MÉXICO: sueño, amnesia, maldad 

“Un país para todos”, es el título de un artículo de Jorge Zepeda que trascribo aquí junto a otros, para mostrar lo que se experimenta en la geografía nacional desde las voces de estos escritores. 

 Sus palabras, sus letras calan profundamente. Algunas destapan una herida que todos tenemos pero que escondemos con pomadas y analgésicos para espantar el dolor y lo que supura: un país lastimado: una humanidad curiosa, ambiciosa, limitada, cruel y al mismo tiempo ingenua, buscando sobrevivir y entender su paso por el mundo. 

 Les dejo a su libre interpretación: 

 “…Durante muchos años la ciencia fue convenciéndonos de que más allá de las impresiones individuales o de las creencias colectivas había una vía para acercarnos al mundo de a de veras; no sólo a las apariencias que nos dan los sentidos y de las que, como se dice, uno se hace ideas, sino al mundo real.? 

 Las cosas han cambiado. La ciencia ya no se concibe a sí misma como La verdad. 

Este cambio de paradigma, más allá de todas las consecuencias posmodernas que acarrea, ha dado al traste con el camino de acceso a lo Real. Estamos metidos en nuestra conciencia y lo que vemos son representaciones, “fenómenos” como los llamaba Kant o, dicho de manera más franca: estamos en un sueño, y hay sueños más frecuentados que otros: los “normales” comparten un mundo en común; los “locos” tienen sueños más personales (para parafrasear a Heráclito); pero unos y otros no pueden acceder a lo real: no hay salida de la caverna de Platón, la cosa misma, el nóumeno (objeto captado por los sentidos) se mantiene vedado. 

 Hoy, la ciencia ya no es una vía para conocer la naturaleza, pues la naturaleza es una representación en la conciencia. Conocemos -en otras palabras- nuestros sueños, nuestras representaciones mentales. Cuánta razón tenía el poeta Pedro Garfias cuando gritaba: ¡Dejadme saber mi sueño! @oscardelaborbol 

 “…El resto de los mexicanos simplemente quisiéramos que algunas cosas importantes cambiaran, y que en el proceso de definir cuáles y cómo, al que todos tenemos derecho a participar, los dos polos no nos lleven entre las patas. @jorgezepedap 

“…Hay nombres que no decimos, gente de la que no hablamos nunca, y que está con nosotros y sólo con nosotros como parte del sortilegio que nos mueve a andar vivos. Justo ahí dentro: en la memoria de nuestra desmemoria. Gente por la que haríamos cosas que a nuestros íntimos les parecerían inauditas…No todo lo vamos diciendo. Ángeles Mastretta 

 “En el Río de los Remedios y en el Gran Canal lo mismo se puede encontrar un tórax vacío de órganos en una bolsa de plástico, que un par de piernas, brazos, manos… mujeres convertidas en una pedacería inimaginable. 

¿Cómo es que somos vecinos del espanto y no hacemos nada? ¿Es que vivimos todos en la demencia? No hay gobierno ni ciudadanía que merezcan llamarse tales cuando todos somos cómplices por apatía de semejante monstruosidad. 

Es extraño aceptar que los seres humanos somos todo lo que somos. Miro un abismo negro delante de mí cuando intento imaginar lo que sentirán las madres que siguen buscando a esas criaturas desaparecidas. El dolor que a más de una debió dejar en la inconsciencia mientras daba sepultura a un pedazo cercenado de la que fue su niña. @AlmaDeliaMC