Mirador

¡Qué cerca está la muerte de la vida!

¡Qué cerca está la vida de la muerte!

Miro a la gata gris en el solar del rancho. Como fiera en acecho se ha agazapado entre la hierba. Y es que una paloma de ala blanca ha descendido y come los granos de maíz que doña Rosa les da a las gallinas. Salta la gata sobre la paloma, que ni siquiera alcanza a ver el rayo de la muerte que cayó sobre ella.

Se va la tigresa gris con su presa en el hocico. Yo la sigo, y me entristece ver la cabeza de la avecilla muerta oscilando entre las fauces de la fiera. Entra la gata en la bodega. En un rincón la aguardan sus gatitos, que comen lo que su madre ha cazado para ellos.

He visto la muerte. 

Ahora veo la vida.

Me pregunto si las dos no son una. Me pregunto si no son la misma cosa.

¡Hasta mañana!...