada) y, que en breve los propietarios del centro nocturno en el que fallecieron dos jóvenes serán castigados con todo el peso de la ley. ¿Para qué necesitamos fiscal y voceros?
En el caso del indulto concedido por el Congreso del Estado a San Juana Maldonado más tardaron los zánganos legisladores en atender el asunto que en obligar a esta pobre mujer a agradecer al gobernador su libertad, como si el mérito absoluto en él recayera. Ciertamente él fue quién (aún no sabemos si por verdadera humanidad o como ofrecimiento mercadotécnico del abogado –hábil manipulador– que lleva el caso) propuso una de las solicitudes, pero no fue la única, hubo otras que con anterioridad fueron enviadas a los legisladores, sin embrago hay que reconocer que fue su presión la que finalmente obligó a que se otorgara, que si no seguro allí pasaría otros quince años. Por cierto, gobernador, diputados o el propio abogado no han hablado de una posibilidad de resarcimiento; sí, que bueno, ya se encuentra en libertad, pero no se hizo justicia; ésta se haría reparando el tiempo que permaneció privada de su libertad y todos los daños colaterales. ¿Y el juez que llevó el proceso?, ojalá pronto el gobernador levante el teléfono y ordene que se le castigue, con todo y que ya no esté Manuela.
Y si esto fue motivo de gozo la cosa del agua no puede ser menos. En sus redes sociales el gobernador señala: “Nuestra nueva y reconstruida Presa del Peaje [sic] se llenó con la lluvia. Una obra más de este gobierno del apoyo. Ánimo ahijadxs [sic], con #MásApoyo garantizamos el acceso al agua.” [16:47 20/06/2024], un día después de este tuit el coordinador estatal de Protección Civil declaró que esta presa apenas sí ha recibido un 8.4% de su capacidad total. Queda la interrogante de por qué la lluvia es obra de este gobierno y cómo es que su gobierno garantiza el acceso al agua.
Contradictorio, ¿no?; dice garantizar el acceso al agua y busca desaparecer el organismo encargado de proporcionarla a la capital del estado y dos municipios más. Era cosa que se veía venir, por anunciada y sabida, lo que había que encontrar era la forma que muy bien la justifica el fondo: el dinero. Lo que no pudo hacer la sumisa y lenguaraz alcaldesa soledense, acabó encomendándolo a los serviles diputados que, en uno más de sus constantes actos de vasallaje, acabarán buscando la manera de complacerlo.
Aunque no deja de resultar sospechoso que justamente en los días en que se encuentra ausente el alcalde con licencia, quien aparentemente era el contrafuerte más sólido de apoyo al Interapas, sea en los que se aseste el golpe al organismo de agua potable. Pareciera incluso que estaba pactado el tiro de gracia a una institución que mantuvieron agónica por tres años. Pero, más todavía, ni el secretario del Ayuntamiento, ni su decorativa alcaldesa, ni la junta de gobierno del propio Interapas, han salido a dar declaración alguna. Casi es seguro que Galindo aleccionó bien a sus muchachos y les advirtiera que no valía la pena meterse en problemas, no fuera siendo que como en el caso de Rich salieran nada más a derramar el tepache.
Pero con todo y la licencia, utilizada también con habilidad para esquivar el carbón ardiente que fue el asunto del antro, no deja de ser ciudadano potosino y ni así ha tenido los ingredientes para formular ya no digamos un reclamo, sino una simple opinión. A eso (y a ése) les dimos continuidad.
Por cierto, ya vimos que el gobernador decidió –en una autoexculpación a sus funcionarios–mantenerlos en el cargo, ¿también Galindo mantendrá a sus directores de Comercio y Protección Civil, responsables indirectos de la tragedia, en el cargo?
Con todo y las inundaciones derivadas, en su mayor parte, de la falta de atención municipal y estatal, ¡disfruten las lluvias!