Mirador

Este amigo con el que tomo la copa -varias- los martes por la noche dice que le agrada estar conmigo. Explica:

-Tu compañía me ahorra el trabajo de pensar.

No sé si ver en eso un cumplido o un agravio. El vino, que a unos hace hablar, a mí me hace callar, y no respondo. Finjo no haber oído sus palabras y le doy otro trago a mi copa. Mi amigo hace lo mismo. Luego afirma:

-El sabio griego postuló que es una misma cosa el pensar con el ser. Yo creo que es una misma cosa el pensar con el no ser. Lo dijo Hamlet: el pensamiento aniquila a la acción. Yo pongo el sentir antes que el pensar. Los humanos no somos seres de razón. Somos más bien criaturas de emoción.

Me emocionarían las palabras de mi amigo, pues he bebido ya tres o cuatro copas, pero lo que dice es irrazonable. De nueva cuenta finjo no haberlo oído, y callo. Beber en silencio es una de las mejores formas de beber.

¡Hasta mañana!...