Mirador

Me habría gustado conocer a doña Matilde Gloria de Novoa y Lara. Era “catolicorromana”, según manifestaba juntando en una sola palabra las dos que definían el fuerte apego a su religión, que profesaba con encendido celo. Su marido tenía otros encendimientos, si me es permitida la palabra, y a causa de uno de ellos le pidió el divorcio a su mujer. Doña Matilde le dijo al abogado de su esposo:

-Dígale a ese tal que me separo de él a condición de que me deje como estaba antes de casarnos.

-¿Pretende usted, doña Matilde -preguntó con asombro el licenciado-, que la deje en estado de virginidad?

-No pido tanto -le contestó doña Matilde-. Pero cuando con él me desposé era yo viuda. Que me deje como me encontró, y así con gusto me separo de él.

Me habría gustado conocer a doña Matilde Gloria de Novoa y Lara. Era de una sola pieza, aunque su marido fuera de dos o más.

¡Hasta mañana!...